¿Quién no entraba en un salón recreativo y escuchaba ese reconocible sonido que emitían al explotar las bolas de Pang? Efectivamente, aquel Pang era todo un clásico y, su secuela, Super Pang, lo mejoró mucho y también fue muy popular. El único port directo que tuvimos fue para Super Nintendo, y a ese nos vamos a referir hoy en «el port».
Como decimos, este Super Pang (Super Buster Bros. en Estados Unidos) para Super Nintendo, fue la única conversión directa del arcade que recibimos en un sistema doméstico, antes de la llegada, claro, del recopilatorio Super Pang Collection que se lanzó en PlayStation años después. La propia Capcom lo desarrolló y lo lanzó en 1992 para esta consola.
Por si alguien no lo conoce, algo muy improbable a estas alturas, Super Pang es un juego 100% arcade en el que unos exploradores recorren el mundo destruyendo bolas. Estas bolas rebotan por toda la superficie de la pantalla y nosotros tenemos que utilizar nuestro armamento para destruirlas. Si una bola nos toca perderemos una vida, así de simple.
Volviendo a la conversión para Super Nintendo y antes de nada, temos que señalar que no estamos ante un «pixel perfect» calcado a la recreativa. Es una conversión con algunas diferencias y, en especial, algunas carencias importantes que debemos señalar. No obstante en aquella época fue un lujazo recibir este cartucho que nos llevaba a casa a una de las recreativas más importantes del momento.
Para empezar, Super Pang para Super Nintendo tiene los 40 niveles de la recreativa. La mayor parte de ellos son prácticamente un calco de ella, pero en otros podemos ver ciertos cambios como la imagen de fondo del escenario o la cantidad de bolas en pantalla, siendo en algunos casos un número menor en Super Nintendo.
Además del «tour mode» y, al igual que en el arcade, este Super Pang también tiene el llamado «panic mode». Por si no lo recordáis, el «panic mode» es una especie de modo supervivencia en el que tenemos que ir destruyendo bolas y más bolas en un único escenario. Estas irán apareciendo al cabo de cierto tiempo y la experiencia cada vez se hará más complicada.
Técnicamente el juego está muy bien, además de ser uno de los pocos cartuchos para Super Nintendo que aprovechan la alta resolución de la consola. En general se mueve muy bien, algo más lento que la recreativa, pero resulta dignísimo en general. Con ello obtenemos una jugabiliad muy cercana al arcade, así que aquí no podemos tener ninguna queja.
¿Si todo son alabanzas dónde está el problema? En algo imperdonable. Super Pang para Super Nintendo no incluye el modo para dos jugadores que sí tenía la recreativa. ¿Falta de memoria? ¿Limitadas capacidades de la consola? No lo sabemos. El caso es que Capcom repitió el mismo error que cometió con el port de Final Fight también para esta consola, provocando que en su momento se atacara a la compañía nipona por este «pequeño despiste».
A pesar de todo este Super Pang guarda ciertas sensaciones muy similares al original. Una jugabilida pulida y un apartado técnico a la altura contrastan con una menor velocidad de juego y la inexplicable desaparición de la opción para dos jugadores. En su momento poder jugar a Super Pang en casa no tenía precio.
