Después de todos los ríos de tinta que se han vertido durante algunos meses, la Classic Mini NES ya está aquí. Por si alguno no se había enterado, Classic Mini NES es una mini consola que imita a la legendaria Nintendo NES y que lleva 30 juegos clásicos de uno de los mejores sistemas de videojuegos que ha parido la mítica Nintendo. Después de probarla vamos a ver qué ofrece.
Lo primero es que antes de tenerla en mi poder había leído de todo sobre esta preciosidad, y tengo que decir que me he llevado una grata sorpresa porque ha cumplido al 100% mis espectativas, obviando ciertos artículos de ciertas web en las que los entendidos en la materia le achacaban cosas como un retardo en los controles (el llamado «input lag») o que puedes hacer lo mismo (y más barato) con una Rapsberry Pi, algo que no pongo en duda, pero eso es diferente.
Lo que tenemos entre manos es una versión moderna y actualizada de la mítica NES, sólo que en miniatura (cabe en la palma de la mano), con conexión HDMI, un mando prácticamente calcado al de la NES original y 30 juegacos instalados en la memoria de la consola. ¿Es suficiente? A mi modo de verlo, sí.
¿Y qué trae este pack? Pues por 59,95€ tienes la consola, un mando (se puede adquirir otro por 9,95€ y además funciona con los mandos de Wii), el manual impreso (se agradece, oiga), un cable HDMI para conectarla a la TV y un cable USB para cargarla (no viene adaptador a la red, pero te vale el USB de la TV o el cargador del móvil), además de 300 puntos Nintendo de regalo y los 30 juegos preinstalados.
¿Qué no trae? No tiene ni conexión a Internet ni la posibilidad de añadir más juegos, bien a través de cartuchos o bien a través de tarjetas SD, algo de lo que se han quejado muchos usuarios pero a mi modo de ver es comprensible, y más teniendo en cuenta que se vende por un precio relativamente justo.
Una vez enchufada la consola nos encontramos con un menú en el que tenemos a nuestra disposición los 30 juegos y varias opciones. Tenemos la posibilidad de escoger el tipo de visualización que queremos entre tres opciones: la opción para nostálgicos (con un filtro que hace que se vea similar a una TV antigua), una opción 4:3 (que alarga la resolución horizontal del juego tal y como se veía antiguamente) y la opción de resolución original (la que mejor se ve y mejor representa la resolución para la que cada juego fue hecho).
Otra de las opciones más interesantes es la posibilidad de grabar la partida. Esto es que cada juego dispone de 4 puntos de guardado y se activa cada vez que sales del juego (pulsando el botón «reset» de la consola), así puedes guardar y reanudar más adelante para continuar dónde dejaste la partida. Eso sí, cuando seleccionas otro juego desaparece la opción de guardado del juego anterior y no se puede recuperar. Además estos archivos se pueden pisar por otros e incluso bloquearlos para no meter la pata y perder nuestro progreso.
El resto son opciones menos importantes que incluyen un código BIDI para acceder al manual en línea (escaneándolo, por ejemplo, con un móvil), la selección de idioma (con un porrón a escoger) y poco más.
¿Cómo se juega a este cacharrete? Pues igual que toda la vida. Como ya hemos dicho, el mando que incluye es prácticamente clavado al original y la experiencia de juego es brutal. Para empezar los juegos van muy fluidos, igual que una NES americana, cosa que nos perdimos en las versiones PAL de la consola. La respuesta del mando es impecable y la emulación es absolutamente perfecta, contando con una calidad de imagen nunca antes vista en esta consola (si exeptuamos los emuladores para ordenadores, claro), con los fallitos típicos de estos juegos y todo. Vamos, que jugar es un verdadero placer.
¿Fallos? Por supuesto que los tiene, y el más importante es que el cable del mando es muy corto, y si a esto le unes que la consola no pesa casi nada, es posible que en algunos momentos de desesperación acabe todo en el suelo. Así que paciencia, que el juguetito está muy chulo y no es plan de romperlo.
¿Y qué pasa con los juegos? Pues que como hemos dicho se incluye una selección de 30 juegos que vemos a continuación:
Como podéis ver el catálogo de juegos de la Mini NES resulta bastante completito. Si bien se echan en falta algunas joyas y es posible que alguno de los juegos incluidos no sea del agrado de muchos, pero en líneas generales está bastante bien.
Y por último, quería destacar que Classic Mini NES está agotada en nuestro país y que muchos han aprovechado las reservas para hacer el agosto. En mi caso la tenía reservada y no tuve ningún problema, pero en este momento si quieres una, o tienes que esperar a que Nintendo saque una nueva remesa o comprarla, en algunos casos, por el doble de lo que vale.
Lo que creo que ha quedado bastante claro es que Classic Mini NES es una maravilla de producto que muchos nostálgicos comprarán sin dudarlo. Es cierto que hay otras alternativas y posiblemente sean más completas, pero por precio, calidad y nostalgia Classic Mini NES no tiene rival. Por cierto, Nintendo, ¿qué tal un Classic Mini Super NES? Seguro que otros muchos opinan lo mismo que yo.
*La imagen principal del artículo está extraída de la web de Nintendo.