Nueva ración de exclusivos. Esta vez nos vamos al género de los shoot ‘em up, también conocidos por estos lares como matamarcianos. Hoy os traemos tres joyazas veraderamente espectaculares en todos los sentidos. Nada de recreativas, nada de ordenadores, estos tres juegos únicamente están disponibles en consolas.
AXELAY
Esta obra maestra de Konami no solo es uno de los mejores matamarcianos disponibles para Super Nintendo, también es uno de sus mejores juegos. El llamado cerebro de la bestia recibió en 1992 uno de los shooters más espectaculares de su época, no solo por su apabullante apartado técnico, también por una serie de mecánicas más que interesantes.
El planeta Corliss, perteneciente al sistema Illis, era un sitio tranquilo y apacible. Desgraciadamente un ejército alienígena se ha hecho con el control y se busca a alguien con suficientes agallas para acabar con ellos. Ahí entramos nosotros, convirtiéndonos en el piloto de la sofisticada nave de combate D117B Axelay, capaz de acabar con dicha amenaza. Vamos, lo típico.
Ya metidos en faena vamos a ver qué nos ofrece Axelay. Se trata de un shoot ‘em up que combina fases de desplazamiento verticial con otras que se desarrollan horizontalmente, como si tuviésemos dos juegos en uno por así decirlo. Como es de esperar tendremos que disparar a todo bicho viviente, resultando ser una guerra especial no apta para principiantes en el género.
Nuestra nave dispone de tres estilos de disparos predefinidos. Nosotros debemos seleccionar el que más nos llame antes de empezar la partida, siendo estos una ráfaga de fuego, una especie de cañón circular o unos misiles. Esto aparece al inicio de cada nivel, siendo especialmente útil si ya hemos jugado anteriormente y sabemos qué disparo nos vendrá mejor en cada pantalla.
Superado este trámite Axelay se muestra en todo su esplendor, quedándonos embobados ante lo que se muestra en pantalla. Y lo que ven nuestros ojos es una fase de scroll vertical con uno de los despligues técnicos más brutos de la 16bit de Nintendo. El famoso modo 7 hace de las suyas, ofreciéndonos una sensación de profundidad impresionante. Además hay transparencias y otros efectos que nos dejarán ojipláticos perdidos.
La cantidad de enemigos que se nos presenta en pantalla es bastante importante, sin apreciarse ralentizaciones en especial. Esto ocurre en los dos tipos de fases, convirtiendo a Axelay en una orgia de disparos y explosiones constante. Además los jefes de fin de fase son dignos de mención, destacando por su tamaño y su dureza como, por ejemplo, el monstruo mastodóntico del nivel de lava, todo un icono representativo del juego.
Por lo demás Axelay se juega muy bien. La nave responde genial y el control es sencillo, pero la extrema dificultad se hace patente muy pronto y eso puede echar para atrás a algunos jugadores. El sonido también está muy bien, con melodías que acompañan genial a la acción y efectos de sonoros contundentes.
Una maravilla que demuestra que Konami conocía muy bien a Super Nintendo. Trístemente las ventas no acompañaron y se canceló una secuela que anunciaba el propio juego si te lo pasabas un par de veces en el modo más difícil. A pesar de todo Axelay es un juego al que hay que jugar sí o sí, especialmente si queremos maravillarnos con lo que Super Nintendo era capaz de hacer con juegos de este género.
SUB TERRANIA
Dejamos atrás a Super Nintendo y vamos con un exclusivo de Mega Drive. Hablamos de Sub Terrania, un juego desarrollado por Zyrinx, a quiénes hemos visto por aquí con Red Zone, que Sega lanzó al mercado en 1994. Se trata de un matamarcianos con un desarrollo atípico y con un apartado técnico de lo mejorcito para Mega Drive.
Alienígenas malvados invaden una colonia minera subterránea situada en un asteroide. Nuestro trabajo consistirá en meternos en una sofisticada nave de combate y movernos por las profundidades del asteroide, destruyendo a estea amenaza y rescatando a los pobres mineros que pululan por ahí.
Sub Terrania tiene un desarrollo diferente al de otros juegos del género. Aquí no vamos a toda pastilla cruzando la galaxia, para nada, aquí debemos ir con calma, moviéndonos en todas las direcciones. Nuestra nave rotará sobre sí misma y debemos avanzar poco a poco y con cautela porque cualquier amenaza nos esperará al cruzar la esquina. Y también hay que ir poco a poco rescatando a esos mineros que nos esperan como agua de mayo.
También tenemos que tener en cuenta que nuestra nave tiene un medidor de combustible, por eso también debemos medir muy bien nuestros próximos pasos. Vamos, que Sub Terrania nos invita a pensar mucho lo que vamos a hacer, y eso al principio puede ser un poco duro. De todas formas una vez que le hemos cogido el truco acaba resultando una experiencia muy placentera y divertida.
Y todo esto se desarrolla a lo largo de un puñado de niveles muy vistosos a nivel técnico. La ambientación de cueva subterránea es perfecta, contando también con efectos de lluvia y tormentas. Además, la intro del juego, con gráficos pre-renderizados, es todo un placer para la vista.
Todo esto se completa con un diseño de niveles y enemigos sobresaliente. De nuevo destacan los jefes de fin de fase, con un aspecto aterrador y un desarrollo especialmente duro. Por otra parte a nivel sonoro cuenta con melodías trabajadas y los típicos efectos de sonido de disparos en Mega Drive, así que aquí tampoco hay pegas.
