La última vez que hablamos de una compañía de videojuegos por estas tierras fue de Konami, una de las compañías japonesas más importantes de la historia, y es que Konami tiene cierta relación con Treasure, otra compañía de videojuegos que hoy vamos a comentar. ¿Cómo se fundó Treasure? Pues corría el año 1992 y tres tipos que trabajaban en una de las filiales de Konami no estaban muy contentos, así que simplemente se marcharon y fundaron su propia compañía de videojuegos, así de simple.
Y es que Treasure no es una compañía cualquiera, Treasure es un tesoro, como su propio nombre indica, porque son los autores de verdaderas obras de arte que incluso hoy en día nos hace seguir teniendo fe en los desarrollos japoneses, que últimamente están un poco de capa caída, ¿verdad?
Estas personas que fundaron treasure estuvieron anteriormente implicadas en el desarrollo de varios juegos para consolas como el impresionante Axelay para Super Nintendo, el rompedor Super Probotector: Alien Rebels también para esta consola o el simpático Rocket Knight Adventures para Mega Drive. Con sólo estos tres ejemplos, todos juegazos sin ninguna duda, ya sabemos por dónde van un poco los tiros y de lo que son capaces de hacer estos muchachos.
Treasure comenzó su andadura haciendo una alianza con Sega y su Mega Drive, a la que nutrió de una serie de juegos realmente buenos. En las listas de los mejores juegos para Mega Drive siempre suele haber algún juego de esta compañía, que comenzó en 1993 lanzando Gunstar Heroes, una bestia de shooter como la copa de un pino, difícil y tremendamente jugable y divertido. También lanzaron McDonald’s Treasure Land Adventure (sí, un juego protagonizado por el payaso de McDonalds), que resultó ser muy bueno técnicamente y bastante divertido, aunque tampoco es que tuviera mucho éxito. Otros pelotazos fueron Dynamite Headdy (un plataformas tremendo), Alien Soldier (otro shooter espectacular), Light Crusader (todo un rolazo) y Yu Yu Hakusho: Makyo Toitsusen (un juego de lucha basado en un manga y que sólo apareció en Japón).
Más adelante Treasure siguió con Sega, pero esta vez prestando apoyo a la Saturn. De ahí surgieron dos juegos imprescindibles con los que ya estaba justificada la compra de esta consola: Radiant Silvergun (un matamarcianos de la vieja escuela) y Guardian Heroes (un «yo contra el barrio» que mezcla elementos de rol). Lanzaron más juegos para otras plataformas como Silhouette Mirage para PlayStation (también apareció para Saturn) y entonces fue cuando Treasure decidió también optar por Nintendo. Mischief Makers fue uno de los juegos que Treasure desarrolló para Nintendo 64, pero la verdadera estrella fue Sin and Punishment: Successor to the Earth, otro shooter verdaderamente espectacular, con toda la calidad de Treasure, que tristemente se quedó en Japón, aunque hoy se pudo recuperar gracias a la Consola Virtual de Wii.
Tiempo después salieron nuevos juegos para diferentes sistemas como la PlayStation 2, pero la verdadera revolución de Treasure recibió el nombre de Ikaruga, un sensacional shooter muy al estilo de Radiant Silvergun, pero elevado a la máxima potencia, considerado hoy en día uno de los mejores videojuegos de la historia. Ikaruga hizo su aparición en los arcades, fue llevado a Dreamcast (sólo en Japón) y en las regiones PAL por fin pudimos disfrutar de él gracias a la conversión que lanzaron en 2003 para GameCube, aunque también existe una versión en HD para descargar en Xbox 360 (por cierto, Radiant Silvergun y Guardian Heroes también se pueden descargar en la consola de Microsoft).
La historia de Treasure no acaba aquí, ya que siguieron lanzando juegazos de la talla de Gradius V (sí, el legendario shooter de Konami, más espectacular que nunca y sólo para PlayStation 2), Astro Boy: Omega Factor (exclusivo de Game Boy Advance, con todo el encanto de los juegos de Treasure de 16bit), otras versiones de Gunstar Heroes y Guardian Heroes para Game Boy Advance (también geniales, ¡claro!) y una secuela de Sin and Punishment que apareció en 2009 para Wii. ¿Lo último? Gaist Crusher y Gaist Crusher God para Nintendo 3DS que, bajo la supervisión de Capcom, han querido crear un juego de acción y aventura en plan Mega Man, pero de momento no hay planes de verlo por aquí.
Esperemos que el paso del tiempo y la crisis del desarrollo japonés en los videojuegos no afecte a esta gigantesca compañía, creadora de auténticas joyas del entretenimiento y que han contribuido a llevar a los videojuegos a la categoría de arte gracias a su buen hacer.