El vídeo interactivo fue algo muy popular en los años 90. Esto consistía en secuencias de vídeo reales, con actores y todo eso, o dibujos animados en los que había poco o nada que hacer. La jugabilidad se limitaba a pulsar botones en el momento preciso, vamos, lo que hoy en día se conoce como «quick time events». El caso es que esto entonces era lo más real que podías ver en una pantalla, cosa que hizo proliferar la aparición de juegos como Night Trap.
Si habéis echado un vistazo a nuestros artículos sobre Mortal Kombat, veréis que el tema de la violencia en el juego fue denunciado al congreso de Estados Unidos. Esto consiguió la creación del ESRB, es decir, la entidad que clasifica los videojuegos por edades. Pues bien, Night Trap también estuvo en el saco, no solo por temas violentos, también por cosas mucho más graves. De él se llegó a decir que incitaba al acoso a la violación. Casi nada.
Pero, ¿es tan fiero el león como lo pintan? Ni de coña. De hecho podríamos decir que por aquel entonces ciertos politicuchos en Estados Unidos no tenían otra cosa mejor que hacer. En Pixelmaniacos le hemos dado un buen tiento a Night Trap y hoy os contamos porqué en realidad es un bluf como una casa.
Night Trap es una aventura interactiva realizada con vídeo real y actores reales, entre ellos Dana Plato, actriz que os sonará por el papel de Kimberly en la serie Arnold. El juego fue creado por Digital Pictures, lanzándose en 1992 en pricipio como exclusiva para el Mega CD de Sega. Casi dos años después aterrizó en plataformas más potentes, siendo estas PC, MAC, Mega Drive 32X y 3DO, a cuya versión pertenecen la mayoría de imágenes que podéis ver aquí.
La familia Martin es aparentemente una familia normal, pero en su casa ocurren fenómenos muy extraños. Hace tiempo allí desapareció un grupo de chicas, por lo que una unidad de investigación conocida como los SCAT vigila de cerca la casa y su familia. Allí se organiza una fiesta de pijamas en las que se infiltra Kelly, agente de los SCAT. Kelly y el resto de gente pronto descubrirá que aquella casa está llena de vampiros sedientos de sangre.
¿Y qué pintamos nosotros en esto? A nuestra disposición tenemos un total de ocho cámaras repartidas por distintos puntos de la casa. Estas se sitúan en lugares como el porche, la cocina, los dormitorios o el baño, pudiendo acceder a todos los rincones del hogar de los Martin. La acción irá transcurriendo más o menos en tiempo real y nosotros debemos ir vigilando todo lo que ocurra, procurando que no se nos escape nada.
De vez en cuando veremos a unos tipos de negro que simulan ser los vampiros y a los que debemos dar caza. Estos irán saliendo por diferentes habitaciones y debemos atraparlos usando una serie de trampas colocadas por toda la casa. Así pues los encerraremos en armarios, los tiraremos por algún agujero o les daremos un porrazo para dejarlos groguis. Para lograr esto tenemos un medidor que cambia de color y de intensidad, teniendo que pulsar un botón o tecla en el momento correcto. Si durante la partida dejamos unos cuantos sin atrapar estos atacarán a los protagonistas y se acabó lo que se daba.
Como véis el factor jugable es prácticamente nulo y al principio nos dará la sensación de no saber muy bien qué estamos haciendo. Eso sí, pronto descubriremos que lo mejor que podemos hacer es quitar el juego y seguir con nuestras vidas. Night Trap, lamentablemente, no da para mucho más.
Como hemos dicho, Night Trap salió en principio como exclusivo del Mega CD. Tom Zito, CEO de Digital Pictures y productor del juego, apostó mucho por esta consola/perférico de Sega, pensando que el futuro estaba en este tipo de juegos. Evidentemente se equivocó, pero durante el tiempo de vida de este sistema produjo bastantes títulos, todos de corte muy similar a Night Trap. Y es que Mega CD parece una plataforma perfecta para este tipo de juegos, ¿verdad? Pues sí, pero también no.
El formato CD-ROM daba para muchos minutos de vídeo digital, eso es indudable, pero ciertas limitaciones del hardware del Mega CD lastraban mucho la experiencia. Uno de los problemas más importantes fue la escasa paleta de colores que, unida a una altísima comprensión del vídeo, se lograba una imagen con una calidad deficiente. Claro, si basas el desarrollo del juego en el vídeo y el soporte que tienes no te da una buena calidad, entonces, ¿para qué queremos más?
Aparte de todo esto hay que añadir que Night Trap está completamente en inglés, sin subtítulos. La historia juega un papel importante en el desarrollo del juego, por lo que si no conocemos la lengua de Shakespeare nos estaremos perdiendo un montón de cosas. Pese a todos estos problemas Night Trap fue bastante famosete y no vendió mal, especialmente si tenemos en cuenta la polémica que vino tras su lanzamiento.
La versión inicial, la de Mega CD, fue la más famosa de todas en su momento, pero os recomendamos cualquiera de los otros ports existentes. Estos tienen una mayor calidad de imagen, cosa que nos vendrá muy bien si queremos experimentar el juego en toda su gloria. Nosotros nos quedamos con la versión para la malograda 3DO, que nos vino de lujo para sacar capturas de pantalla del grueso de imágenes que hemos puesto en el artículo.
Pese a todas las limitaciones a nivel jugable o al tufo de producción de serie B que rodea todo el conjunto, algunos consideran a Night Trap como juego de culto. Tanto es así que 25 años después del lanzamiento del original, es decir, en 2017, el juego se ha reeditado con una edición especial coincidiendo con el 25 aniversario.
Este «nuevo» Night Trap apareció de nuevo en PC, pero también en PlayStation 4, Xbox One, PlayStation Vita y Nintendo Switch. El vídeo está remasterizado y mejorado. Además cuenta con una interfaz mejorada y con versiones físicas para coleccionistas. No os confundáis, aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Night Trap sigue siendo tan aburrido hoy como lo era en 1992.
En su día fue provocador e innovador, pero lamentamos mucho decir que a Night Trap no hay por dónde cogerlo. La jugabilidad es tan, tan limitada que es imposible enamorarse de él. Solo para fanáticos de los juegos FMV (Full Motion Video), las cintas de serie B o las absurdas polémicas de los 90.