EL PORT: SNOW BROS. PARA MEGA DRIVE

A la hora de hacer quinielas sobre cuáles son los mejores arcades de todos los tiempos seguro que muchos pensáis en Snow Bros. Y es que este divertido plataformas protagonizado por los muñecos de nieve Nick y Tom es muy mítico. Y seguro que muchos también conocéreis el estupendo port que se hizo para Mega Drive y del que vamos a hablar hoy.

Realizado por la propia Toaplan, responsable del juego original, y producido por Tengen, la filian consolera de Atari, Snow Bros. para Mega Drive apareció en Japón en 1993. La fecha de lanzamiento es un poco lejana teniendo en cuenta que el original es de 1990, pero la espera mereció mucho la pena, al menos para los usuarios japoneses, ya que tristemente este cartucho no salió de allí.

¿Y qué nos encontramos en este cartucho para Mega Drive? Pues que estamos ante uno de los arcades más fieles jamás programados en la 16bit de Sega. Este Snow Bros. es verdaderamente bestial en todos los sentidos al ser prácticamente un calco de la recreativa, con algunas pequeñas diferencias y algunas opciones extra que se añadieron.

Ya sabéis de qué va un poco el juego. En el papel de Nick y Tom nuestro objetivo es ir superando un nivel tras otro. Para ello debemos limpiar cada nivel de enemigos convirtiéndolos en bolas de nieve y lanzándolos contra la pared o contra otros enemigos. Cuando acabemos con todos pasaremos al siguiente nivel y, después de 10 fases, nos enfretaremos a un temible enemigo final. Y así todo el tiempo.

Por supuesto tendremos a nuestra disposición jugosos ítems que nos facilitaran la tarea, bonus extra y más cosillas. Además está también el modo para dos jugadores, algo que convierte a Snow Bros. para Mega Drive en toda una fiesta jugable. Y todo con un genial control simplificado en dos botones (salto y ataque).

Entre los extras que se incluyen destaca la bonita intro que incluye el juego de Mega Drive y que nos cuenta la historia principal. Sobra decir que esta intro no aparece en la versión arcade. Además el paso de los años le vino muy bien, ya que esta versión cuenta con 20 niveles extra no incluidos en la recreativa, alcanzando la friolera de un total de 70 niveles, por lo que hay juego para rato (y alguna que otra sorpresa).

Como hemos señalado, a nivel técnico roza la calidad de la recreativa. Los gráficos pierden algo de color (la escasa paleta de Mega Drive siempre hace de las suyas), pero son prácticamente lo que por aquel entonces se conocía como «pixel perfect». A nivel sonoro también está bastante bien, muy parejo al de los arcades.

Tampoco hay que ponerle pegas en el apartado jugable. La sencillez en el manejo y el ritmo también son los de la recreativa. Y por supuesto la diversión también en la misma, destacando de nuevo el modo para dos jugadores, que es para llorar de alegría.

¿La mayor pega? Que los usuarios occidentales nos quedamos sin él, no entiendo como un producto de esta calidad no llegó a nuestras consolas. Una veradera lástima, ya que estamos ante una de las mejores conversiones de Mega Drive. Un título divertido y muy jugable que poco o nada tiene que envidiar al Snow Bros. que conocíamos de los salones recreativos.