Uno de los artículos que más éxito tiene últimamente en este humilde lugar es el de 5 juegos para romper ladrillos como locos. Como vemos que gusta aquí viene otra tanda de cinco juegos de «palito y pelotita» en la línea de los ya legendarios Breakout o Arkanoid.
Ricochet, Jinks, Woody Pop, Thunder & Lightning y Bunny Bricks son otros buenos ejemplos de este género nacido en las recreativas. Un género bien cargado de diversión y jugabilidad que siempre pone a prueba nuestra pericia y paciencia al pad, joystick, teclado o cualquier otro cacharro que nos permita jugar.
RICOCHET
Comenzamos con este título de 1987 para ordenadores, creado y editado por la empresa Firebird. Ricochet no es un clon de Breakout y Arkanoid al uso, y es porque tiene mecánicas interesantes y para colmo podríamos decir que existen dos versiones del juego. Tenemos por un lado la de Commodore 64 y por otro la de ZX Spectrum y Amstrad CPC.
Para empezar el juego tiene un argumento existencial y todo. Nos viene a decir que un ente celestial ha irrumpido en el mundo de las partículas subatómicas de la dimensión-5, introduciendo los bloques de la creación del universo. Estos bloques se van multiplicando, tanto que pueden llegar a llenarlo todo, destruyendo el universo. Nuestra tarea es evitarlo.
Comenzamos por el juego para Commodore 64. Al principio se nos presenta con el típico juego para destruir ladrillos de colores, pero poco a poco iremos viendo que no es así. En cada nivel tenemos la palabra «GRAVY», que se irá resaltando a medida que vamos recogiendo bolas de colores que nos dan por cada cinco ladrillos destruidos. Cuando complementos la palabra pasaremos de nivel.
En esta versión destaca el excelente diseño de niveles, muy original, con ladrillos que forman una calavera, palabras, corazones e, incluso, los personajes de Pac-Man, es decir, todo muy en plan «capricho divino». Una buen control y suavidad de movimientos, una estupenda selección de ítems y divertidas fases de bonus completan el genial Ricochet para Commodore 64.
Por otra parte tenemos la versión para ZX Spectrum y Amstrad CPC, que es bastante diferente. Aquí los niveles cuentan con el W.A.L.L., que es la pared de bloques de colores que debemos destruir con nuestro B.A.T. y nuestras B.A.W.L. es decir, con el bate y las pelotas, ya que contamos con dos o más bolas para utilizar en cada nivel. En la parte de abajo de cada nivel tenemos un muro de energía que se destruye a los seis golpes.
Niveles ágiles que cuentan también con ítems variados y algunas acciones curiosas, logrando que este Ricochet sea un título radicalmente distinto a la versión para Commodore 64. Cualquiera de las dos versiones de Ricochet serán un acierto y disfrutaremos sin duda de uno de los clones de Breakout más llamativos que podemos encontrar en estos ordenadores.
JINKS
Otro juego con un planteamiento muy curioso es el genial Jinks. Nacido en 1987 en Commodore 64 de la mano de Diamond Software y publicado por Rainbow Arts, Jinks también tiene estupendas versiones en los ordenadores Amiga, Astari ST y Amstrad CPC, y también en la consola Atari 7800, siendo uno de sus títulos más destacados.
Nuestro papel es el de un gran piloto espacial que ha sido designado para viajar al misterioso planeta Jinks. Jinks es un mundo exhuberante y rico en recursos que podría ser la clave para la desesperada necesidad de expansion del ser humano por el espacio. En principio este planeta parece ser apto para la vida, pero aparentemente está deshabitado… ¿o no?
Pues no, de deshabitado nada, algo o alguien nos ha metido en un buen entuerto, llevándonos a un peligroso juego que consiste en manejar nuestra nave para llevar a una pelota hasta la meta de cada nivel. Niveles, que por cierto, están plagados de peligrosas situaciones y de bloques que ladrillos para llegar a buen puerto sin un rasguño y así probarnos.
En Jinks la nave espacial es un triángulo que puede cambiar de dirección, es decir, con el vértice vertical hacia arriba o hacia abajo. Esto es muy útil para poder mover la pelota hacia la dirección deseada. Y tendremos que hacerlo bien, pues cada nivel es una verdadera locura plagada de elementos en pantalla, mucho colorido y simpáticos efectos sonoros.
Todo esto a lo largo de cuatro niveles, cada uno con una ambientación única y unos elementos diferentes. Veremos bocas que nos quieren morder, latas de refrescos, cerdos y osos de peluche que nos darán puntos, etc. Vamos, que estamos ante una auténtica locura de juego con unas mecánicas muy originales.
Jinks es un juego que en su día fue muy fresco y original, gracias a una simpática fórmula que redefine los juegos de romper ladrillos. De todas las versiones que salieron nos vamos a quedar con la del ordenador Amiga porque es la que goza de un mejor colorido y una mayor suavidad y velocidad en los movimientos. Recomendable.f
WOODY POP
Vamos al mundo de los juguetes con Sega, sus consolas y Woody Pop. Aunque inicialmente apareció en 1987 para Master System, muchos de vosotros os acordaréis más de la popular versión que Sega lanzó en 1991 para Game Gear. Esto es porque el título para Master System, en formato tarjeta, no salió de Japón, y el cartucho para Game Gear se veía bastante en las tiendas españolas.
Resulta que hay una fábrica de juguetes en una mansión encantada que ha sido dominada por una máquina muy loca. Ha construido barricadas que impiden cualquier acceso al exterior y cuenta con un poderoso ejército de juguetes que impiden el paso. Menos mal que tenemos a Woody, un juguete de madera que va a poner orden en todo este asunto.
