Tenemos que viajar atrás en el tiempo, bastante atrás, en concreto hacia la época del medievo. Y esto lo haremos con Sir Fred, juego mítico de la llamada «edad de oro del software español» creado por los chicos de Made in Spain, que lo lanzaron en 1986. ¿Nos acompañáis?
En Sir Fred controlamos al típico caballero que tiene que rescatar a su amada. Para ello tenemos que recorrer palmo a palmo cada una de las estancias del castillo de los Beni-Gómez, que esconde peligros en cada uno de sus rincones. Y es que la princesita de marras puede estar escondida en diferentes lugares del castillo, dependiendo de la partida, toda una novedad para la época.
Como decíamos al principio, el juego se lanzó en 1986 por Made in Spain, gracias al trabajo de gente como Paco Menéndez, que igual os suena por su maravilloso buen hacer en La Abadía del Crimen. Mikro-Gen se encargó de la distribución del juego en Reino Unido y fue lanzado para Amstrad CPC, ZX Spectrum y MSX, siendo la de CPC la versión que hemos escogido para nuestra reseña.
Sir Fred no es un juego de plataformas al uso. Tiene componentes aventureros y nos hará pensar bastante cada acción, pues cualquier metedura de pata puede ser mortal. Así pues tenemos a nuestra disposición unas 50 pantallas diferentes entre el interior del castillo y sus alrededores, y por ellas deberemos vagar para dar con la princesa.
En ellas deberemos recoger objetos, combatir contra otros guerreros, escapar de algún que otro bichejo o saltar y trepar a lo loco para encontrar la salida. Todo debe ser medido y meditado al milímetro, pues la posibilidad de fracasar ondea sobre nuestras cabezas de forma constante. Poca broma.
Nuestro aguerrido personaje comienza la partida con las manos vacías. Podremos movernos de izquierda a derecha y saltar y agacharnos. Además usaremos de un par de teclas, una para recoger objetos y la otra para usarlos. Dichos objetos podrán ser almacenados en nuestros bolsillos, pudiendo cargar con un total de cuatro objetos a la vez. Esto último es muy interesante y nos invita a pensar muy bien qué objeto es más necesario para llevar a cabo nuestra misión.
Además de todo esto, Sir Fred es todo un experto en acrobacias. Nuestro amigo puede trepar por cuerdas o enredaderas, pudiendo balancearse y ganar potencia de salto. Conviene practicar mucho con estas mecánicas, ya que dominar los saltos será algo obligatorio para poder avanzar. Por cierto, Fred también puede nadar y bucear, vamos, que este tío es un todoterreno en toda regla.
Otro de los aspectos importantes del control de Fred es la posibilidad de correr. Si dejamos cualquiera de las dos teclas de dirección pulsadas nuestro héroe saldra pitando, pero cuidado, si nos chocamos perderemos un poco de nuestra preciada barra de vida. Este aspecto también es importante a la hora de dar saltos, pero con mesura, tampoco podemos ir a lo loco.
Por supuesto podemos utilizar armas como espadas o arco y flechas para deshacernos de algún que otro indeseable. Conviene señalar que los combates de espadas (si la tenemos en el inventario, claro) son bastante completos, utilizando las teclas de movimiento para atacar o defendernos, muy similar al futuro Prince of Persia que salió unos añitos después.
Como véis el sistema de control es bastante completito. Todas las acciones son muy fáciles de aprender, pero Sir Fred es un juego que necesita mucha práctica para ser dominado. Esto es especialmente importante por ser verdaderamente exigente en muchos aspectos. Os aseguramos que no es ningún paseo por el campo a pesar de que te lo puedes terminar en menos de 10 minutos.
Vamos al aspecto técnico. Sir Fred tiene personajes simpáticos, con la nariz gorda y redonda, como en los tebeos de toda la vida. Los fondos son negros y no cuentan con mucho colorido, pero destacamos la versión de Amstrad al ser, algo, más colorida que las otras dos. Lo que sí están logrados son los movimientos del personaje y de algunos elementos como las cuerdas, con un movimiento bastante fluido y realista para la época.
A nivel sonoro poco que destacar. La música solo hace acto de presencia en el menú principal y al final del juego. Durante la partida solo podremos disfrutar del sonido del correteo del amigo Fred y de los pitidos que suenan al saltar. Poco más.
Lo realmente importante aquí es su jugabilidad. Sir Fred nos pide reflejos y pericia a las teclas para dominar los movimientos del personaje, especialmente, como ya hemos señalado antes, en los saltos. Es difícil, sí, pero sus mecánicas aventureras están geniales, obligándonos a meditar cada movimiento y a gestionar el inventario de objetos.
Como decimos, Sir Fred desembarcó en Amstrad CPC, ZX Spectrum y MSX. Da igual qué versión escoger, todas se juegan estupendamente y son muy similares a nivel técnico. Ya os comentamos que nosotros escogimos la de Amstrad al ser un pelín más vistosa, pero nada más.
Antes de irnos debemos señalar que la gente de RetroWorks se sacó de la manga en 2005 un remake para PC. Todavía no lo hemos catado (lo haremos en un futuro para alguna que otra cosilla que tenemos en mente) pero tiene muy buena pinta. Os dejamos un enlace para descargarlo si le queréis echar un ojo.
Sir Fred es uno de esos juegos imprescindibles para los amantes de los retos. Un plataformas duro y sesudo con el que disfrutar con cada una de las originales mecánicas que nos planteó Made in Spain allá por 1986. Toda una joya del software patrio.
