A estas alturas de la película cualquier aficionado a los videojuegos conoce al gorila más famoso de Nintendo. Su nombre es Donkey Kong y hoy en Pixelmaniacos queríamos rendirle nuestro particular homenaje. No creemos que os vayamos a descubrir nada nuevo pero nos apetecía hablar sobre este viejuno icono tan importante en la historia de los videojuegos.
Surgido de la imaginación de, como no podía ser de otra manera, Shigeru Miyamoto, Donkey Kong es un juego de plataformas sin scroll que consta de varios niveles de juego. Fue lanzado por Nintendo en 1981 para los salones recreativos, pero dónde fue muy popular, al menos en España, fue en la consola Nintendo NES (o en ciertos sucedáneos chinos, ya se sabe).
La cosa es que Donkey Kong ejerce de monstruo malvado en su primera aparición. Secuestra a la famosa damisela en apuros, llamada Pauline, y para rescatarla tenemos a un tipo llamado Jumpman, vamos, algo así como «el hombre salto». ¿Qué quién es Jumpman? ¿Os suena cierto fontanero bigotudo de Nintendo? Pues sí, se trata de Mario, y esta es también la primera aparición de rey de las plataformas en el ocio digital. Eso sí, la idea inicial era que Mario, perdón, Jumpman, fuese un carpintero. Por cierto, el momento en que Donkey Kong amarra a Pauline y se la lleva está considerado algo así como la primera cinemática surgida en un videojuego.
Pues bien, el caso es el el gorilón de turno se lleva a Pauline a lo alto de un edificio en construcción y Jumpman tiene que llegar hasta ella. Para ello debemos sortear diferentes peligros mientras trepamos hasta la parte más alta. Esto es así con los cuatro diferentes escenarios de los que se compone la versión arcade del juego, la original.
Los niveles del juego están compuestos de diferentes escenarios que se van intercalando en cada uno de ellos. Así pues el primer nivel consta de la fase de las vigas, la más icónica del juego, y de una fase final. En ella debemos retirar los tornillos de las vigas para lanzar al mono al vacío y así salvar a Pauline.
Luego vendrá el segundo nivel. Ahí se añade una fase más, esa en la que nos lanzan resortes saltarines. Si pasamos de ahí, cosa que ya es bastante complicada, entraremos en el tercer nivel, en el que se añade una fase más. Se trata de una especie de fábrica en la que debemos esquivar bolas de fuego y tartas, completando el número de misiones dispnibles en el juego. ¿El resto de niveles? Serán combinaciones de estos escenarios que se repetirán y cada vez serán más difíciles.
¿Cuántos niveles tiene Donkey Kong? Existen un total de 22 niveles porque, debido a un error de programación, hay un punto en que Mario, perdón, Jumpman, cae fulminado. La respuesta a este problema es más bien matemática, pero lo más seguro es que sus creadores no pensaran que alguien pudiera llegar hasta ese punto.
Pasamos a hablar de las habilidades de nuestro héroe. Haciendo honor a su nombre, Jumpman puede saltar, permitiéndonos esquivar todo lo que va rodando por las diferentes plataformas. También subiremos por escaleras y utilizaremos un mazo que encontramos en ciertas zonas de cada escenario. Este mazo nos volverá invulnerables durante unos segundos, pero no nos permitirá ni subir ni saltar, por lo que solo es útil si hay una cantidad de peligros considerable en un momento determinado. Otros objetos que encontraremos nos darán puntuación extra.
El control, obviamente, es muy sencillo. El mueble arcade original solo constaba de la palanca de movimiento y un botón para saltar, nada más. Aprender a dominarlo es una tarea que requiere tiempo y paciencia, pues Donkey Kong es un juego difícil, muy difícil.
Y si no que se lo pregunten a todos los que han intentado batir el record en este juego. El más conocido fue el de Billy Mitchell, que consiguió 874.300 puntos en 1982, llegando a conseguir en 2007 más de un millón de puntos, batiendo todos los records que había entonces. De ahí surgió un documental llamado The King of Kong que cuenta toda esta historia.
El problema de todo esto es que tiempo después se demostró que Billy Mitchell hizo trampa. Esto significó que Twin Galaxies, referente mundial en todos estos temas, le despojara de su trono y de todos los records que tenía en su poder, pasando de ser una leyenda a todo un farsante. Hoy el record lo tiene Robbie Lakeman con la impresionante cifra de 1.260.700 puntos.
Donkey Kong ha sido portado a multitud de sistemas de la época. Prácticamente no existe ningún ordenador o consola de la época que no tenga una versión de este mítico arcade, ya sea oficial o pirata, y esto se debe en parte a que Nintendo le cedió la licencia a Coleco, ya que por aquel entonces la NES no existía. Destacamos al «memorable» el port de Atari 2600, considerado uno de los peores de todos los tiempos y del cual ya hemos hablado por aquí.
Todos los ports domésticos sufrieron algún que otro recorte, siendo el más pronunciado la eliminación de la fase de la fábrica de tartas en la mayoría de ellos. Esto es especialmente notorio en el port para Nintendo NES, uno de los más fieles a la recreativa, pero sin esa fase. Años después Nintendo 3DS recibió una port del de NES con la coletilla Original Edition que añadía aquella pantalla perdida.
La saga siguió creciendo con entregas posteriores. Las secuelas Donkey Kong Jr. y Donkey Kong 3, fueron las más destacadas durante los tiempos de la NES. Antes de la llegada de la impresionante subsaga Donkey Kong Country, que dejaremos para otra ocasión, llegó en exclusiva para Game Boy una entrega bastante curiosa. Con el simple nombre de Donkey Kong, este juego, lanzado en 1994, se presentaba como un homenaje al juego original. Pero eso solo era al principio, pues el juego se transformaba en un plataformas de scroll lateral de lo más simpático y divertido.
No cabe duda que Donkey Kong fue el precedente de algo mucho más grande. Presentó por primera vez al personaje de Mario, perdón, de Jumpman, además de ofrecer nuevas mecánicas en un juego de plataformas. En su día tuvo ciertos problemas legales por parecerse al monstruoso King Kong, pero Donkey Kong ha seguido presente hasta nuestros días, produciendo multitud de productos, influenciando a películas como Rompe Ralph e, incluso, apareciendo en la serie Los Simpson. Mítico es poco.
