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Saimazoom, el juego de los muy cafeteros

Johny Jones, el aventurero por excelencia de Dinamic Software, está de vuelta en Pixelmaniacos. En esta ocasión os traemos Saimazoom, su primera aventura, un juego para el ZX Spectrum que nos propone todo un desafío «made in Spain».

Estamos ante la primera aventura de este personaje del que ya hablamos en una de sus obras más conocidas: Abu Simbel Profanation. Pero en esta ocasión cambiamos el interior de aquella pirámide egipcia para adentrarnos en una jungla llena de peligros. ¿El objetivo de nuestro héroe? Recoger cuatro sacos de café.

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Recoger llaves será fundamental para acceder a nuevas zonas

Y sí, amig@s, en este Saimazoom de 1984 debemos encontrar café. Al parecer la idea surgió a raíz de cierto anuncio de cierta marca de café que se estilaba en aquella época. Su eslogan, que era algo así como «el café para los muy cafeteros», inspiró a Pablo Ruiz, uno de sus creadores, para la temática del juego y su título. Vamos, que estamos ante una especie de Indiana Jones cafetero.

En Saimazoom nos esperan alrededor de cien pantallas que nos presentan el juego como una mezcla de juego de puzles con algo de acción y aventura. Debemos recorrer dichas pantallas mientras nos estrujamos el cerebro y damos con la mejor combinación para encontrar los deseados sacos de café.

En el gran laberinto de este título, que es una gran jungla, tendremos que enfrentarnos a todo tipo de peligros. Habrá enemigos que nos cortarán el paso, como serpientes o miembros de alguna que otra tribu salvaje. Necesitamos cruzar ríos, buscar la forma de atravesar rocas o adentrarnos en peligrosas grutas. Por suerte disponemos de una serie de objetos para realizar todas estas tareas.

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Una de las zonas con pedruscos, a veces será necesario deshacerse de alguno para poder avanzar

El bueno de Johny puede utilizar balsas para cruzar los ríos, picos para hacer desaparecer las rocas que nos cortan el paso, pistolas para defendernos de los enemigos o llaves que nos darán acceso a nuevas zonas. También encontraremos cantimploras llenas de agua para calmar nuestra sed, algo que debemos tener muy en cuenta.

Sobre esto último, Johny dispone de un medidor de agua que sirve a modo de energía. Dicho medidor irá bajando progresivamente a medida que jugamos, de modo que si no queremos pifiarla debemos hidratarnos bien. Y si esto fuera poco lío también se añade un contador de tiempo a la mezcla, por lo que debemos tener mucho cuidado.

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Agua, alimañas, vegetación… La selva esconde muchos peligros

Para complicar aún más las cosas nuestro explorador solo dispone de cuatro huecos en sus bolsillos. Esto quiere decir que solo podremos transportar cuatro objetos al mismo tiempo, pudiendo escoger en todo momento cuál queremos usar. Si vemos que andamos apurados en este sentido, siempre podremos dejar el objeto en el suelo y apuntarlo para usarlo más adelante.

Otra cosa que debemos tener en cuenta sobre el uso de los objetos es que estos solo se pueden utilizar una vez. Esto quiere decir que Saimazoom juega mucho con el ensayo y el error, teniendo que echar muchas partidas para dar con la tecla correcta en cada situación que se nos presente. Poca broma.

Lo que sí que es sencillísimo es su sistema de control. Nuestro Johny favorito solo necesita cuatro teclas para moverse hacia arriba, abajo, izquierda o derecha, nada más, ya que el uso de los objetos es automático cuando nos situamos sobre la casilla correcta.

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Esta es una representación del mapa completo de Saimazoom que se publicó en el número 7 de la revista MicroHobby

No vamos a entrar a valorar mucho su apartado técnico, solo deciros que es simple pero simpático en términos generales, con un personaje narigudo y otros sprites reconocibles. Destaca eso sí la agradable pantalla de carga a la que siempre nos acostumbran los juegos de Spectrum. El sonido es testimonial, solo hay un efecto que simula los pasos del protagonista y otro cuando recogemos los objetos, se acabó.

Por suerte Saimazoom cuenta con un control súper sencillo. Nuestro personaje en las cuatro direcciones principales, lo que invita a recorrer el mapeado de una forma bastante ágil. En un principio nos puede abrumar un mapeado tan grande, pero con paciencia se podría llegar a terminar el juego en poco más de cinco minutos. Eso sí, esta proeza solo es posible después de echarle muchas, muchas horas.

Como hemos podido ver, Saimazoom salió en exclusiva para el mítico ZX Spectrum, siendo uno de los primeros éxitos comerciales de la compañía Dinamic Software. No ha tenido ningún otro port hasta 2005, en el que un grupo de aficionados llamado Karoshi realizó una versión para MSX.

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La versión de MSX mejora el apartado técnico del original

Esta adaptación de Saimazoom para MSX cuenta con un apartado técnico renovado, con mejores animaciones y sonido. Esto último también incluye música, tanto en la presentación como durante el juego.

Saimazoom es uno de esos juegos que se recuerdan con mucho cariño. Un título muy disfrutable, desafiante y exitoso, tanto que propició la aparición de una secuela llamada Babaliba y que nosotros dejaremos para otro día. No sé a vosotr@s pero a mi me han entrado ganas de prepararme un cafetito y echar otra partidilla.

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