Tres FPS exclusivos de consolas, volumen 1

Los FPS o first person shooters (juegos de disparos en primera persona) siempre han sido un terreno vedado en ordenadores, especialmente en PC. Clásicos como Doom, Wolfenstein 3D o Quake aunque tienen sus versiones para consolas nacieron para ordenadores.

Hoy queríamos dejar a los ordenadores de lado y traeros tres FPS exclusivos de consolas. Tres FPS que nacieron en consolas y no fueron trasladados para ningún ordenador de forma nativa, excluyendo, claro está, la emulación. Vamos a por ellos, pues os garantizamos que los tres merecen aunque solo sea un vistazo.

Alien vs. Predator

Comenzamos fuerte, pues además de ser una licencia potentísima Alien vs. Predator es considerado el mejor videojuego para la consola Atari Jaguar, además de ser uno de los que mejor aprovecha su potencial. Creado por Rebellion, expertos en estos temas, este cartucho fue lanzado en 1994 en exclusiva para Jaguar y nos permite seleccionar a tres personajes diferentes.

Como decimos, en Alien vs. Predator podemos utilizar a tres personajes bien diferentes y participar también en tres campañas distintas. Con el marine seremos duchos con las armas, el Alien nos permitirá meternos por pequeños recovecos mientras que con la tecnología del Predator podremos ser invisibles entre otras ventajas. Con cada personaje casi tendremos a nuestra disposición tres juegos diferentes. Esto es porque la jugabilidad de cada uno es completamente diferente.

Lo mejor es escoger al marine para familiarizarnos con el juego, más que nada porque su desarrollo es el de un FPS de los de toda la vida. Con él participaremos en unos cuantos niveles eliminando xenomorfos a diestro y siniestro, recolectando armamento y otros ítems útiles como botiquines o radares. Nuestro objetivo es el de dar caza a la reina Alien y salir con vida, una tarea bastante dura, pero satisfactoria gracias a la genial ambientación del juego.

Las misiones del Predator cambian por completo el esquema. Con él también tenemos que acabar con la reina Alien, pero además nos enfrentaremos a los marines, siendo el único objetivo ser el mejor cazador de la galaxia. Y decimos que cambia, pues el armamento del bicho es más sofisticado, permitiéndonos ser invisibles, lanzar discos o dar zarpazos, dándole a nuestras misiones un punto más táctico que con el marine.

Por último está el Alien y su jugabilidad es lo más loco del juego, aparte de ser el que cuenta con el sistema de control más complicado. Con él solo tendremos que llegar hasta la reina Alien y unirnos a su expansión, pero para ello habrá que enfrentarnos a marines y Predators. Lo mejor es que podemos pasar inadvertidos, escondiéndonos en los conductos de ventilación, porque en el combate cuerpo a cuerpo nos quedamos un poco vendidos. Eso sí, un detalle muy curioso es que debemos inocular huevos a los marines, de esta forma podremos continuar la partida en otro momento.

Alien vs. Predator para Jaguar es todo un juegazo. Su genial ambientación y su apartado técnico consiguieron que Rebellion creara una fórmula a imitar, posteriormente, por los brutales Aliens vs. Predator que desembarcaron años después en PC. Una pena que el catálogo de Jaguar no cuente con más juegos así.

PO’ed

Vamos con el título más raruno de estos tres. Se trata de PO’ed, un FPS creado por Any Channel para 3DO que vio la luz en 1995. Tiempo después, en 1996, PO’ed también se lanzó en PlayStation, cancelando una futura versión para PC.

Nosotros asumimos, atención, el papel de un cocinero. Dicho concinero está atrapado en una especie de estación espacial alinígenea y tiene que escapar con vida. Para ello podrá utilizar las armas más variopintas posibles, como una sartén o una colección de cuchillos de cocina. Vamos, que como podemos ver PO’ed no es un título que se tome muy en serio a sí mismo.

Esta última afirmación también se puede referir a los enemigos a los que haremos frente. Hay creaciones alienígenas de todo tipo, robots asesinos y algún que otro jefe de fin de fase bastante tocho. Pero lo más curioso en este apartado es que uno de los primeros enemigos que vemos es… ¡un culo con piernas! Y encima dicho culo nos lanzará, como es obvio, venenosas flatulencias.

En fin. Superado el shock inicial lo que nos encontramos es un shooter en primera persona genérico. Ya sabéis, de los de disparar a todo lo que se mueva hasta encontrar la salida que nos llevará al siguiente nivel. Obtendremos armas más potentes y un jetpack que nos vendrá de lujo para poder superar ciertas zonas.

PO’ed puede resultar entretenido, pero tampoco esperéis ninguna maravilla. En 3DO se juega bien, pero el movimiento es algo lento, mientras que la versión de PlayStation sería la ideal para probarlo, pues el movimiento es más rápido y el control es algo más preciso. De todas formas, como decimos, no es el mejor FPS para ninguna de estas dos consolas.

Si os llama su planteamiento cachondo echadle un ojo, pero tampoco esperéis nada del otro mundo. PO’ed es simple, su control no es el mejor y gráficamente es feote. Eso sí, no váis a encontrar ningún juego en el que podáis liaros a sartenazos contra un culo espacial tirapedos.

Zero Tolerance

Para el último juego nos tenemos que ir a la 16bit de Sega, es decir, a la mítica Mega Drive. En 1994 la gente de Technopop, bajo la batuta de Accolade, lanzaron un juegaco espectacular llamado Zero Tolerance. Y todo generado sin la necesidad de chips de apoyo ni nada, solo el hardware de la consola.

Nos cuentan que una estación espacial ha sido invadida por alienígeneas, dañando el sistema de refrigeración, que es nuclar. Es cuestión de horas que una fusión nuclear se cargue todo, por lo que debemos barrer la estación de extraterrestres y lograr hacernos con el control de la misma para repararla.

Para ello contamos con cinco personajes, siendo cada uno la cantidad de vidas que tenemos disponibles para llevar nuestra misión a buen puerto. Escoger a uno u otro nos da un poco igual, aunque cada uno cuente con su propia ficha, que explica sus habilidades y esas cosillas.

Una vez metidos en Zero Tolerance vemos una ventana de juego un tanto pequeña respecto a la pantalla, algo normal teniendo en cuenta la proeza técnica que tenemos delante. El resto de la pantalla nos da datos como el armamento, un mapa o la ficha del personaje que estamos manejando. Lo cierto es que a simple vista puede recordar un poco a juegos como Blake Stone: Aliens of Gold.

La sorpresa comienza cuando nos movemos. Y es que Mega Drive se comporta perfectamente, ofreciéndonos todo un entorno 3D suave que combina perfectamente con la jugabilidad. Por lo demás, como en PO’ed, el desarrollo también es el de siempre, pero en una consola de 16bit, algo bastante inaudito para la época. Además la variedad de enemigos y escenarios es también digna de elogio. Una maravilla.

Para acabar tenemos que señalar que Zero Tolerance esconde una opción para dos jugadores un poco enrevesada. Esta consiste en conectar dos Mega Drive mediante un cable que incluye el juego y contar también con dos televisores, es decir, como el game link de la Game Boy pero a lo grande. Una opción algo engorrosa pero muy interesante para uno de los juegos más espectaculares del catálogo de la bestia negra de Sega que, además, iba a contar con una secuela que trístemente se canceló.