No hay duda de que el género de los beat ‘em up está volviendo a experimentar un gran auge. Grandes propuestas como Streets of Rage 4, Teenage Mutant Ninja Turtles: Shredder’s Revenge o The Takeover nos han devuelto a una época pasada, a esa época de los salones recreativos donde tanto abundaban exponentes de este género. Hoy vamos a ver Final Vendetta, un «retroderno» muy de la vieja escuela.
Obra de Bitmap Bureau y publicado por Nunskull Games, Final Vendetta apareció en 2022 para todos los sistemas existentes, es decir, PC, Linux, MAC, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series S/X y Nintendo Switch. Es a esta última a la versión a la que le hemos estado dando caña para poder hacer la reseña de este «yo contra el barrio» cargado de nostalgia, muy inspirado en clásicos como Final Fight.

Claire, Duke y Miller son los tres personajes que protagonizan Final Vendetta. Resulta que los malosos de Syndic-8, una banda que quiere hacerse con el control de la ciudad, ha secuestrado a Juliette, la hermana de Claire, así que ahí iremos nosotros, a repartir caña por las calles. Vamos, nada que no sepamos ya.
El caso es que tendremos que escoger entre cualquiera de los tres personajes para rescatar a Juliette. Tenemos a Claire, ducha en artes marciales, rápida y letal. También está Duke, un tío grandote, bruto y muy fuerte, pero algo lento. Por último tenemos a Miller, el luchador más equilibrado de los tres en cuanto a fuerza y velocidad se refiere. Escoger a uno u otro ya es cuestión de gustos.
Y salimos a las calles de Final Vendetta, degustando ese pixel art tan «noventero» que nos ofrece. Nos esperan seis fases cargadas de enemigos, con sus respectivos jefes de fin de fase, una fase de bonus y acción, mucha acción con un nivel de dificultad exigente en su nivel más alto. Con esto último se compensa la escasa duración del juego, aunque también os decimos que es muy rejugable.

Cada personaje cuenta con un abanico de movimientos bastante variado. Usaremos un botón para lanzar puñetazos y otro para patadas. Otro botón nos permitirá saltar y otro permitirá cubrirnos de ciertos ataques. También tendremos al típico movimiento desesperado que nos quitará una fracción de energía, pero aquí no acaba la cosa.
Además de lo mencionado en el párrafo anterior, en Final Vendetta dispondremos de un botón para realizar un ataque especial extra. Tenemos una barra que se va llenando a medida que sacudimos al personal, cuando está llena, ejecutaremos un potente ataque para librarnos de varios enemigos a la vez. Este ataque se puede encadenar con otros golpes, resultando especialmente útil.
Aparte de los anterior, podremos correr, hacer agarres, patadas voladoras, ganchos, etc. La variedad de movimientos de los luchadores es bastante elevada. Por cierto, aunque cada personaje tiene sus propios movimientos, todos ellos se ejecutan de la misma forma.

El desarrollo del juego tendrá lugar por las calles de una ciudad. Como decimos al principio, Final Vendetta está muy inspirado en Final Fight, de hecho, nada más ver la introducción ya nos viene a la cabeza el título de Capcom. Y para rizar el rizo, hemos mencionado que existe una fase de bonus. ¿Adivináis en qué consiste? Exacto. Hay que destrozar un coche, como en Final Fight.
Pero, tranquilos, Final Vendetta tiene su propia identidad. Esto se va viendo durante la partida, a medida que avanzamos y vamos derrotando enemigos. Sus escenarios están muy cuidados, con enemigos variados y muy bien animados. Por supuesto, los jefes de fin de fase destacan, y además nos las harán pasar bastante canutas. Ya os lo decimos.

Y es que, como hemos mencionado al principio, Final Vendetta no es juego fácil. Sí, en los niveles de dificultad más bajos puede resultar bastante asequible, pero en los más duros no es así. Y nos tendremos que pasar el juego en la máxima dificultad si queremos desbloquear todos los modos adicionales, una tarea bastante complicada por culpa de las hordas de enemigos que aparecen en pantalla y los puñeteros jefes finales.
Si conseguimos desbloquear todo, tendremos tres modos de juego adicionales como premio. Uno es el modo supervivencia, que nos permitirá batirnos contra todo bicho viviente con una sola vida, a ver cuánto aguantamos. También está el modo carrera de jefes, en el que nos enfrentaremos a todos los jefes finales del juego, uno tras otro.
Existe un tercero que es el modo entrenamiento, con el que aprenderemos las técnicas de cada personaje. El caso es que este modo debería estar disponible desde el principio, ya que no tiene sentido que para desbloquearlo haya que pasarse el juego.

Evidentemente, tendremos a nuestra disposición un modo cooperativo local para dos jugadores. Hubiera estado bien tener también un cooperativo online, pero bueno, no ha podido ser en esta ocasión.
Como decimos, Final Vendetta se puede terminar en un suspiro, pero su buena dosis de dificultad nos tendrá enganchados durante días. Además, es perfecto para echar una partida rápida de vez en cuando. Vamos, como los beat ‘em up de toda la vida.
Técnicamente está muy chulo, con un pixel art que recuerda mucho a los lanzamientos de este tipo en los años 90, todo perfectamente animado y sin ralentizaciones. La banda sonora, muy inspirada en juegos como Streets of Rage, es muy buena, con ritmos callejeros que le sientan como anillo al dedo. Y, claro está, los efectos de sonido son contundentes y variados, como no podría ser de otra manera. Todo está a un nivel altísimo.

Pero la guinda está en la jugabilidad. Los tres personajes del juego se controlan estupendamente, con una buena respuesta a los mandos y un sistema de combate que solo merece alabanzas. Su gran ritmo de juego y sus niveles de dificultad para los más valientes nos tendrán tiempo enganchados. Sin embargo, echamos de menos algún aliciente más como personajes extra o algún modo de juego adicional.
Lo dicho, Final Vendetta se presenta como un homenaje con mayúsculas a los clásicos del beat ‘em up. Un título genial en todos los apartados, con algunas carencias, sí, pero resulta muy divertido y desafiante. Si os gusta el género no dudéis en lanzaros de cabeza, merece mucho la pena.