Tiempo atrás, cuando comenzamos esta aventura llamada Pixelmaniacos, recordamos uno de los pegatiros sobre raíles más memorables de los arcades. Se llamaba Operation Wolf y hoy, años después, queríamos traeros su secuela, que lleva por título Operation Thunderbolt.
En Operation Thunderbolt nos cuentan que un avión comercial ha sido raptado por terroristas. El caso es que estos terroristas amenazan con matar a la tripulación si no se sueltan a otros componentes de dicha célula terrorista que supuestamente están encarcelados.
Así pues un tipo llamado Roy Adams, quién participó hace tiempo en Operation Wolf, se encargará de esta amenaza. Pero no está solo, su amigo Hardy Jones también le acompañará en la misión más difícil de su vida.
Esto es el argumento que nos ofrece Operation Thunderbolt, un shoot ‘em up 100% arcade lanzado en 1988 y creado por los japoneses Taito. Como su predecesor, el mueble original de la recreativa consta de sendas ametralladoras con las que hincharnos a dar tiros a diestro y siniestro.
Y es que Operation Thunderbolt es uno de esos juegos que no nos dan ni un minuto para respirar. Efectivamente, nuestro objetivo es disparar a todo lo que se mueva, intentando sobrevivir el mayor tiempo posible dentro de una ensalada de tiros de la que ningún Rambo sería capaz de escapar en la vida real.
Terroristas de todo tipo intentarán darnos caza, bien disparándonos o bien lanzándonos de todo. Cuchillos, granadas o cohetes tendrán la culpa de las mil y una muertes que podemos parecer durante nuestro periplo.
Tampoco faltarán los diferentes vehículos que ya aparecían en Operation Wolf. Tanquetas, helicópteros o aviones militares no nos darán tregua en ningún momento y serán duros enemigos a batir.
Por nuestra parte disponemos de un disparo principal que se puede potenciar. Además contamos con una serie de explosivos finitos con los que despachar a varios enemigos al mismo tiempo. La munición, los botiquines y demás se conseguirán acabando con el personal o disparando a ciertos objetivos, como por ejemplo, perros y gatos que pululan por los escenarios.
Operation Thunderbolt tiene dos tipos de escenarios diferenciados. Por un lado están en los que nos movemos hacia la izquierda del mapeado, como en en el juego anterior. Por otro tenemos escenarios con profundidad y un efecto de escalado de sprites muy chulo.
En estos últimos podemos ir a pie o montados sobre algún vehículo, por ejemplo, un todoterreno o una lancha. Con esto se intenta dar un poco de variedad al desarrollo del juego que, por otro lado, tampoco es que innove demasiado.
La variedad de enemigos no es muy grande, teniendo a los típicos soldados mezclados con terroristas de aire árabe, todos repitiéndose hasta la saciedad. Habrá alguno diferente que ejerce como una especie de jefe de fin de fase, pero estos no abundan demasiado.
Por otra parte tendremos que tener cuidado con algún que otro incauto turista que se nos cuela en medio de la acción. Si no les disparamos nos darán premios en plan munición o botiquín extra. Además, estos turistas también pueden ser prisioneros que debemos liberar tras disparar a los candados que protegen las puertas de sus cárceles.
El nivel técnico de Operation Thunderbolt está más que bien. Sus gráficos no están nada mal, con efectos muy logrados como el escalado de sprites de la mayoría de las fases, que es muy suave y cuenta con una sensación de profundidad muy lograda. El sonido se basa en tiros, explosiones y algunas frases digitalizadas, pasando la música a un segundo plano, ya que solo suena entre fases y no durante las partidas.
Poco podremos decir sobre el sistema de control al haberlo jugado mediante emulación. Evidentemente no es lo mismo que jugarlo en la recreativa original, pero el conjunto es bastante bueno, con un control sencillo que invita a disparar como locos.
Suponemos que las sensaciones serán similares a las de Operation Wolf, que también tenía un mueble arcade muy similar al de su secuela, y a ese sí que lo jugamos en su día. Lástima que jugar a Operation Thunderbolt en condiciones sea complicado.
Por supuesto salieron conversiones a sistemas domésticos. Entre 1989 y 1990 Ocean se encargó de adaptarlo a ordenadores, con un resultado bastante decente. Todos son ports conseguidos con una pega: el scroll en las fases de escalado de sprites, que es algo lento. A pesar de todo, Amiga, Atari ST, Commodore 64, Amstrad CPC y ZX Spectrum poseen un Operation Thunderbolt que no se juega nada mál, destacando la conversión para el ZX Spectrum, muy lograda.
En consolas hay poco dónde elegir. El Amstrad GX4000 recibió un port tardío de su primo el CPC, con más colorido y la misma jugabilidad, nada más. Lo que choca es la conversión para Super Nintendo, que por algún capricho acabó apareciendo en 1994.
Y quizá el cartucho de Super Nintendo sea el más decepcionante de todos. El scroll es el más lento con diferencia, afectando al trepidante ritmo del juego. Sí, gráficamente es resultón y tiene diferentes personajes para elegir, pero no merece para nada la pena. Una lástima, pues Super Nintendo tiene características (¿alguién ha dicho modo 7?) muy aprovechables para un título así.
Nosotros seguiremos echando una partidilla al arcade original. Este Operation Thunderbolt es un juego muy divertido, poco original, pero muy divertido y cargadito de acción por todas partes. Una dignísima secuela de uno de los shooters sobre raíles más famosos del mundo.
Lo jugué hace poco emulado, ya que tuve la oportunidad de jugar en su tiempo a Operation Wolf pero no a éste. La verdad es que gráficamente es muy resultón y muy frenético, quizá demasiado. El argumento me ha recordado horrores a aquel indefinible film de Cannon llamado Delta Force. En definitiva me parece excesivamente dificil para ser divertido, un tragacuartos.
Para mi dar tiros sin parar en estos juegos siempre es divertido. ¿Difícil? Claro, como viene siendo norma en estos juegos. ¿Tragacuartos? Como la mayoría de las recreativas, jajajajaja
Si pero hay algunas recreativas en las que parece que necesitas algo mas que habilidad para jugar un ratito. Por no salir del tema disparos, Blood Bros podía ser un juego de dificultad demencial llegado un punto, pero hasta entonces podias ir progresando poco a poco memorizando pautas enemigas y aprendiendo la mejor forma de esquivar balas. Lo mismo con por ejemplo Gradius, que podía ser muy muy dificil pero siempre pensabas que lo podías hacer mejor y que vivir otro rato dependía más de tu habilidad. Y así en otros cien como Bubble Bobble o Snow Bros.
Pero en estos juegos de movimiento limitado y en los que los disparos «no se ven», siempre me ha parecido que te pueden (y lo hacen) tangar alegremente.
Vamos, yo creo que si un arcade podía convencer al jugador de que era posible terminarlo con unos pocos créditos (aunque realmente no fuese asi) se convertiría en un éxito. Si por lo contrario lo que pretendía era comerse las monedas al ritmo frenético que proponía su jugabilidad, era casi seguro que no triunfase.
Pienso que en cierto modo tienes razón, pero también que el argumento de la habilidad y el aprendizaje también son válidos para este juego. No sé, me da que te gastarías más monedas en un juego como Ghouls n Ghosts que este para terminarlo. Por otra parte es verdad que Taito se pasó en ciertos momentos de Operation Thunderbolt.