- Compañía: Shiny
- Año: 1994
- Género: Plataformas
- Plataformas: Game Boy, Game Boy Advance, Game Gear, iPhone, MAC, Master System, Mega CD (llamado Earthworm Jim: Special Edition), Mega Drive, Móviles, Nintendo DS (descarga digital), PC, PlayStation 3 (descarga digital), Super Nintendo, Windows Phone, Xbox 360 (descarga digital)
Más o menos a mediados de los 90 una compañía llamada Shiny Entertainment quiso reeinventar el género de las plataformas con «personajes monos tipo mascota». Dos hombres: David Perry y Doug TenNapel crearon el superhéroe definitivo, un personaje que se salía del esquema tradicional de este tipo de juegos. Este personaje recibió el nombre de Jim y no es más que una simple lombriz, pero Jim tiene poderes, tiene unas expresiones muy de dibujos animados, destila chulería por los cuatro costados y protagonizó Earthworm Jim, uno de los mejores juegos de plataformas de todos los tiempos.
El argumento de este desternillante juego nos presenta al Profesor Cabeza de Mono, que crea un traje especial que es algo así como el «traje-súper-cíber-espacial-de-ultra-alta-tecnología», es decir, que cualquiera que se ponga ese chisme consigue poderes sobrehumanos. Mientras tanto, la malvada reina Slug-for-a-butt (algo así como «babosa pa tu culo») quiere el traje para controlar el universo. La reina contrata a Psycrow, un cazarrecompensas, para robar el traje y dárselo a ella, pero cuando consigue su objetivo otro alienígena llamado Snott se lo quita y huye con él. Psycrow y Snott combaten por el traje y finalmente éste acaba en un planeta desconocido donde habita una vulgar lombriz y a quien el traje le cae encima. El ADN de la lombriz se mezcla con el traje y así nació el increíble, el poderoso, el maravilloso Earthworm Jim, que ahora debe salvar a la galaxia de la malvada Slug-for-a-butt.
Bien de argumento, ¿verdad? Pues sí, todo en Earthworm Jim es así de descacharrante. Y descacharrante es la aventura que vamos a protagonizar en este juego de plataformas cuyo desarrollo es el típico, es decir, que avanzamos, disparamos, saltamos y nos enfrentamos al jefe de fin de fase a lo largo de unos 10 niveles (depende la versión a la que juguemos). Por cierto, gracias al traje, Jim puede saltar, planear, disparar (sí bueno, su arma habitual es una especie de secador cósmico, y el resto del armamento es original hasta decir basta), pegarse a ciertas partes de los escenarios, utilizar su cabeza como látigo, etc. Vamos, que la lombricilla de marras está bien equipada.
Durante el desarrollo del juego encontraremos muchos y variados enemigos. Están los molestos cuervos que pululan por ahí y a los que Jim tiene especial odio (lógico, con poderes o sin ellos no deja de ser una lombriz), unos perros rabiosos que nos quieren morder en ciertas partes, alienígenas repugnantes de todo tipo y un montón de personajes de lo más cómico como Peter Puppy, un inocente perro que se vuelve una fiera cuando alguien le sacude (es decir, en plan Hulk); el Major Mucus, un alienígena asqueroso y con cresta cuyo hobby es colgar a los incautos que pasean por sus dominios sobre un pozo, o Bob, un pez asesino que gobierna un mundo submarino y que cuenta con una legión de gatos cachas para defenderle.
Los niveles son bastante variados. Aparte de las típicas fases de plataformas también hay momentos para hacer carreras por el espacio o perseguir un objetivo en concreto, por ejemplo el de proteger a Peter Puppy para evitar que se convierta en una feroz bestia. Además, cada nivel es un derroche de imaginación, como la chatarrería del primer nivel, el nivel que se desarrolla en un planeta ambientado en un intestino gigante, desiertos, ríos de lava, mundos submarinos, etc. Todo un lujo, oiga.
Como era de esperar, el apartado técnico de Earthworm Jim es sobresaliente. Los personajes tienen una expresividad pasmosa que lucen gracias a sus tremendas animaciones, los escenarios son una obra de arte y la jugabilidad es de lo mejorcito, con un movimiento muy ágil y suave y diversión a raudales. El apartado sonoro está compuesto de desternillantes efectos de sonido, con alguna que otra voz digitalizada (ese «¡yupi!» de Jim se sale), y unas melodías compuestas por Tommy Tallarico muy apropiadas y pegadizas.
Un juego de este calibre tenía que tener éxito por narices, y así fue. Earthworm Jim tuvo su propia serie de dibujos animados y casi todos los sistemas importantes de aquel entonces recibieron su versión. En principio, el juego estaba destinado a Mega Drive (tremenda versión, por cierto), pero también salió en Super Nintendo o PC, con muy buenos resultados. Game Boy y Game Gear también tuvieron su Earthworm Jim, eso sí, más recortadito, y hasta Master System (sólo en Brasil) tuvo un port. Mención especial para la Special Edition de Mega CD (que también salió en PC), con banda sonora en calidad CD y un nivel nuevo, siendo probablemente la mejor versión de todas. Más tarde salió para Game Boy Advance, juego muy criticado por no aprovechar el potencial de la consola ya que sus animaciones eran pésimas. Teléfonos móviles y smartphones también recibieron su ración de Jim, e incluso apareció un remake en HD para Xbox 360 y PlayStation 3 de la mano de Gameloft, además de una versión descargable para Nintendo DS.
Earthworm Jim recibió también una tremenda continuación, que redondeaba el juego original con un mejor apartado técnico y la jugabilidad de siempre, pero de eso ya hablaremos otro día. También existieron otras continuaciones del juego como un juego exclusivo para Game Boy Color (bastante mediocre, por cierto) y un Earthworm Jim totalmente en 3D pero con muchas carencias, pero ahí Shiny Entertainment ya no tuvo nada que ver. Incluso se quiso hacer una «verdadera» tercera parte del juego pero nunca apareció salvo algunos bocetos que circulan por ahí, además de otro remake del juego exclusivo de PSP que también se canceló.
Earthworm Jim marcó un antes y un después en el género de las plataformas. Sus simpáticos, cachondos y elaborados personajes consiguen de vez en cuando arrancarnos una sonrisa y hacen que este juego sea todo un clásico que nunca pasa de moda. Diversión, gran jugabilidad y un apartado técnico hacen que ese juego sea una verdadera joya difícil de superar. No estaría mal un regreso de este gran personaje por la puerta grande para por fin volver a decir aquello de ¡yupi!
