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Cinco ports de arcades que no fueron lo esperado

Hace años adaptar una recreativa a un sistema doméstico solía ser una tarea que, generalmente, se hacía complicada debido a la potencia de consolas y ordenadores de la época. Por norma se solía intentar captar el espíritu del arcade original, intentando que el cartucho, cinta o disco de turno resultante fuese lo más parecido posible. En otras ocasiones esto no era así, llegándonos un juego totalmente diferente.

A eso nos referimos hoy, a juegos diferentes a la recreativa en la que se basan, por eso os traemos cinco ports de arcades que no fueron lo esperado. Pero no hablamos de la calidad general del juego, que puede ser buena o mala, hablamos del desarrollo en general. Un desarrollo diferente al del arcade original, algo que tampoco tiene porqué ser malo. Veámoslos.

Dragon’s Lair

La espectacular película interactiva de dibujos animados creada por el mítico Don Bluth tuvo muchas adaptaciones al mundo de los videojuegos. Estas adaptaciones generalmente solían venir en formato CD debido al alto peso en memoria de una película de dibujos animados, sin embargo en PC o Amiga esto mismo se embutió en disquetes, pero bueno, eso ya es otra historia. Nosotros nos queremos centrar en la versión de NES.

Los usuarios de la 8bit de Nintendo recibiron en 1990 un Dragon’s Lair de la mano MotiveTime e Imagesoft bastante diferente a la recreativa. Este cartucho es un juego de acción y plataformas con toques de aventura que poco o nada tiene que ver con la recreativa en la que se basa.

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A la entrada del castillo ya tendremos los primeros problemas con esa serpiente verde

Pensaréis, ¿esto es malo? Bueno, no lo sería si no fuera por una serie de problemas muy graves que tiene este Dragon’s Lair. El juego entra por los ojos, no hay duda, tiene uno de los mejores apartados técnicos que se pueden ver en una Nintendo NES. Pero eso no es suficiente.

Dirk, que así se llama el caballero de brillante armadura que tiene que salvar a la princesa, cuenta con unos movimientos lentísimos. Esto provoca que la dificultad en general se dispare de forma completamente innecesaria, algo que lastra muchísimo al desarrollo, convirtiéndolo, sin duda, en uno de los juegos más difíciles para esta consola. Además siempre habrá cualquier tipo de situación ridícula que hará que mordamos el polvo.

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Las diferentes estancias del castillo están plagadas de trampas

Si le quitamos todos estos defectos a nivel jugable este Dragon’s Lair tiene buenas ideas. Sigue un poco el desarrollo del arcade del ya lejanísimo 1983, con la mítica serpiente de entrada del castillo. Además nos hará pensar cómo superar ciertos escollos que encontramos en nuestro camino, dándonos un componente aventurero chulo.

Como decimos la jugabilidad hace aguas por todas partes y ya desde el inicio, superar a la serpiente de marras del principio ya es toda una proeza. En fin, no lo podemos recomendar bajo ningún concepto, y es una lástima pues la intención de este Dragon’s Lair para la NES es buena. Una oportunidad complemente desaprovechada.

Joe & Mac: Caveman Ninja

La llegada en 1992 de la popular recreativa de Data East a Super Nintendo fue motivo de celebración. Data East iba a adaptar uno de los mejores arcades de plataformas a la 16bit de Nintendo y todo parecía indicar que se trataría de un port muy fiel. ¿Fue así? Ni de coña.

A simple vista este Joe & Mac: Caveman Ninja tiene muy buena pinta. Los diseños de los personajes, enemigos y escenarios son bastante cercanos a los de la recreativa original de 1991, pero el desarrollo ha cambiado bastante.

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Técnicamente sigue siendo un juego sobresaliente

Para empezar se ha transformado en un juego más plataformero que el original. Sin ir más lejos, en la primera fase, tenemos un buen puñado de precipicios que saltar, algo que no ocurría en la recreativa, pues el desarrollo es mucho más llano y lineal hasta el temido jefe de fin de fase. Además la disposición de los enemigos cambia bastante.

Por otra parte, esta versión para Super Nintendo ha omitido algo imperdonable. Hablamos del ataque de Joe y Mac, suprimiéndose aquello de presionar el botón, dejar que el brazo del troglodita de turno gire y lanzar un potente ataque de fuerza más destructora que el habitual. Esto, desgraciadamente, no está dispononible en el cartucho de la 16bit de Nintendo. ¿El motivo? Lo desconocemos.

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Las fases son las de la recreativa, pero el desarrollo de las mismas varía bastante

Pero no nos queremos cebar con este Joe & Mac: Caveman Ninja, también tiene cosas positivas. Los enemigos de fin de fase siguen siendo tan molones como en la recreativa, aunque cambian algunas cosas como, por ejemplo, el jefe final del juego. Además técnicamente está muy bien, bastante cercano a la recreativa en este caso.

