Portar DOOM a consolas no es nada fácil, dicho de otra manera, es difícil en muchos casos. Pero lo que hoy os traemos es la versión para la Jaguar de Atari, considerada en su momento (sí, leed bien) como la mejor versión de DOOM para consolas antes de la llegada de la de PlayStation. ¿El porqué? Lo vamos a ver.
Allá por noviembre de 1994 comenzaban a aflorar los primeros ports de la obra maestra de ID Software a consolas. El primero en aparecer fue, si las fechas no nos fallan, el de Mega Drive 32X o Sega 32X. La del add-on de Sega fue sin duda una versión muy meritoria y bien realizada, pero unos días después debutaba el cartucho para la 64bit de Atari. Más adelante, apareció la siempre meritoria versión para Super Nintendo y la de 3DO, que usaba el mismo código que la de Jaguar, pero bueno, esta última da para otro artículo.
Lo más llamativo de este DOOM para Atari Jaguar es que ha sido realizado por ID Software, en particular por John Carmack, el padre de la criatura, que ejerció de programador. Con estas credenciales no se puede negar que estemos ante un mal producto, y así fue. DOOM para Jaguar es sin duda uno de los mejores juegos del sistema de Atari. Vamos, un oasis en medio de un catálogo lleno de mediocridades que no hay ni por dónde coger.
Evidentemente, para que el juego quedase bien, hubo que hacer algunos sacrificios. Para empezar, este DOOM no tiene música, solo la hay en la pantalla de presentación y en las pantallas entre fases. Esto es cosa del chip DSP de la consola, es decir, el procesador de señales digitales que, además de encargarse de la música, también se encarga del tema de la detección de colisiones. Por tanto, había que dejarlo un poco libre para que el juego fuese lo suficientemente fluido.
La resolución disminuye, como es normal, pero no tanto en comparación con el port de 32X. Además, si el original para PC cuenta con 27 niveles, esta versión se reduce a 24. Por lo visto, de esos 24, dos de ellos son propios de esta versión. Tampoco está la división por capítulos del de PC, aquí se sueltan los 24 niveles de una sola tacada.
Se han eliminado a algunos enemigos como el Cyberdemon. También se han retocado los niveles originales, cambiando algunos enemigos por otros, poniendo un poco aquí, otro poco allá, etc. Pero son cambios menores que, en principio, no empañan la experiencia del juego. También hay que tener en cuenta el tamaño del cartucho de Jaguar, meter casi todo DOOM ahí debió resultar complicado.
Pero, ¿qué tal se mueve? Estupendamente. Verlo en movimiento es ver el juego de PC con algo menos de resolución y de velocidad, tal cual. Sí, hay algunas ralentizaciones y no va a 60 fps como en PC, pero esto se lo vamos a perdonar porque estamos ante una versión muy digna, muy meritoria. Simplemente es uno de los mejores juegos del sistema. Casi nada.
Una cosa muy llamativa es el tema del mando de la consola. Como ya sabréis, cada juego de Jaguar tiene una plantilla que se pone en el teclado numérico del mando. Con esto tendremos a nuestra disposición todo el arsenal de nuestro héroe o el mapa. Si bien no debe ser el mejor mando para jugar a DOOM, hay que reconocer que la idea de tener todos los botones a mano no está nada mal.
Hoy puede haber envejecido un poco mal, pero lo que está claro es que DOOM para Jaguar es uno de los mejores ports que existieron en su momento. Tristemente no fue el «vende consolas» que Atari pretendía, pero ayudó mucho al catálogo de la consola. Una consola muy necesitada de juegos de calidad, y no hay duda que este DOOM la tiene, y de sobra.