Cuando la Mega Drive llebaba unos pocos años en el mercado y el lanzamiento de Super Nintendo era cuestión de tiempo, la compañía japonesa SNK lanzó en 1990 una consola distinta a todo lo que habíamos visto. Neo Geo vió la luz como un sistema tanto doméstico como para los salones arcade, es decir, que se realizaban los cartuchos tanto para consola como para máquinas recreativas.
Esto nos puede dar una idea sobre lo que estamos hablando: una consola tan potente que sus juegos eran calcados a los juegos arcade para el mismo sistema, algo que se traduce en una máquina sólo disponible para los más pudientes.
Por aquí por España, como pasaba siempre, la alta tecnología nos llegaba siempre como cosa de un par de años más tarde. Neo Geo se empezó a anunciar en los medios especializados allá por 1992 (si no recuerdo mal) con unos precios que nos tiraban para atrás: cerca de 100.000 pesetas la consola y los juegos entre 30.000 y 60.000 pesetas (algunos más), teniendo en cuenta que un cartucho para la Mega Drive rondaba entonces las 9.000 pesetas. A causa de esto, a Neo Geo se la conocía como «el Rolls Royce de la consolas».
¿Estaban estos precios justificados? La verdad y aunque nos duela sí. Neo Geo ridiculizaba a Super Nintendo y Mega Drive, pues se trataba de una consola cuyo hardware estaba basado en el de una máquina recreativa. Tenía una capacidad para mover gráficos 2D envidiable que si siquiera sistemas teóricamente superiores como PlayStation o Saturn podían hacer. Neo Geo también tenía un chip de sonido brutal que conseguía unos efectos tremendos.
¿Qué hacíamos los que no nos podíamos permitir este bicho? Pues gastar monedas de 25 pesetas como locos en las recreativas Neo Geo salivando y pensando en ser ricos para tener este trasto en casa.
Otro punto impresionante de Neo Geo y que también justificaba el precio era el mando. Se trataba de un mega joystick con una pinta impresionante y que se parecía mucho al mando de una máquina recreativa original. Además debía de pesar lo suyo y nos permitía una precisión asombrosa.
Años más tarde, en SNK eran conscientes de que debían llegar a más público y lanzaron Neo Geo CD en 1994. Se trataba de la misma consola pero en lugar de cartuchos utilizaba CDs, bajando radicalmente el precio de los juegos a la misma altura que los de la competencia, es decir, unas 9.000 pesetas.
Neo Geo CD tenía un problema y gordo. Su unidad de CD-ROM era excesivamente lenta y un juego podía tardar perfectamente un par de minutos en arrancar, eso sin contar los tiempos de carga entre fase y fase (desesperante, os lo digo yo, por propia experiencia, ya que esta consola sí que llegué a probarla). No obstante, y pese a este problemón, seguía siendo una gozada disfrutar de estos juegos frente a un televisor.
Tanto Neo Geo como Neo Geo CD convivieron juntas un tiempo, pero en SNK empezaron a llegar los problemas. Neo Geo era incapaz de mover polígonos, algo que sí hacían PlayStation y Saturn (incluso Mega Drive y Super Nintendo en algunos juegos). Esto quiere decir que Neo Geo no podía seguir las tendencias del mercado en cuanto a los gráficos de los videojuegos, de modo que SNK lanzó una nueva placa para recreativas llamada Hyper Neo Geo 64 cuyo discreto éxito hizo que nunca se lanzara ninguna consola basada en este nuevo sistema.
SNK se fue a la porra en el año 2001 y entre operaciones de compra, fusiones varias y cosas por el estilo, volvió a nacer con el nombre de SNK Playmore y sacaron algunos juegos más para Neo Geo hasta el año 2004, siendo Samurai Shodown V Special el último juego para este sistema.
Ahora vamos a por los juegos. Neo Geo tenía un catálogo lleno de joyas pero un poco mermado en cuanto a géneros pues su fuerte implicación con el mundo arcade le marcaba. De esta forma, el catálogo de Neo Geo está plagado de juegos de lucha (los más abundantes sin ninguna duda), algún que otro juego deportivo (especialmente de fútbol), arcades de disparos (marcianitos y de scroll lateral) y unos pocos juegos de plataformas.
Los juegos de lucha eran los que más triunfaban, destacando joyas como los laureados The King of Fighters, Fatal Fury, Art of Fighting, World Heroes, The Last Blade o Samurai Shodown. En el tema de deportes también había joyitas como el fútbol arcade de Super Sidekicks o Soccer Brawl, un gran juego de golf llamado Neo Turf Masters, algún juego de velocidad como Trash Rally (Rally Chase en Neo Geo CD) y otros más raros como Windjammers (un juego de lanzamiento de disco). Luego hay otros titulazos como Metal Slug, Pulstar, Magician Lord, Spinmaster, Sengoku, AeroFighters, Blue’s Journey o Top Hunter por citar algunos.
Aunque repetitivo en géneros, todo el catálogo de Neo Geo rebosaba calidad por todas partes, aunque también había espacio para algunos juegos menos interesantes como The Irritating Maze (un juego de puzzles tan irritante como sugiere el título), Stakes Winner (carreras de caballos, un tema menos interesante por estos lares), Power Spikes II (juego de voleibol cibernético muy descafeinado) o Legend of Success Joe (basado en un manga, este juego era un «yo contra el barrio» que mezclaba combates de boxeo bastante pochos).
¿Ahora qué nos queda? Pues mucho. Por un lado está la consola virtual de la Wii que tiene muchos títulos de Neo Geo, la «Neo Geo Station» del servicio PlayStation Network de PlayStation 3 con un buen puñado, algún que otro juego suelto para Xbox Live en Xbox 360 y numerosos recopilatorios de juegos de SNK que salieron para PlayStation 2, Wii y PSP. Además, hace muy poco tiempo se lanzó la llamada Neo Geo X, que era una revisión de esta consola consistente en una consola portátil con juegos preinstalados más una base de aspecto idéntico al de una Neo Geo original (con mando y todo) para conectar a la tele. Podéis echar un vistazo en neogeox.com, pero tengo entendido que este chisme no es muy allá.
Neo Geo fue grande, muy grande, una de las mejores consolas de todos los tiempos, un tesoro que estaba al alcance de muy pocos y sus grandes juegos perdurarán en nuestra memoria por mucho tiempo.