No entendemos porqué Data East decidió cambiar el desarrollo de las fases de Joe & Mac: Caveman Ninja para Super Nintendo, además de otras cosas como el disparo de los protagonistas. Por supuesto tampoco es un juego malo, es divertido y vistoso, pero en este caso solo podemos recomendar la estupenda versión para Mega Drive.

Strider

Si bien la recreativa de Strider se adaptó a todo bicho viviente, los señores de Capcom pensaron que la NES merecía su propio juego. Sí, se trata de un juego de acción y plataformas protagonizado por el ninja futurista más conocido de Capcom, pero el desarrollo difiere bastante del original.

Lanzado en 1989 por la propia Capcom exclusivamente en Estados Unidos, este cartucho básicamente es un juego diferente comparado con la recreativa. Y eso lo notamos desde el principio. El amigo Strider Hiryu salta y ataca, pero no se puede encaramar a las paredes o a las plataformas como sí hace en el arcade.

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Este Strider sigue apostando por la agilidad y la acción

Además hay algunas gotas de aventura. Esto es porque en cada misión podemos encontrar una serie de disquetes que nos darán más información sobre la trama. Aparte podremos volver a niveles anteriores por si nos hemos dejado algo en el tintero. Vamos, todo un poco estilo «metroidvania», pero salvando las distancias, claro. Por supuesto cuenta con un sistema de passwords bastante útil.

Pero, ¿a qué se debe que este Strider sea tan diferente del original? El caso es que el cartucho de NES y la recreativa fueron desarrollados al mismo tiempo por Capcom. Para cada versión se encargó personal diferente de la compañía nipona, basándose también en un manga que, casualmente, también se estaba llevando a cabo a la vez que los juegos.

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Las fases de la versión de NES tienen zonas que no están en la recreativa

El caso es que la versión para arcades de Strider fue todo un pelotazo, pero la de NES no tanto a pesar de ser un poquito más profunda en términos jugables. Tiene sus fallos y no fue del todo del gusto de sus creadores, ya que únicamente salió en Estados Unidos, cancelándose su salida en Japón (y de Europa ya ni hablamos).

Lo dicho. La recreativa acaparó toda la atención del público, dejando completamente de lado a este cartucho para la Nintendo NES. Tiene algunos problemas con el control y es un juego que, a pesar de contar con el nombre Strider, resulta un poco desconocido. A pesar de todo desde aquí os recomendamos darle un tiento, pues tiene cosillas que merecen la pena.

Toki: Going Ape Spit

Aquí ocurre más o menos lo mismo que con Joe & Mac: Caveman Ninja para Super Nintendo. El clásico juego de plataformas, Toki, de TAD Corporation, sufrió una serie de modificaciones en su adaptación para Mega Drive, de 1991 y de la mano de la propia Sega.

Pero, cuidado, resulta que este cartucho para Mega Drive se llama, al menos según la caja del juego, Toki: Going Ape Spit, algo que ya nos hace sospechar de que posiblemente estemos ante un juego diferente. En realidad no es así exactamente. El argumento y las mecánicas son las mismas. ¿Por qué se tomó esta decisión? Ni idea.

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Nada más empezar ya nos damos cuenta de que este Toki difiere mucho del original

¿Qué lo hace diferente al arcade original? En general es todo el desarrollo del juego. Cada nivel se divide en subfases, por cierto, bastante cortas. Se potencia bastante el uso de las plataformas y muchas cosas han cambiado con respecto a la recreativa. Por ejemplo, el jefe de la primera fase no es el guerrero ese que nos lanza monos. Se trata de esa especie de máquina de piedra que manejan dos monos en el primer nivel del arcade.

También hay fases con ambientaciones diferentes y nuevos diseños de personajes. Todo parece indicar que es un juego diferente, pero os aseguramos que la esencia de Toki está ahí, y eso se nota en la jugabilidad, ya que nuestro personaje se controla igual que en la recreativa. Sí, es algo más lento, pero el control es prácticamente el mismo.

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Esta fase submarina no tiene nada que ver con la del arcade

En su momento la crítica especializada atacó bastante a este cartucho, y el público lo rechazó al no ser un port directo del arcade. Esto es algo que en realidad nos parece muy injusto, pues es un buen juego de plataformas. Podríamos decir que es una reinterpretación que le queda bastante bien a la 16bit de Sega.

