Hace más de 40 años Konami se empeñó en demostrar que una rana cruce la carretera era algo divertido. Imaginamos que sabéis por dónde van los tiros, ¿verdad? Efectivamente, hablamos del clásico Frogger, un viejuno importantísimo dentro de la historia de los videojuegos, además de ser muy imitado. ¿Preparados para cruzar la carretera con nuestra amiga la rana? Nosotros lo estamos.
Fue en 1981 cuando Frogger debutó en los salones recreativos. Creado por Konami y distribuido internacionalmente por Sega, en Frogger controlamos a una simpática ranita que tiene que cruzar la carretera hasta llegar a su madriguera, eso sí, no será tan fácil como parece.
Tenemos dos zonas diferenciadas. Por un lado está la carretera, que está plagada de vehículos de todo tipo. Turismos, deportivos o camiones nos pueden atropellar sin contemplaciones, sin más. Luego está el río y en él tendremos que saltar por troncos y por el caparazón de unas tortugas. Superado el río llegaremos a salvo a nuestra guarida, pero lo tendremos que hacerlo dentro de un límite de tiempo concreto. Esto mismo habrá que hacerlo para un total de cinco ranas si queremos superar la fase.
Sobra decir que a medida que avanzamos las cosas se van poniendo más chungas. La velocidad de los vehículos aumenta, el tiempo disminuye y aparecerán nuevos peligros como serpientes, cocodrilos y focas que pueblan la zona del río. También hay elementos que nos darán más puntos como insectos u otras ranas con las que juntarnos.
El control de la rana es muy sencillo. Solo tenemos que moverla adelante, atrás, a la derecha o a la izquierda, despreciando cualquier tipo de botón de acción. Cada salto es una cuadrícula, y cada movimiento que hagamos con las cuatro direcciones es un salto. Ni más, ni menos.
Nos preguntamos, ¿cómo rayos se te puede ocurrir una idea así para un videojuego? La respuesta la tiene Akira Hashimoto, el diseñador del juego. Un buen día, mientras esperaba con su coche a que un semáforo se pusiera en verde, vio a una rana que tenía dificultades para cruzar. Hashimoto se bajó del vehículo y cogío a la rana, ayudándola a cruzar la calle. Eso hizo que pensara en la creación de Frogger.
En Wikipedia podemos leer que en realidad Frogger es una copia de un juego llamado Freeway. Dicho juego fue creado en 1971 por el departamento de psicología de la Universidad de Washington para un proyecto. Alguien de Konami lo vio, le gustó y lo copió. De todas formas esto último no lo tenemos muy claro, pero bueno, hacía falta comentarlo.
El caso es que en Sega, quiénes ejercieron como distribuidores fuera de Japón, no veían con muy buenos ojos el proyecto. Una tal Elisabeth Falconer, encargada de estudios de mercado en Sega, vio Frogger, le gustó y convenció a los directivos sobre la posibilidad de distribuirlo. Con esto Frogger apareció en Norteamérica también en 1981, cosechando un brutal éxito.
Un éxito así no tardaría en llegar a sistemas domésticos. Además de en arcades, Frogger se lanzó en ordenadores y consolas a partir de 1982. Ordenadores populares como PC, Apple II, Commodore 64, ZX Spectrum, MSX o Atari 8bit recibieron sus propias versiones. Otros equipos informáticos menos conocidos como BBC Micro, Commodore VIC-20, Sinclair ZX81, Tomy Tutor, Dragon 32/64, Tandy Color Computer, Timex Sinclair 2068, TI99/4A y NEC PC-6001 hicieron lo mismo.
En consolas Atari 2600 tuvo dos versiones oficiales, siendo la de Sega la ganadora frente a la de Parker Brothers. Atari 5200, ColecoVision, Intellivision y Magnavox Odyssey2 completan el sector vetusto. Luego están Mega Drive, Super Nintendo, Game Boy y Game Boy Color con versiones remaqueadas del original. Además, el Frogger original también está disponible en los servicios de descarga de PlayStation 4 y Nintendo Switch.
Todas las versiones domésticas tuvieron muy buena acogida, siendo más o menos fieles al arcade original. La cosa es que Frogger fue el único juego de la franquicia lanzado en recreativas, pues todas sus secuelas y refritos solo aparecieron en sistemas domésticos, existiendo más de 30 juegos diferentes de la rana que cruza la carretera. Además ha sido imitado a más no poder, por lo que es sencillo encontrarse con un clon en cualquier sistema, especialmente en ordenadores.
Frogger, el juego de la rana, ha tenido una influencia tremenda en la cultura popular y en el desarrollo de otros videojuegos futuros. Su último juego data de este mismo año para dispositivos iOS y, por lo que vemos, Konami sigue teniendo los derechos. Esperemos que siga aprovechándolo en videojuegos y deje de lado los pachinkos y esas tragaperras. Un personaje tan entrañable como esta rana debería continuar años y años ofreciéndonos juegos divertidos.
