Comenzamos el año, como no podía ser de otro modo, con nuestra sección favorita de la web: zona arcade. Lo hacemos con Green Beret, un run and gun de Konami bastante añejo pero que, a buen seguro, os sonará muchísimo, especialmente en sus versiones para ordenadores. ¡Arrancamos 2024!
Green Beret, también conocido como Rush’n Attack en tierras americanas, es un juego de acción y plataformas lanzado en 1985 por Konami para los salones recreativos. En él manejamos a un Boina Verde, aparentemente, del ejército de los Estados Unidos. Su objetivo es el de infiltrarse en una base enemiga (de los rusos, por supuesto) y rescatar a unos rehenes. Ni más, ni menos.
Contamos con un total de cuatro fases que se irán repitiendo a medida que avanzamos. Es decir, que superamos las cuatro primeras, rescatamos a los rehenes y, supuestamente, accederemos a otra base en la que nos esperan otras cuatro fases. El desarrollo será el mismo, pero con un mayor nivel de dificultad. Y así sucesivamente.
Nuestro valiente soldado cuenta con un cuchillo para despachar al enemigo. Por suerte, el cuchillo no será la única arma que manejemos, también tendremos a nuestra disposición un pequeño arsenal. Éste se compone de un lanzallamas, una serie de granadas de mano y un lanzamisiles. Estas armas las irá soltando uno de los enemigos en concreto tras derrotarlo y su capacidad de fuego es limitada.
El control del protagonista de Green Beret es, como cabe esperar, sencillo. Usaremos la palanca para moverlo de izquierda a derecha, tirarnos al suelo o saltar. Mientras, usaremos dos botones, uno para el cuchillo y otro para el arma secundaria. También podemos saltar y subir escaleras, pudiendo movernos en diferentes secciones del escenario.
Por otro lado están los enemigos. Haremos frente a un nutrido grupo de soldados con diferentes características. Tenemos a los que disparan, los que lanzan granadas, los que saltan, los que nos dejan un arma o los que solamente corren. Y más nos vale ser ágiles a los mandos porque nos la pueden jugar a la menor oportunidad.
Como es de recibo, cada fase de Green Beret está compuesta por un jefe final. Estos son un camión lleno de soldados, una jauría de perros, unos tipos en un extraño artefacto volador y, para finalizar, unos soldados con un lanzallamas. Aquí todo es más modesto, sin grandes engendros mecánicos o mutantes de algún tipo. No olvidemos que estamos ante un título de 1985.
Técnicamente es normalito. Los sprites son bastante pequeños, pero se mueven bien y no se aprecian ralentizaciones. Los escenarios tampoco destacan demasiado y están compuestos por puentes, maquinaria militar, almacenes y algún que otro bosque nevado de fondo. Vamos, que no hay grandes pretensiones.
El sonido de Green Beret también es normalito. Hay música en las escenas que hay entre fase y fase, pero durante la acción solo tenemos a una especie de tambor militar que nos acompaña en todo momento. ¿Los efectos sonoros? Discretitos, con una insistente alarma al principio de cada nivel que, la verdad sea dicha, molesta un poco.
Evidentemente, la estrella del título de Konami es la jugabilidad. El control es muy bueno, responde muy bien y nos invita a ser ágiles y precisos en cada paso. Esto, combinado con un alto nivel de dificultad, hace que las partidas sean rápidas y sin grandes complicaciones. Vamos, que resulta divertido y desafiante.
Se ve que el juego tuvo cierto éxito, ya que aparecieron diferentes versiones adaptaciones en el mercado doméstico. Los ordenadores de la época recibieron su correspondiente adaptación entre 1986 y 1989, además de la consola de 8bit de Nintendo, que tuvo su cartucho en 1987.
En Amstrad CPC nos encontramos con un port muy pobre, con un scroll horriblemente tosco y un apartado técnico que poco tiene que ver con el original. Respecto al ZX Spectrum estamos ante un juego más que decente, con un movimiento suave y bastante cercano al arcade teniendo en cuenta las limitaciones del sistema.
Por otro lado está el Green Beret para Commodore 64, al que podemos coronar como la mejor versión para ordenadores, ya que cuenta con un gran scroll y una jugabilidad ágil y cercana a la recreativa original. Del juego de MSX casi mejor ni hablar y del de PC decir que, para ser sinceros y a nivel personal, tenía mejor recuerdo. Por otro lado hay versiones para BBC Micro y ordenadores Atari 8bit, pero esas no las hemos podido probar.
En consolas, como decimos, únicamente la Nintendo NES (y también versión para la Famicom Disk System, sólo en Japón, claro) se llevó el gato al agua. Konami hizo un trabajo estupendo con él, incluyendo prácticamente todo lo de la recreativa, pero con música de fondo y un mayor número de niveles. Eso sí, aquí no hay que rescatar a nadie, hay que destruir una poderosa arma enemiga, pero la esencia es la misma. Por cierto, el cartucho de NES se llamó Rush’n Attack también en Europa.
Una secuela llamada M.I.A.: Missing in Action apareció en 1989, pero eso lo dejaremos para otro día. Además, Green Beret fue portado para Xbox 360 y hoy en día se puede jugar tanto en Nintendo Switch como en PlayStation 4 dentro de la serie de juegos Arcade Classics. Existe también un juego titulado Rush’n Attack Ex-Patriot que salió en 2011 para PlayStation 3 y Xbox 360 y que, por lo visto, resultó bastante decepcionante.
En términos generales este Green Beret es un buen arcade. No es el más guapo de su clase ni el más espectacular, pero es divertido y desafiante y resulta un juego perfecto para empezar este 2024.
Desde siempre me ha parecido un auténtico vicio de juego, la sencillez gráfica de los productos de Konami era rápidamente identificable y efectiva. Y su jugabilidad superlativa. De hecho la segunda parte de este juego, con gráficos más grandes y detallados me parece una patata.
La mejor versión era la de NES con diferencia, jugabilidad calcada al arcade y añadidos en forma de nuevas fases.
Eso sí, dificil como él sólo.
Por supuesto que sí. Un juego en el que la jugabilidad prima por encima de lo técnico, y también difícil, difícil. A la secuela tengo que echarle algunas partidas porque apenas sé de su existencia.