Cómo nos gustan esos locos 90. Game Boy, Game Gear y Lynx eran las tres consolas portátiles principales del mercado, pero había más, bastantes más. Muchas compañías desconocidas intentaron hacerse con su trozo del pastel, un delicioso pastel videojueguil que estaba dominado por Nintendo y por su Game Boy. Hoy queríamos recordar a cinco valientes que se atrevieron a asomar sus circuitos en este mercado tan feroz.
Game Master
Creada por la empresa alemana Hartung, la Game Master, que data de 1990, fue una consola que pretendía competir con Game Boy. Según podemos ver, la Game Master se comercializó por casi toda Europa y Hong Kong, recibiendo diferentes nombres según el país. Aquí, en España, se llamó PDJ-10 y fue comercializada por la empresa Prodis, experta en crear clones de otras consolas. Quizá, los más talluditos del lugar recordéis verla en algunas jugueterías.
Pero, ¿qué escondía en sus tripas la Game Master? La verdad, poca cosa. A simple vista podemos ver una consola similar a Game Gear, solo en aspecto, porque en cuanto a potencia se refiere no se parecen en nada. Cuenta con una pequeña pantalla monocroma de matriz de puntos, como Game Boy, pero un tanto baratera, ofreciendo juegos con una resolución muy baja.
Pese a querer competir con Game Boy, se notaba que Game Master estaba pensada para ser una alternativa, además una alternativa más «low cost». Su catálogo no llega a los 20 juegos y son todos originales, es decir, que no esperéis encontrar grandes nombres porque no los hay. Al menos hay juegos más o menos para todos los gustos.
Hartung utilizó cierta estrategia aprovechando el lanzamiento de Game Boy. Por lo visto quería vender su consola en los países donde la portátil de Nintendo todavía no había salido. Evidentemente y como era de esperar, Game Master no se vendió bien. Un hardware anticuado y una selección de juegos irrisoria no ayudaron en absoluto, y desde luego Game Master no pasará a la historia ni por su calidad ni por su fama.
Gamate
Seguimos en 1990. Una empresa taiwanesa llamada Bit Corporation lanzó una portátil llamada Gamate, muy similar en aspecto a la Game Master y con la clara intención de competir con Game Boy. Fue lanzada en todo el territorio asiático, apareciendo en mercados americanos y europeos. Por lo que hemos podido ver, aterrizó en España, pero a nivel personal nunca la hemos visto por aquí.
La Gamate también cuenta con una pantalla monocroma que, visto lo visto, se ve bastante mal. También se aprecia que es una consola barata, de esas que te podías encontrar en cualquier bazar de electrónica por cuatro duros. Y no es para menos, Gamate fue un fracaso comercial y su calidad en general dejaba mucho que desear.
A pesar de todo, aparecieron algo más de 60 juegos, una cifra bastante admirable teniendo en cuenta el tipo de consola que es. Eso sí, tampoco esperéis ideas originales ni juegos de renombre, lo que vais a encontrar son clones y más clones de juegos consagrados, pero con una calidad pésima. Se nota que el hardware de la consola no es suficiente ni para mover sus propios clones.
Pero no todo es malo en Gamate. A medida que «googleamos» por ahí, descubrimos que hoy en día es una consola muy apreciada por los coleccionistas. Quizá porque es una consola rara, muy rara, que pasó completamente desapercibida. Sin embargo, pese a ser un producto interesante para coleccionistas, hay que reconocer que Gamate es una consola que deja bastante que desear.
TurboExpress/PC Engine GT
Esto es muy sencillo. ¿Os gusta la TurboGrafx-16 o PC Engine? Si la respuesta es afirmativa, la TurboExpress o PC Engine GT os encantará, básicamente porque es una versión miniaturizada de la consola de sobremesa de NEC y Hudson Soft. Con esto queremos decir que podemos jugar a las ya icónicas tarjetas de juego de la PC Engine en una versión portátil. Así de simple.
TurboExpress es en aspecto una especie de Game Boy, pero con una pantalla cargada de colores y potencia de sobra para mover todo el catálogo de TurboGrafx. Por supuesto, todo esto tiene un precio: alrededor de 300$ que, para 1990, año en que apareció al mercado, suponían un pastizal importante.
Otro aspecto negativo tiene que ver con la duración de las pilas. TurboExpress, al igual que Game Gear o Lynx, se comía seis pilazas para, aproximadamente, tres horas de juego. Esto es normal al ser una consola portátil con una potencia desmesurada en comparación con el resto de portátiles del mercado. Además, la consola tiene bloqueo regional, por lo que en TurboExpress solo podemos jugar al catálogo de TurboGrafx, dejando el delicioso catálogo de la PC Engine japonesa relegado a la PC Engine GT.
Si TurboGrafx-16 no vendió lo esperado en Estados Unidos, una versión miniaturizada y más cara de la misma consola era obvio que correría la misma suerte. En Japón vendió mejor, pero tampoco fue para tirar cohetes, así que se considera un fracaso comercial en toda regla. No obstante, estamos ante la consola más interesante de esta selección.
