Hacía tiempo que no hablábamos de ninguna empresa de videojuegos en Pixelmaniacos y hoy queríamos dedicar unas palabras a Shiny Entertainment, una compañía muy innovadora que nos enseñó cómo una lombriz espacial puede ser uno de los héroes más grandes de todos los tiempos. Por otro lado, la historia de Shiny está ligada a un nombre, a David Perry, uno de los desarrolladores de videojuegos más populares de todos los tiempos.
El irlandés David Perry, antes de fundar Shiny, estuvo muy ligado a empresas como Virgin y Sega antes de construir su propia compañía de videojuegos. A él le debemos grandes trabajos para ordenadores durante las décadas de los 80 y los 90 de la talla de Dan Dare III: The Escape, el genial juego de estrategia para PC Supremacy y algunas conversiones de otros títulos para ordenadores como el Spectrum. Durante su etapa en Virgin, Perry nos mostró algunos de los cartuchos más exitosos e impresionantes para la consola Mega Drive como el inolvidable Aladdin o cómo lograr que un juego basado en una marca comercial de una cadena de hamburguesas consiguiera ser «juego del año». A este último caso pertenece Global Gladiators, y respecto a otra empresa de refrescos hablaríamos de Cool Spot.
Más o menos estos fueron los cimientos para que David Perry, junto a otros destacados miembros del sector videojueguil, decidieran fundar en 1993 el estudio de desarrollo Shiny Entertainment, nombre que proviene de una canción del grupo R.E.M. llamada Shiny Happy People.
El primer encargo de Perry y los suyos fue crear un juego para la empresa de juguetes Playmates. Ellos querían algo rompedor, un éxito de ventas, algo muy original, y de ahí nació Earthworm Jim, el juego de acción y plataformas protagonizado por una lombriz intergaláctica con poderes del que ya hemos hablado en Pixelmaniacos. Earthworm Jim, lanzado en 1994, fue un éxito brutal, acompañado de todo tipo de merchandising e incluso una serie de televisión, así que en Shiny pensaron rápidamente en lanzar una secuela, por lo que Earthworm Jim 2 apareció en 1995 siguiendo la estela del primero y contando también con un notable éxito.
Dejando ya de lado a la genial lombriz, Shiny zanjó su acuerdo con Playmates y se piró con Interplay para lanzar en 1997 lo que sería su siguiente éxito: MDK. MDK son las siglas de algo que nadie todavía conoce muy bien, pero da nombre a uno de los shooters en tercera persona más memorables, divertidos y descacharrantes de la historia. Un juego de ese calibre merecía éxito, y así fue. Lanzado para PC, MAC y PlayStation, MDK tuvo una segunda parte lanzada por BioWare un par de años después. También hay que remarcar que en esa época Shiny lanzó un par de juegos exclusivos para PlayStation: Wild 9 (1998) y R/C Stunt Copter (1999). El primero recuperaba el género de la acción combinado con plataformas y con un desarrollo 2D sobre entornos 3D. El segundo fue una especie de simulador de aeromodelismo que no terminó de cuajar.
A partir de este punto, Interplay decidió que ya era hora de resucitar Earthworm Jim y Shiny se puso manos a la obra para lanzar Earthworm Jim 3D, la primera (y única) aventura de la lombriz galáctica completamente en 3D. Earthworm Jim 3D se lanzó en 1999 para PC y Nintendo 64 (se planeó también para PlayStation, pero jamás llegó a salir) con muchas prisas, algo que influyó de sobremanera en el resultado final. Este juego se criticó mucho, haciendo hincapié en que estaba incompleto (Shiny no pudo incluir todo lo que tenía pensado) y en su horrible sistema de cámaras, por lo que Earthworm Jim 3D no fue el éxito que esperaban.
Tras el fracaso que supuso Earthworm Jim 3D, Shiny no tiró la toalla y siguió innovando en sus juegos. Los dos siguientes juegos aparecieron en el año 2000 y fueron Messiah y Sacrifice. Messiah es un original juego para PC (se deshecharon otras versiones) en el que un querubín de aspecto angelical debe salvar al mundo mediante la habilidad de poseer a la gente. Por otro lado, Sacrifice es un brutal juego de rol y estrategia (también para PC) que recibió muy buenas críticas. Tanto Messiah como Sacrifice cuentan con un motor gráfico descomunal que hacían palidecer a otros juegos vistos en esa época para PC.
Messiah y Sacrifice eran buenos juegos, pero no supusieron todo el éxito que mercían y Shiny fue adquirida por Infogrames. En esta etapa y puesto que Matrix estaba de moda, lanzaron en 2003 Enter the Matrix, un juego situado argumentalmente entre las dos primeras películas de la trilogía y que protagonizaban Niobe y Ghost (¿dónde está Neo?). Enter the Matrix era un juego de acción que apareció en PC, PlayStation 2, Xbox y GameCube distribuido por Atari que tuvo bastante buena acogida a pesar del poco carisma de sus protagonistas.
Por aquel entonces Atari ya había metido las narices en Infogrames y, como ya sabemos (y por desgracia), todo lo que tocaba Atari acababa en ruina, conscientes del éxito que supuso Enter the Matrix, querían más y Shiny lanzó en 2005 la secuela. The Matrix: Path of Neo para PC, PlayStation 2 y Xbox no era un mal juego, pero su planteamiento resultó ser grotesco, ya que Neo (¡por fin!) parecía una especie de Superman, es decir, que The Matrix: Path of Neo no llegó a tener el éxito de su predecesor y a partir de este punto comenzaron los problemas para Shiny.
Con Atari ya metida hasta el fondo, Shiny se embarcó en algunos proyectos que nunca vieron la luz y a partir de este punto David Perry puso las cartas sobre la mesa y dejó Shiny, que acabó en manos de un grupo llamado Foundation 9. Perry comenzó otros proyectos y la nueva Shiny ya no era la Shiny que conocimos antaño porque los derechos de Earthworm Jim y MDK se quedaron en Interplay y además acabaron metidos en otra compañía llamada The Collective, con la que lanzaron probablemente el último juego de Shiny: una adaptación de la película La Brújula Dorada, que resultó ser una castaña.
Shiny desapareció del todo, convirtiéndose en Double Helix y sin David Perry a la cabeza el estudio ha terminado por ser una leyenda de la que ya no queda prácticamente ni rastro, y es una pena, porque siempre recordaremos a sus grandes juegos, especialmente al genial Earthworm Jim (cuyos derechos ahora los tiene Gameloft). Lo dicho, una verdadera lástima.