Como decimos antes, Sub Terrania tiene un control con el que cuesta un poco hacerse al principio. Esto hace que, de nuevo, sea un juego solo para los más curtidos. De todas formas si le echamos unas cuantas partidas descubriremos a uno de los mejores matamarcianos que hay para la bestia negra de Sega.
Pues lo dicho. Sub Terrania es un shooter muy a tener en cuenta dentro del extenso catálogo de juegos de este tipo en Mega Drive. Sus originales mecánicas, su estupenda ambientación y su tremendo apartado técnico son suficientes para disfrutar de este juegazo como la copa de un pino.
SUMMER CARNIVAL 92: RECCA
Si Axelay y Sub Terrania son un portento técnico, Summer Carnival 92: Recca no podía ser de otro modo. Simplemente hablamos de uno de los juegos más espectaculares aparecidos en la Nintendo NES, bueno, mejor dicho, en la Famicom, ya que es un título que no salió de Japón.
Fue creado por una empresa llamada KID. Los chicos de Naxat lo lanzaron en Japón en 1992, pero tiempo después se dejó ver en la Consola Virtual de la Nintendo 3DS y ahí sí que acabó apareciendo en nuestros territorios.
El festivo nombre de Summer Carnival 92: Recca esconde un shoot ‘em up de scroll vertical absolutamente frenético. Su desarrollo es rápido, muy rápido, siendo un juego en el que tener buenos reflejos puede jugar mucho a nuestro favor. De hecho ver un juego así de frenético en una NES es verdaderamente difícil.
A simple vista puede parecer el típico shooter genérico de cualquier plataforma, y de hecho puede que lo sea, pero os aseguramos que nunca habéis visto nada así en una NES. Además de la impresionante velocidad a la que se desarrolla, no existe ningún juego que exprima tanto a la NES como este Summer Carnival 92: Recca.
Si estuviésemos en la Edad Media seguro que un grupo de vecinos furiosos armados con antorchas y horcas iría a casa de los desarrolladores. ¿Por qué? Porque esto parece cosa de brujas. Y es que jamás se habían visto ciertos efectos gráficos como las deformaciones en la NES, que aparecen como fondo de ciertos niveles. Además, la cantidad de enemigos en pantalla es ingente, con los parpadeos y las ralentizaciones justas. Flipante.
Otro apartado curioso es el del sonido. Los efectos sonoros son los de siempre, pero la música es otra cosa. Este título cuenta con melodías tipo techno con sonidos sampleados que, incluso, llegó a editarse en CD muchos años después. Vamos, lo nunca visto en una consola de 8bit.
Por cierto, ¿sabéis porqué se llama así? El caso es que fue lanzado para una competición japonesa llamada «Summer Carnival», por lo que podríamos decir que el verdadero nombre del juego es Recca a secas. Dicha competición sirvió como excusa para que Shinobu Yagawa, artífice de esta joya, sacara pecho y mostrara lo que sabía hacer con una NES.
Visualmente espectacular. El título más rápido para la Nintendo NES se llama Summer Carnival 92: Recca y es todo un desconocido que ningún amante del género debería dejar pasar. Probadlo y maravillaos ante esta impresionante obra de la programación y del buen hacer. Tremendo.
El Sub Terrania es un juego desconocido para mí, reconozco que no soy muy de ese tipo de matamarcianos «de exploración». Pero es verdad que por estética y jugabilidad hoy sería uno de esos indies super valorados.
Axelay es el mejor matamarcianos de la Super Nintendo, que no tuvo muchos, pero también podría serlo de la generación de 16 bits. Es una obra de arte total. Eso sí, díficil, muy dificil.
El Recca me parece demasaido japonés, no discuto sus virtudes, pero prefiero el Crisis Force de Konami. Que por cierto tampoco salió de Japón y también es exclusivo de consola.
El Crisis Force me lo tengo apuntado para otra ocasión. Lo que dices de Axelay no lo comparto. Sí, es de los mejores, pero el mejor tampoco. No te olvides de otras joyas como el Thunder Force IV de la Mega Drive.
A mí me gusta más que el Thundeforce, pero esto va en gustos porque ambos tienen virtudes de sobra, tanto técnicas como jugables. Axelay aún me produce la misma flipante sensación que la primera vez que lo jugué, tambien lotra más frustrante como la de morir sin cesar, pero eso es otra historia.
Buff, lo de la dificultad ya es otro tema, que uno es bastante manco en estos juegos
Que por cierto y perdón por la reiteración, tres matamarcianos exclusivos de consola que puedo recomendar son de una máquina que fue una gozada para los aficionados (al menos en Japón) Son el Aldynes de Supergrafx, el Rayxanber 3 y el Ginga Fukei Densetsu Sapphire de la Turbografx Cd. Cierto que el Aldynes parece muy básicote pero tiene un encanto especial. El Rayxanber 3 es la entrega más jugable de la saga y con unos gráficos superlativos. Y el Sapphire es un espectaculo gráfico de primer nivel.
El Aldynes sí lo conozco, pero de los otros tendría que mirar. De la PC Engine y familia hay muchísimo que rascar, más que nada porque se podría decir que como un tercio del catálogo son matamarcianos.
Gracias por el aporte!