No temáis, Toki: Going Ape Spit es sin duda un cartucho muy disfrutable. Luce bastante bien, se controla genial y prácticamente todos los elementos de la recreativa están ahí, pero de otra manera. No os dejéis engañar, Toki desembarcó en la bestia negra de Sega y, a su manera, su juego está muy bien.

Tumble Pop

Terminamos esta tanda de cinco juegos con uno de los más raros. Adaptar un juego como Tumble Pop a una consola como Game Boy no parece la mejor de las  ideas. Para este caso hubiera sido mejor hacerlo en Super Nintendo o Mega Drive, pero bueno, se decidió hacer para la portátil de Nintendo.

Data East volvió a hacer de las suyas y trasladó el juego a Game Boy en 1992, y lo hizo con un desarrollo un tanto distinto. Y para empezar lo que más llama la atención es la aparición de un mapa por el que nos podemos mover, escogiendo qué fases queremos jugar en primer lugar. Todo con un aspecto muy RPG.

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El mapa inicia de Tumble Pop recuerda mucho a ciertos RPG

A la hora de jugar pasaremos también al mapa de nivel, compuesto por diferentes fases. En ellas debemos limpiar todo de enemigos, como en la recreativa, pero como la pantalla de Game Boy es menor hay scroll. Sí, los enemigos son más o menos los mismos y lo mismo ocurre con los ítems para nuestro aspirador, por lo que la esencia del original está ahí. Y así será a lo largo de los 8 mundos de los que se compone el juego.

Otra de las novedades del juego es que obtendremos monedas a medida que vamos acabando con nuestros enemigos. Estas monedas se pueden utilizar en las tiendas que encontraremos en el mapeado general. En ellas podremos adquirir objetos que nos vendrán muy bien en nuestra misión.

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Luego resulta ser un entretenido juego de plataformas, como la recreativa

Tampoco faltarán los típicos enemigos de fin de fase, así que está claro que el espíritu del Tumble Pop original se ha captado en este cartucho para Game Boy. Por poner una pega, el juego se puede hacer un poco repetitivo a la larga y es más largo que el arcade. Y por este motivo contamos con un sistema de passwords que nos ayudará a seguir el juego en otro momento.

No es perfecto y al principio puede chocarnos, pero Tumble Pop para Game Boy es otra reinterpretación de la recreativa a tener en cuenta. Puede resultar repetitivo, como ya hemos dicho, pero eso de limpiar enemigos con un aspirador en una consola portátil no tiene precio.

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6 COMENTARIOS

  1. Todas esas conversiones en las que los juegos variaban eran mal recibidas a pesar de aportar más jugabilidad, porque en aquel tiempo lo top eran los recreativos, y la conversión era mejor cuanto más se pareciese a la máquina. Sin embargo creo que quitando el Dragon’s Lair que era una aberración jugable (y que también salió para Game Boy) los demás juegos los habríamos disfrutado enormemente en su momento. Es más, añadían cositas diferentes que molaban mucho y compensaban el bajón técnico.
    Debo reconocer que Toki en Megadrive no me gustó demasiado porque su desarrollo me parecía bastante pausado, pero oye era Toki al fin y al cabo.

    • Efectivamente tienes razón, la gente quería conversiones clavadas y los cambios le echaban para atrás. Por cierto, no confundas el Dragon’s Lair de Game Boy con el de NES, son dos títulos distintos, de hecho el de Game Boy lleva la coletilla de The Legend y está muy orientado a las plataformas.

      • Vaya no lo sabía. Pero es igual de malo ¿no? La verdad es que nunca lo he probado, el de Nintendo sí, emulado y vaya castaña. Pues me ha picado el gusanillo porque si al menos se juega bien tendré que probarlo. Por otra parte el Dragons Lair original tampoco me ha gustado nunca, también le considero una aberración jugable. Al menos en los walking simulators actuales te mueves cuando quieres…

        • Gráficamente para ser un juego de Game Boy es bastante chulo, pero la jugabilidad es muy limitada y es bastante difícil (no tanto como el de NES). A decir verdad le guardo cariño porque fue el segundo juego que tuve en la Game Boy, y de hecho todavía lo conservo.

          • Pues he probado el Dragons Lair de Gameboy y aparte de resultar que ya lo había jugado un poco antes, ciertamente no me parece tan malo. Los gráficos son bastante majos, y en global me ha parecido apañado, lo que si me ha parecido es muy dificil como dices.

          • Es que tienes que recoger unas piedras, pero nunca supe si eran todas (algo que me parece directamente imposible) o solo con un número determinado vale. El caso es que una vez conseguí llegar a lo que parecía el final del mapa y no ocurrió nada. Creo que se pasaron en algunas cosas y la mecánica de saltos es pobretona. A pesar de todo me parece uno de los juegos más bonitos de Game Boy.

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