Coleccionista de reliquias y agente secreto a tiempo completo. Su nombre es Rick y es el agente británico protagonista de Rick Dangerous, tremendo juego que mezcla acción, plataformas y puzles y que hoy en día es considerado una joya de los videojuegos. Vamos a por el reto más difícil de nuestras vidas. ¿Nos acompañáis?
Creado por los también británicos Core Design, Rick Dangerous fue lanzado en 1989 para los ordenadores Amiga, PC, Commodore 64, ZX Spectrum, Amstrad CPC, Atari ST y, tiempo después, para Acorn 32bit e, incluso, plataformas iOS. Su planteamiento recuerda poderosamente a En Busca del Arcad Perdida, y no se avergüenza para nada.
Nos trasladamos al año 1945. El bueno de Rick sufre un accidente cuando su avión sobrevuela las selvas del Amazonas provocado, según parece, porque se le olvidó llenar el depósito. Allí tiene que lidiar con los miembros de la tribu de los Goolu y tiene que escapar de ellos.
Nuestra aventura comienza en el interior del templo de los Goolus, donde tenemos que escapar de una gigantesca piedra rodante al más puro estilo de ya sabéis quién. Tendremos que huir de allí y para ello contamos con un bastón, una pistola y unos cartuchos de dinamita. Y más nos vale dosificar bien estos elementos, pues los necesitaremos más que comer si queremos salir con vida.
Además podremos saltar y agacharnos, aparte de arrastrarnos por el suelo. Todo a lo largo de una serie de pantallas sin scroll en las que debemos protegernos de enemigos, trampas y cualquier cosa pensada para acabar con nosotros. Esto es porque en Rick Dangerous prima el ensayo y el error y es un juego difícil, muy, pero que muy difícil.
Más adelante nos esperarán otras tres fases más peligrosas si cabe. En el interior de una pirámide, en Egipto, debemos recuperar una reliquia. Lidiaremos contra indeseables locales (con bigote y fez, con un diseño muy simpaticón), egipcios ancestrales, momias y alguna que otra maldición. En esta fase el componente puzle será un poco más pronunciado, pues hay que activar ciertos mecanismos que nos llevarán con éxito a la siguiente zona.
Superado Egipto viajaremos al Castillo Schwarzendumpf. Como podéis adivinar allí nos esperan los nazis, aunque no se les mencione para nada. Hay que rescatar a unos prisioneros mientras escapamos de allí, y lo cierto es que el castillo es todo un laberinto en el que hay que dar con el camino correcto. Seremos perseguidos por soldados, perros y mil y un peligros adicionales.
La misión de Rick acaba en la base secreta de los nazis. Planean lanzar unos misiles contra Londres y debemos evitarlo. Si lo logramos, cosa que requiere un esfuerzo bastante titánico, seremos recibidos en Londres con todos los honores posibles, dando paso a un hecho que desembocará en una secuela.
Rick Dangerous se controla muy bien y todo responde de forma muy ágil y precisa. Como decimos, el juego es difícil hasta la médula, y lo mejor que podemos hacer es aprendernos de memoria todas las pantallas si queremos terminarlo. Esto es así porque habrá veces que no sepamos muy bien dónde acabará nuestro simpático protagonista. Las trampas y los enemigos acechan en cada rincón del juego.
Para la reseña hemos escogido la versión de Amiga, que cuenta con uno de los mejores apartados técnicos de todos. El diseño de los personajes es muy simpático, con un Rick inconfundible con su gabardina y su sombrero. Todos los personajes son muy tipo cómic, con sus narizotas y sus gestos exagerados. La verdad es que el apartado artístico está muy chulo.
Aunque el juego no tiene scroll, la transicción entre pantallas se produce de forma suave. Esto hace que el desarrollo resulte bastante ágil. Además, la paleta de colores está bien escogida, especialmente en la fase de Egipto.
A nivel sonoro, al menos en la versión de Amiga, contamos con una música en la introducción de cada nivel. Durante el resto del juego solo tendremos efectos sonoros. Esto último se compone de disparos, explosiones y los típicos sonidos al caminar y al saltar entre otros. En otros sistemas este apartado es más discreto.
El resto de versiones de Rick Dangerous también son estupendas. La de Atari ST es algo más brusca, pero se parece muchísimo a la de Amiga. El juego de PC cuenta con gráficos EGA de 16 colores, pero cuenta con un moviento rápido y suave, aunque aquí echamos de menos opción para gráficos VGA. Luego están las de ordenadores de 8bit, todas también muy jugables y vistosas, destacando el colorido del Amstrad CPC y la suavidad del Commodore 64. Por cierto, en Amstrad CPC hay otra versión para el CPC+ más llamativa a nivel técnico que el original.
Unos párrafos más atrás hemos mencionado algo sobre un secuela. Efectivamente, al final de Rick Dangerous se menciona algo sobre una invasión extraterrestre. Esto sirve de preludio para su secuela, Rick Dangerous 2, que apareció un año después y mejoró la fórmula y, de paso, la dificultad. Ya lo pusimos como uno de los mejores juegos para el Amstrad CPC, pero su reseña final la veremos en artículos posteriores.
Puñetero, simpático y, sobre todo, divertido. Esto es Rick Dangerous, uno de los mejores exponentes de la acción y las plataformas en ordenadores. Una mezcla perfecta que funciona a las mil maravillas, ofreciéndonos uno de los retos más divertidos que podíamos encontrar en su momento.
