Bueno, pues ya está aquí. Concretamente el 4 de octubre salió a la venta Sega Mega Drive Mini, la enésima revisión en formato mini de una de las consolas más icónicas de los 90. Después de los ríos de tinta que han corrido ya sobre este tema en Pixelmaniacos tampoco queríamos quedarnos atrás y por fin la tenemos en nuestras garras. Vamos a ver si merece la pena.
Antes de nada haremos una pequeña introducción sobre el tema. Resulta que hace ya unos años, Sega dio luz verde a la juguetera estadounidense AtGames para hacer réplicas de su consola estrella: Mega Drive. Aparte de otros sistemas conocidos como Atari Flashback, reproducción de la mítica Atari 2600, AtGames lanzó diferentes modelos de su particular visión sobre Mega Drive.
Da igual que sea portátil o sobremesa, el caso es que AtGames realizó un producto de muy baja calidad. Malos acabados, una emulación de los juegos horrible y un catálogo bastante dispar con un montón de juegos de relleno que ni siquieran salieron en el sistema original. Eso sí, hay que reconocer que en la mayoría de los modelos se podían utilizar los cartuchos originales de la consola.
Pues bien, cuando Sega anunció una revisión de verdad de la consola, muchos nos echamos a temblar porque era muy posible que AtGames estuviera también detrás de ello. Por suerte ha sido el estudio M2, autor de varios juegos para la Mega Drive original, muchas de las adaptaciones del sello Sega Ages o de la serie 3D Classics de Sega para Nintendo 3DS. Y la verdad es que en este caso sí que se ha hecho un gran trabajo.
Tenemos ante nosotros un producto genial que consta de una réplica casi perfecta de la Mega Drive original, eso sí, en tamaño mini, muy en la línea de lo que Nintendo ya hizo anteriormente. Viene con 40 juegos clásicos y dos inéditos de propina, haciendo un total de 42 titulazos.
Incluye dos mandos, también réplicas casi perfectas de los originales de tres botones para Mega Drive con conexión USB normal. También tenemos un cable HDMI para conectar a la TV, un cable de alimentación USB y un manual de instrucciones. Por cierto, los cables que vienen con la NES mini o la Super Nintendo mini también os sirven por si no queréis quitarlas de vuestros televisor.
¡Ah! La caja es una preciosidad. Imita a la original de Mega Drive, pero tiene una proporción diferente que no gustará demasiado a los más puristas, ya que por Internet he visto algunas quejas sobre este tema. Sin comentarios.
Ya en la mano vemos que es un producto hecho con mucho mimo, respetado el original al máximo. Con los botones de encendido y reset originales. Incluso tenemos el control de volumen (sin el jack original) y la salida para conectar el Mega CD, que vendrá bien a los usuarios japoneses, ya que disponen de un armatroste a modo decorativo con el Mega CD y el 32X que se conecta a la Mega Drive como se hacía antaño y que contiene algunas sorpesas más.
Los mandos son también geniales, con un tacto y unas sensaciones muy similares a los originales, incluyendo esa cruceta maravillosa y unos cables bastante largos. Aquí debemos indicar que, al igual que a los yakis, nos han colado el mando de tres botones, bastante engorroso para ciertos juegos de lucha que están presentes en la Mega Drive Mini. Los japoneses sí que han contado con el mando de seis botones, pero a nosotros nos tocará apoquinar 20 eurazos por él si lo queremos.
Por lo demás y como decimos, estamos ante un producto muy bien construido, con bastante calidad en los plásticos utilizados (siempre se puede mejorar, claro) y unas sensaciones a los mandos muy positivas.
Ya conectados a la tele nos encontramos con la parrilla de videjuegos, representada por las carátulas europeas de todos los juegos, siendo inventadas en el caso de los dos juegos inéditos o de otros como Monster World IV. Pulsando un botón podemos cambiar el esquema y verlo como si los juegos estuvieran en la estantería, es decir, con los lomos de las cajas a la vista. Todo un detalle.
En cuanto a opciones disponibles tenemos diferentes opciones de visualización. Existen dos tipos de marcos para rellenar la pantalla y un modo de visualización que simula el efecto de una tele CRT vieja. Poco más que decir sobre este apartado, algo vacío pero suficiente al fin y al cabo.
Y tampoco hay mucho más que decir en cuanto al tema de las opciones, salvo los créditos, algo de ayuda y las típicas advertencias de seguridad. Pero no debemos olvidar que se incluye la posiblidad de grabar partida, teniendo a nuestra disposición cuatro ranuras de salvado en cada uno de los juegos. Esto se activa dejando pulsado el botón de start durante la partida.
¿Y qué tal la emulación? Bastante bien, la verdad. La calidad de imagen y sonido es estupenda, con los juegos a 60 Hz, algo que no pudimos disfrutar demasiado en las versiones europeas de Mega Drive. Si existe algo de lag tanto en los gráficos como en el sonido no se nota nada, por lo que tendremos una experiencia muy parecida a la original.
Vamos a los juegos. Como decimos tenemos 40 juegos originales de Mega Drive y otros dos inéditos. Estos son dos conversiones de recreativas: el Darius de Taito y el Tetris de Sega. La conversión de Darius es muy buena, con el lastre del tamaño de la pantalla, pero muy buena. En el caso de Tetris tenemos una conversión directa de la recreativa, no es aquel Tetris legendario que acabó por no ponerse a la venta en su momento.
En el resto del catálogo tenemos bastantes sorpresas. Hay para todos los gustos. Plataformas como los dos primeros Sonic the Hedgehog, Dynamite Headdy o Kid Chameleon. Juegos de puzles de la talla de Dr. Robotnik’s Mean Bean Machine o el mítico Columns. Grandes exponentes de la acción como el enorme Gunstar Heroes o el grandioso Shinobi III: Return of the Ninja Master. Brawlers como Golden Axe o el glorioso Streets of Rage II.
Títulos de lucha como Street Fighter II: Special Champion Edition o Eternal Champions son los que nos piden un mando de seis botones para jugar mejor. También tenemos shooters como Thunder Force III o el genial Road Rash II como único exponente en juegos de carreras.
Y más, muchos más como Probotector (sí, la versión europea), Castlevania: The New Generation, Shining Force, Monster World IV (con textos en inglés), Mega Man: The Wily Wars, Altered Beast o Vectorman por citar algunos más. Además de Castle of Illusion y World of Illusion como exponentes de aquellos juegos Disney tan míticos de Mega Drive.
Por último, queremos destacar toda una sorpresa. Light Crusader y The Story of Thor vienen con textos en castellano, idénticos a las versiones que tuvimos por aquí, por lo que podremos disfrutar de estos clásicos aventureros y roleros como los vivimos en su día. Todo un detallazo por parte de Sega.
Vamos, que estamos ante una selección de juegos bastante completa y acertada. Quizá sobren juegos como Alex Kidd in the Enchanted Castle y falten algunos como Thunder Force IV, Soleil o Aladdin, pero en términos generales tenemos calidad y variedad. Por cierto, la selección de juegos es la misma que en la Sega Genesis americana, pero en Japón hay otros juegos distintos como The Revenge of Shinobi o Alien Soldier, que no hubiera estado mal incluirlos en las consolas occidentales.
Sin duda alguna estamos ante un gran producto. Con dos mandos y 42 juegos, la Mega Drive Mini puede coronarse como una de las mejores consolas minis que se han hecho hasta ahora. Una preciosidad que encantará a nostálgicos y mostrará a ciertos muchachitos de hoy en día las maravillas a las que jugábamos en los 90. Gracias Sega por hacer justicia a tu mejor consola.