Viajamos hasta 1982 para reencontrarnos con Mr. Do!, un arcade muy divertido y simpático, bastante popular, protagonizado por un payasete que tiene que recoger cerezas en cada uno de los niveles del juego. ¿Nos acompañáis en este periplo?
Mr. Do! fue creado por la compañía compañía japonesa Universal, que no tiene nada que ver con la productora de cine, y licenciado por Taito para los salones recreativos. Se trata de un juego de esos que podríamos denominar «tipo arcade», es decir, uno de esos juegos multinivel sin scroll en el que prima la acción.
Como decíamos al principio, controlamos a un payaso llamado Mr. Do, y nuestro objetivo es el de recoger todas las cerezas que se encuentran repartidas por cada nivel. Debemos tener cuidado, pues unos cuantos monstruitos tienen la necesidad de que no llevemos a buen puerto nuestra vitaminada misión.
Cada nivel está compuesto por una sucesión de caminos y las frutas están dentro de lo que podríamos decir que es una especie de bosque. Nosotros podremos movernos por dicho bosque, abriendo caminos para llegar a las cerezas, usándolos también para huir de nuestros enemigos.
Por otro lado contamos con diferentes maneras de derrotar al bicherío. Tenemos una especie de pelota que rebota por los recovecos de los caminos que vamos abriendo. Si dicha pelota impacta contra uno de los monstruos lo eliminará sin remedio.
También existen unas manzanas distribuidas por diferentes puntos de cada fase. Si un enemigo nos persigue y escarbamos debajo de una de estas manzanas, la fruta caerá y aplastará al monstruo de turno. Ojo, si los enemigos nos encierran es posible que la manzana también acabe con nosotros.
Decíamos antes que para terminar cada uno de los niveles de Mr. Do! era necesario recoger las cerezas, pero existen otras dos formas de alcanzar el siguiente nivel. Tras obtener 5000 puntos aparecen enemigos compuestos por letras de la palabra «extra», de modo que si los derrotamos pasaremos directamente al siguiente nivel. Esto también nos dará una vida extra.
Adicionalmente es posible encontrar un diamante tras derrotar a algún que otro bichejo. Si conseguimos recoger dicho diamante en menos de 15 segundos no solo pasaremos de nivel, también tendremos a nuestra disposición un jugoso crédito extra.
Como podéis ver, Mr. Do! esconde en su interior interesantes mecánicas y un buen puñado de cosillas adicionales. Esto en 1982 era verdaderamente novedoso, logrando que el arcade fuese bastante variado en cuanto a mecánicas, contrastando con otros exponentes de su época.
Además tenemos a nuestra disposición muchísimos niveles, de hecho no sabemos muy bien cuántos puede tener el juego. En esta ocasión hay mucha variedad. Los niveles cambian de color y la distribución de las cerezas, manzanas y enemigos es diferente en cada uno. Eso sí, como ya podréis suponer, Mr. Do! tiene un nivel de dificultad bastante elevado que se compensa con una jugabilidad sencilla, consiguiendo un resultado verdaderamente divertido.
Respecto al nivel técnico debemos destacar su colorido en el tema gráfico. En lo sonoro contamos con una adaptación a lo chiptune del famoso tema de cancán de Offenbach, que suena constantemente, solo interrumpido por los efectos sonoros. En este caso, cuando recogemos las cerezas, irá sonando una de las notas musicales, completando la escala musical si las cogemos de la forma más rápida posible. Podríamos decir que Mr. Do! da bastante la nota.
Vamos con las conversiones a sistemas domésticos. Sobre el tema de ordenadores el japonés Tomy Tutor fue el primero en recibirlo, y fue en el año 1983. Un año después llegó a los MSX, adaptándose ya en 1985 a los ordenadores Apple II, Atari 8bit y Commodore 64. Todos en general se juegan bastante bien.
En consolas apareció en 1983, lanzándose en ColecoVision, con una conversión casi perfecta, y en Atari 2600, que da bastante el tipo y resulta muy divertido. Años después también apareció en Game Boy, haciéndolo en 1992 y contando con un aspecto técnico un poco más renovado. Queremos destacar el port de 1996 para Super Nintendo, una conversión «pixel perfect» de la recreativa que no entendemos muy bien a qué vino, pero está ahí y se juega muy bien.
Un título así tuvo bastante éxito y no tardaron en aparecer secuelas en las recreativas y, por supuesto, sus consiguientes ports domésticos. Mr. Do!’s Castle, lanzado en 1983, fue su secuela, cambiando el entorno a un castillo tenebroso. En 1984 tuvimos doble ración, con Do! Run Run, que recupera el desarrollo del original y agrega un mejor apartado técnico y nuevas mecánicas, y Mr. Do’s Wild Ride, que nos ofrece la locura de las montañas rusas. Neo Mr. Do!, de 1996, completa la saga corriendo bajo la placa recreativa Neo Geo MVS.
No podemos negar que Mr. Do! es diversión pura y directa. Nuestro «viejuno» de hoy es verdaderamente encantador, desafiante y muy divertido, perfecto para echar una partida rápida, sin complicaciones ni nada por el estilo. Indispensable si te gusta el género.
Primera vez que leo que existe (existía) un ordenador llamado Tomy Tutor. Al juego nunca he jugado, tiene muy buena pinta en linea de otros arcades de la edad de oro tipo Dig Dug.
Lo del Tomy Tutor poco te puedo contar, son cosillas que se aprenden investigando un poco. Si nunca habías jugado a Mr. Do! te lo recomiendo, es cierto que se da un aire a Dig Dug, pero es más variado en mi opinión.
No sé porque pero me da un aire al Dig Dug.
Sí, se da un aire, al menos a la hora de abrir caminos. También es normal porque Dig Dug es anterior y, ya sabes, siempre hay un poco de inspiración con juegos anteriores.