Usando al pobre Woody como si fuera un bate, nuestra lavor será la de destruir el muro de bloques que la máquina loca ha construido en cada uno de los cerca de 50 niveles de los que se compone Woody Pop. Todo en un ambiente muy simpático y colorido.
Cada nivel se centra en una de las habitaciones de la casa, más o menos todo con el mismo aspecto. Tendremos un agujero debajo de nosotros que ocupa parte de la sección de abajo de la pantalla, pero no toda, por lo que podemos usar las esquinas de abajo para hacer que la pelota rebote. También habrá puertas en algunos niveles con las que pasaremos la pelota de un lado a otro de la pantalla.
En nuestro periplo encontraremos juguetes que nos intentarán hacer la pascua, como soldaditos o robots, que podremos destruir a golpe de pelota. También habrá una locomotora de juguete que nos frenará el paso en algunos niveles. Por lo demás sólo nos queda centrarnos en la destrucción de ladrillos y con cuidado, el ritmo del juego es rápido y, especialmente en Game Gear, se hace bastante difícil.
Woody Pop es un buen expontente del género, pero no resulta tan original como otros títulos. Aún así es juega muy bien y resulta muy divertido y adictivo. Como curiosidad decir que la versión para Master System se jugaba con uno de esos mandos de tipo «paddle», es decir, con una especie de ruleta para mover a Woody de izquierda a derecha.
THUNDER & LIGHTNING
Vamos con una recreativa de 1990. Thunder & Lightning, de los japonses Visco, es otro clon de Breakout protagonizado por Mr. Chin, un simpático cocinero chino al que un peligroso demonio ha secuestrado a su churri y tiene que liberarla.
Ese mismo año y publicado por Romstar, también hizo acto de presencia la versión para Nintendo NES, que apareció en Estados Unidos. Aquí el argumento cambia y Mr. Chin es llevado al mundo de Thunder Warrior, un peligroso guerrero al que no le ha gustado la comida que le ha preparado. Así pues lo ha encerrado en 30 peligrosos niveles que harán que se arrepienta de la comida que ha preparado.
Ya sea el arcade o el cartucho para la NES, en Thunder & Lightning manejamos a Mr. Chin, que porta una bandeja sobre su cabeza para repeler la pelotita de turno. Con esto la guiaremos para que choque contra la temida tanda de ladrillos que encontraremos en cada uno de los niveles del juego.
Todo parece muy típico y tópico, pero la verdad es que tenemos escenarios bonitos con diferentes ambientaciones. Con enemigos acordes a la ambientación de cada nivel y un temible jefe final al que batir a base de pelotazos. Además habrá interesantes ítems que agilizan mucho el desarrollo de cada fase. Y todo para llegar al temible demonio final para que Mr. Chin rescate a su preciosa novieta.
La versión para NES, que tampoco está nada mal, difiere algo respecto a la recreativa. Si bien el desarrollo es más o menos el mismo, los niveles se centran más en la destrucción de bloques que en enemigos, y todo el conjunto es mucho más simple que en la recreativa. No obstante estamos también ante un cartucho muy divertido.
Si bien Thunder & Lightning no es ningún prodigio de la originalidad, resulta ser un «rompe-ladrillos» más que competente. La simpatía de su protagonista y el genial diseño de niveles lo hacen un título muy recomendable y entretenido, que al fin y al cabo es lo que de verdad vale.
BUNNY BRICKS
Terminamos con quizá el peor juego de toda esta selección, pero lo hemos metido aquí porque resulta ser un título que entra bastante por los ojos. Hablamos de Bunny Bricks, arcade de los franceses Silmarils que salió en 1992 para ordenadores PC, Amiga, Astari ST y Amstrad CPC.
Asumimos el papel de un conejo jugador de béisbol llamado Bunny (sí, vamos a ser originales, pensaron en Silmarils) al que su novia ha sido secuestrada por un mono (sí, seamos todavía MÁS originales, pensaron en Silmarils). En fin, que aquí estamos nosotros, para secuestrar a nuestra amada a lo largo de 30 niveles que los que partir bloques como bellacos.
Por supuesto vamos armados con nuestro bate de béisbol y lo usaremos para empujar la pelota y destruir la pared de ladrillos de turno. Para ello tenemos diferentes movimientos que mandarán la pelota en diferentes direcciones. Y todo eso lo haremos con las teclas de movimiento y otra tecla para golpear.
Todo muy sencillo, ¿verdad? Pues la verdad es que no. El sistema de control es bastante farragoso y los controles no siempre responden bien a nuestras acciones. Esto hace que Bunny Bricks pinche bastante en el elemento más importante de este tipo de juegos, que no es otro que la jugabilidad. Y si la jugabilidad falla entonces apaga y vámonos.
No todo es malo. Como hemos dicho en el primer párrafo Bunny Bricks tiene unos gráficos estupendos. Sus niveles son muy originales, con diferentes ambientaciones (hay un nivel con El Gordo y el Flaco, por ejemplo) y personajes muy divertidos. Además esto de los gráficos se puede aplicar a cualquiera de las versiones con las que contó este título.
Una pena lo de Bunny Bricks. Es un juego con ideas interesantes y un apartado técnico muy bueno, pero muy lastrado por un control desastroso que afecta de sobremanera a la jugabilidad. A pesar de todo hay que probarlo, especialmente si os gustan este tipo de juegos.