- Compañía: Psygnosis
- Año: 1995
- Género: Carreras
- Plataformas: PC, PlayStation, Saturn
Cuando Sony y su PlayStation comenzaron su andadura por el difícil mundo de los videojuegos, su catálogo inicial ya comenzaba a llenarse de clásicos. Uno de esos primeros juegos fue WipEout, un arcade futurista de carreras que ya nos mostraba por dónde iban los tiros, enseñándonos lo que PlayStation podía ofrecernos. Psygnosis, una compañía inglesa experta en juegos de ordenador, fue la empresa encargada de distribuir y programar esta maravilla que no sólo fue exclusiva de la 32bit de Sony, sino que también apareció un tiempo más tarde en PC y Sega Saturn.
Nos vamos al futuro, al año 2052. Los avances tecnológicos de esta época nos permiten disfrutar de duras competiciones entre «coches» que juegan con la gravedad. Se trata de naves deslizantes que compiten en una liga de carreras denominada F3600 (vamos, la F1 del futuro). Estas carreras son espectacules y muy peligrosas, pues cada contendiente tiene la posibilidad de contar con un armamento para hacer la puñeta a sus rivales, además de ir a una velocidad endiablada por los diferentes e imposibles trazados de los que se compone WipEout. Es decir, que se podría decir que estamos ante una perfecta mezcla entre Mario Kart y F-Zero, por decirlo así, pero a lo bestia.
Tenemos a nuestra disposición cuatro tipos diferentes de equipos: AG Systems, Auricom, Qirex y Feisar. Cada uno de ellos cuenta con dos pilotos y sus respectivas naves, que a su vez cuentan con parámetros de velocidad, aceleración, diseño, giro y maniobrabilidad distintos, lo que hace que cada nave sea única y nos permita escoger la que más se ajuste a nuestra necesidades. También contamos con dos ligas diferentes para participar y seis circuitos diferentes, circuitos que por cierto está muy bien realizados, llenos de saltos, curvas imposibles y un diseño muy futurista y rompedor, además de estar ambientados en diferentes localizaciones reales, pero futuristas, claro. Por lo demás contamos otros modos como contrarreloj, campeonato de una única carrera y modo para dos jugadores. ¡Ah! Y las naves cuentan con dos tipos de vistas (interior y exterior).
El control de las naves es algo duro al principio porque es un poco sensible y la nave en cuestión se nos puede ir hacia todos los lados como una bola de pinball, pero poco a poco vamos dominándolo hasta que se convierte en todo un chorro de diversión. Aceleramos hasta lo imposible y podemos ir recogiendo ítems que nos permiten pegar un acelerón bestial o nos proporcionan armamento para defendernos de otros contrincantes. Tenemos un escudo que nos protege de los golpes y diferentes tipos de de armas como minas, misiles o algún que otro rayo cósmico de esos, pero para defendernos mejor también podemos ejecutar maniobras evasivas con nuestra nave.
Técnicamente es un juego espectacular. Los gráficos hacen gala de todo el poderío de PlayStation, con espectaculares diseños de los circuitos, muy buenos esfectos especiales y una sensación de velocidad bastante lograda, aunque su esquema ya fue superado en sucesivas entregas de la saga, pero incluso hoy en día merece la pena maravillarse con lo que en un principio PlayStation podía ofrecernos en este apartado.
El sonido merece una mención aparte pues Psygnosis puso toda la carne en el asador. A sus tremendos efectos sonoros (voces, explosiones y rugidos de todo tipo) se une una banda sonora compuesta por música electrónica que le viene como anillo al dedo. Conocidos artistas de este tipo de música como The Chemical Brothers u Orbital compusieron los temas de WipEout, temas que nos acompañan durante todo el juego y quedan muy acordes con el vertiginoso ritmo del juego.
WipEout fue muy exitoso, así que Psygnosis decidió que también apareciera un tipo después en PC y Saturn, logrando unos resultados también muy positivos aunque algo inferiores con respecto a lo visto en la máquina de Sony. En PC la resolución del juego chirría un poco por ser algo baja y en Saturn la velocidad no está tan pulida como en PlayStation, aunque su apartado técnico también resulta muy bueno. También aparecieron más tarde sus secuelas como el impresionante WipEout 2097 (o WipEout XL) o WipEout 64 (exclusivo de Nintendo 64). El resto de juegos sólo han aparecido en máquinas de Sony (Psygnosis fue comprada por la compañía japonesa), siendo WipEout 2084 para PlayStation Vita su última entrega.
Mucha velocidad, gráficos espectaculares y una banda sonora a la altura son algunos de los ingredientes que podemos encontrar en WipEout. Si bien, aunque no es perfecto, este juego de carreras futuristas fue un buen ejemplo de lo que el poder de PlayStation era capaz de hacer y al que hoy en día sigue siendo un placer echar unas partidas de vez en cuando.