Terminamos esta serie de artículos sobre el mítico Fatal Fury con sus tres últimas entregas. Y lo haremos con tres juegos completamente diferentes: la primera y única entrega con gráficos poligonales, un título exclusivamente realizado para una consola portátil y una pequeña obra maestra de la lucha en 2D. ¡Comienza el tercer y último asalto!
Fatal Fury: Wild Ambition
- Compañía: SNK
- Año: 1999
- Género: Lucha
- Plataformas: Arcade, PlayStation
Tras la exitosa subserie Real Bout, en SNK decidieron dar un gran paso, creando así una placa para recreativas que soportara gráficos poligonales, algo que a finales de los 90 era ya una obligación. Con esta premisa nació Hyper Neo Geo 64, llamada a ser la sucesora de la Neo Geo original, con potencia para ejecutar espectaculares juegos 3D en la línea de lo ya visto en PlayStation o Nintendo 64.
Sin entrar en muchos detalles respecto a Hyper Neo Geo 64, ya que este no es el objetivo del artículo, diremos que Fatal Fury: Wild Ambition es uno de los títulos que se lanzaron para este nuevo sistema. Y, como ya señalamos al principio, se trata de la única entrega de la saga realizada con gráficos poligonales. ¿Fue un acierto? La verdad es que no mucho y vamos a ver porqué.
En primer lugar hay que decir que estamos ante una especie de reedición del primer título de la saga, por lo que argumentalmente volvemos a la época en la que Geese Howard era al amo del cotarro, creando el primer torneo de lucha de Southtown, así que argumentalmente no aporta nada nuevo a la saga.
Contamos con un plantel de luchadores bastante reducido para la época, siendo 10 en la recreativa original y 12 en la única versión doméstica del juego, que apareció en PlayStation. En este aspecto no contamos con los luchadores que se incluyeron en el primer juego, si no que es una selección de toda la saga, incluyendo a los hermanos Board y a su amigo Joe Higashi, a la bella Mai Shiranui y a gente como Kim, Billy, Yamazaki o el gigantón Raiden. Hay dos nuevos llamados Touji Sakata y Tsugumi Sendo, además de la inclusión en PlayStation de Geese Howard y Li Xiangfei.
Ya metidos en el juego descubrimos que Fatal Fury: Wild Ambition es el típico juego de lucha en 3D con poco que aportar al género más allá de una jugosa licencia. Se maneja igual que los anteriores juegos de la saga, pero como aquí contamos con un entorno 3D tendremos la posibilidad de movernos en todas las direcciones, por lo que aquello de los planos de desplazamiento no tiene ningún sentido.
Además de los típicos ataques y movimientos especiales, esta entrega tiene una interesante opción para defendernos de los ataques rivales. Y es que si nos lanzan un ataque y ejecutamos este movimento justo antes de que nos den, podremos contraatacar y anular completamente el ataque de nuestro enemigo.
A nivel gráfico Fatal Fury: Wild Ambition está bastante justo. Los personajes están bien modelados y animados, pero la acción es bastante lenta y los escenarios son muy vacíos. Esto chirría bastante en 1999, ya que en este año ya existían juegos como SoulCalibur, que le daban una patada a nivel visual a cualquier juego realizado para el hardware de Hyper Neo Geo 64. El sonido bien, en la línea de lo que nos ofrece Fatal Fury de forma habitual.
Como decíamos, la única versión doméstica que existe de este título está en PlayStation, pero originalmente no llegó a Europa, quedándose al otro lado del charco. Esta versión mejora algunos apartados del juego, añadiendo más luchadores, más velocidad, escenas CGI y varios modos de juego.
A pesar de todo hay que decir que Fatal Fury: Wild Ambition no es ni mucho menos un mal juego. Tras un apartado técnico desfasado y una falta de novedades considerable, estamos ante un título que agradará a los fans más incondicionales de la saga, ya que resulta divertido y curioso en ciertos aspectos.
Fatal Fury: First Contact
- Compañía: SNK
- Año: 1999
- Género: Lucha
- Plataforma: Neo Geo Pocket Color
Cambiamos de sistema y nos vamos a una consola portátil estupenda como fue la Neo Geo Pocket. Este sistema no gozó de mucha popularidad y contó con un pobre catálogo de juegos. Pero a pesar de todo nos dejó algunos juegos interesantes como este Fatal Fury: First Contact, lanzado para la versión en color de la consola.
Basado en el espectacular Real Bout Fatal Fury 2: The Newcomers, aparecido un año antes en los salones recreativos y otros sistemas Neo Geo, este cartuchillo contiene 11 luchadores cabezones en plan «super deformed», muy en la línea de lo que ya vimos en consolas como la Game Boy.
La jugabilidad, como viene sistendo habitual en consolas portátiles, se ha simplificado de manera considerable al contar sólo con dos botones de ataque, uno para puñetazos y otro para patadas. Y con eso se ejecutarán todos los movimientos presentes en el juego, como los ataques desesperados o las técnicas especiales habituales de cada luchador.