Supervision
Vamos con otra consola interesante, la Supervision. Creada por la empresa taiwanesa Watara, esta consola, que nació en 1992, se vendió en buena parte del mundo contando con diferentes fabricantes, estando Hartung, la empresa de la Game Master, entre ellos. Se trata de otra competidora de Game Boy con algunas características interesantes.
Se dice que hay unas 11 variaciones diferentes de la consola, siendo la mayoría un rediseño de lo visto en Game Boy. Pero lo realmente interesante es una versión con una pantalla a la que se le podía regular la inclinación. Esto es especialmente útil si queremos jugar encima de una mesa, por lo tanto es todo un punto en innovación para la Supervision.
Pero lo realmente interesante se desvanece enseguida. La consola cuenta con una pantalla monocroma horrible, poca potencia y un catálogo de juegos paupérrimo que consta de más de 60 juegos. Algunas versiones de Supervision se incluían con el juego Crystball, que no es más que un clon de Breakout bastante chusquero. El resto del catálogo son clones chinos sin ninguna chicha.
Otro intento fallido para crear una consola portátil de bajo coste capaz de competir de tú a tú con Game Boy. Watara lo intentó y, si bien tuvo un poquito de popularidad en algunos mercados (poco, no os creáis que mucho), Supervision fue otro sonoro fracaso. Y tenía buenas ideas, pero poco más.
Mega Duck/Cougar Boy
¿Cómo puede tener éxito una consola llamada «mega pato»? Sí, amigos, dejamos para el final a Mega Duck, también conocida como Cougar Boy (sí, el «niño puma») principalmente en Brasil. Esta portátil fue obra de una empresa de Hong Kong llamada Welback Holdings y salió al mercado en 1993. De nuevo hablamos de otra consola «low cost» que quería competir con Game Boy.
Por lo que hemos podido leer en Internet, Mega Duck tiene una pantalla bastante mejor que la de la Game Boy original, y no es de extrañar, llovió bastante entre el lanzamiento de esta consola y el de la portátil de Nintendo. Por lo demás, el hardware en general de Mega Duck es algo limitado, pero su construcción y aspecto sí que recuerda mucho a Game Boy. Además, con un mando externo, podían jugar dos personas en la misma consola.
El catálogo de juegos de la Mega Duck es bastante escasito, con unos 40 juegos aproximadamente. Tal y como ha ocurrido con las consolas de las que hemos hablado antes, el catálogo de Mega Duck está compuesto por clones chinos de otros juegos que, la verdad, no están nada mal. En lo personal, nos ha llamado la atención uno llamado Ant-Soldiers, que es un clon descarado de los Lemmings con hormigas.
Resumiendo. Mega Duck es otra consola portátil fracasada que resulta curiosa en algunos aspectos. De hecho, en Alemania y otra vez Hartung, se usó esta consola como base para crear una bizarrada llamada Mega Duck Super Junior Computer con un montón de complementos para los más peques. Pero vamos, que Mega Duck tampoco ha pasado a la historia como una gran consola portátil.
Nota: Las imágenes han sido extraídas del sitio web Wikimedia Commons.
De todas la única que conocía era Turbo Express, que en aquellos tiempos llegaba alguna noticia de ella y yo sinceramente flipaba. Una Turbografx, consola que nunca ví fisicamente ni siquiera en una tienda, en portatil era un autentico sueño por entonces. Y lo digo porque a mi me entraban por los ojos, los pocos juegos que comentaban en Hobby Consolas.
Las demás, pues son las típicas que te regalaba con toda la buena intención un abuelo, al que le colaban esos cacharros sin ningún escrúpulo.
La verdad es que sí, la única que merece la pena es la TurboExpress. Me parece una pasada que existiese algo así en aquella época, aunque luego Sega repitió la jugada con Mega Drive y la Nomad, que era básicamente el mismo concepto.
Las demás, pues bueno, vamos a decir que es loable el intento de algunas empresas por ofrecer alternativas a Game Boy, pero sí, como dices, servían para engañar al abuelo XD
No conocía ninguna, gracias por el artículo. Una maravilla.
Gracias a ti por leerme!! Me alegra que las hayas conocido por primera vez en Pixelmaniacos. Un saludo!!
Querían competir con Gameboy, que ya de por si cuando salio ya era tecnología algo antigua, y eran peores que la portátil de Nintendo. Salvo Turbo Express, que no me parece tan desconocida, las demás no hay por donde agarrarlas. Tal vez un poco la Supervision o la Mega Pato.
TurboExpress no es tan desconocida para la gente de más de 35 años, pero me atrevería a decir que para el gran público hasta la Atari Lynx es desconocida, de ahí que la incluyese en el artículo. Las demás, pues bueno, como dices, son todos clones malos de Game Boy.
El catálogo de la Mega Duck, de hecho, si no me he informado mal, está compuesto principalmente de clones chinos de esos que se incluían en los cartuchos piratas de varios juegos para Game Boy. Algunos, por no decir todos, fueron portados a la consola de Nintendo sin ninguna piedad, y estos casi son los más decentes.