A nivel técnico el juego está muy bien realizado. Los personajes se mueven bien, aunque algo lentos, por los bonitos escenarios estáticos, siendo todo muy colorido y simpático. El sonido tampoco está mal, con melodías acertadas y efectos sonoros a base de pitidos, pero tampoco le podemos pedir más.
¿Le podemos poner alguna pega? Por supuesto que sí. Fatal Fury: First Contact no tiene apenas modos de juego. Salvo la posibilidad de jugar con otro a través del cable para dos jugadores, el juego no tiene nada más en este sentido salvo las típicas opciones para seleccionar la dificultad, un test de sonido y poco más.
A pesar de ser un excelente título de lucha para una portátil, es cierto que Fatal Fury: First Contact se queda bastante cojo con respecto a otros títulos de este mismo sistemas. Si bien es un juego muy divertido, con un estupendo apartado técnico y una jugabilidad bastante simpática, no es el mejor juego de lucha del sistema.
Garou: Mark of the Wolves
- Compañía: SNK
- Año: 1999
- Género: Lucha
- Plataformas: Android, Arcade, Dreamcast, iOS, Neo Geo, Nintendo Switch, PC, PlayStation 2, PlayStation 4, PlayStation Vita, Xbox 360, Xbox One
Y dejamos lo mejor para el final. Tras los diferentes experimentos anteriores, SNK vuelve a la carga (también en 1999) con una de sus mejores creaciones. Para muchos el mejor Fatal Fury y uno de los mejores juegos de lucha del sistema. Hablamos del brutal Garou: Mark of the Wolves, todo un reinicio de la saga que le sienta genial.
La historia se desarrolla 10 años después de los hechos que tuvieron lugar en el primer juego, es decir, la supuesta muerte de Geese Howard. Rock, el hijo de Geese, es adoptado por el bueno de Terry Bogard y entrenado en las artes marciales. Kain, el tío de Rock organiza un torneo de lucha en el que Rock tiene que descubrir qué pasó con su madre, ya que hay un misterio envuelto en un poderoso poder del que Kain tiene algo que ver.
Comenzamos hablando de uno de los mayores cambios en el juego: la selección de personajes. Hay 12 personajes para escoger y dos jefes finales, siendo todos luchadores completamente nuevos, nunca vistos anteriormente en la saga. El único que repite es Terry Bogard, que aquí ha cambiado completamente de look, alejándose de su coleta y de la típica gorra roja.
Además de Terry y de Rock tenemos a los dos hijos de Kim Kaphwan (Kim Dong Hwan y Kim Jae Hoon); a Marco Rodríguez, discípulo de Ryo Sakazaki (el de Art of Fighting); Gato Futaba y Hotaru Futaba, poderosos hermano y hermana; la sexy pirata Bonne Jenet; un crío llamado Hokutomaru, que es alumno de Andy Bogard; el terrible luchador de lucha libre Tizok, con aspecto de pajarraco; Kevin Rian, un poli colega de Terry y Rock; el misterioso asesino en serie de nombre clave Freeman completa la selección de personajes. Además están los jefes finales: Kain y su sicario y mejor amigo Grant.
¿Qué hay de nuevo viejo? Pues todo. El sistema de combate es más ágil y profundo que nunca, dejando de lado los diferentes planos de combate que vimos en los anteriores juegos. La novedad principal reside en que antes de cada combate podemos seleccionar en qué parte de nuestra barra de vida queremos que se sitúe una nueva barra de poder.
La cantidad de movimientos a nivel estratégico que podemos realizar en Garou: Mark of the Wolves es abrumadora. Hay movimientos que nos permitirán romper la defensa del rival, ganar una pequeña porción de vida al parar un poderoso golpe o engañar a nuestro enemigo haciéndole creer que nos disponemos a lanzar un ataque especial cuando no lo queremos hacer. Todos estos movimientos requieren mucha práctica y será necesario echar bastantes horas para dominarlos. Y todo controlado por el clásico esquema de mando y cuatro botones típico de Neo Geo.
A nivel técnico estamos ante el mejor Fatal Fury. Las animaciones y el diseño de los personajes son de lo mejor que ha dado este sistema, sacrificando un poco el tamaño, ya que son algo más pequeños de lo habitual. Los escenarios son verdaderas obras de arte, así de simple. El sonido nos trae contundentes efectos sonoros y una banda sonora inolvidable, con algún que otro tema que seguro que algún aficionado a la música disco reconoce enseguida.
Como era de esperar, un juego así tuvo varias conversiones domésticas. La más conocida en el mercado occidental es la de Dreamcast (eso sí, sólo salió en Estados Unidos), que cambió el nombre por el de Fatal Fury: Mark of the Wolves, dejando de lado el Garou ese tan japonés. Por aquí tuvimos que esperar a las plataformas digitales de Xbox y PlayStation para poderlo disfrutar como es debido.
Y con Garou: Mark of the Wolves ponemos el broche de oro a este repaso por la saga Fatal Fury. Lo único que recibimos más adelante fueron dos recopilatorios que aparecieron en PlayStation 2 que incluían toda la saga original y las conversiones de los juegos originales en los sistemas actuales, nada más. ¿Todavía hay esperanza de ver un Fatal Fury totalmente nuevo? El tiempo y SNK nos lo dirán.