El protagonista de hoy se llama Raúl López. Nacido en Barakaldo (Bizkaia), pero residente en Estella-Lizarra (Navarra), es director de arte e ilustrador. Licenciado en Bellas Artes, este vizcaíno ha ganado infinidad de concursos de diseño gráfico, entre los más recientes, el de las fiestas de San Fermín de 2023. Vamos, casi nada.
Pero es su pasión por los videojuegos lo que le trae por aquí. La cosa le viene desde que era pequeñajo, desde que vio una máquina del vetusto Pong. Luego llegaron los ordenadores, con el ZX Spectrum, el MSX o el Atari ST. Sin embargo, un buen día, cierto ordenador llamado Amiga 500 aterrizó en su vida y, claro está, aquello era otro mundo.
Tampoco dejó de lado a las consolas. Mientras disfrutaba de Super Nintendo, Raúl decidió probar suerte en un concurso de nuestra criticada y amada revista española Hobby Consolas. Su buen hacer a los lápices le hicieron ganador de, nada más y nada menos, que una Neo Geo con el juego Cyber-Lip.
Además, tiempo después, Raúl ganó otro concurso, también de Hobby Consolas, premiado con una impresionante máquina recreativa del juego Primal Rage. Esto último lo consiguió gracias a una flipante ilustración del personaje de Vertigo.
Su pasión por los videojuegos siguió su rumbo con nuevos sistemas posteriores hasta la actualidad, ya que Raúl disfruta de su PlayStation 4 junto a su hijo Noah. Pero, por si fuera poco, nuestro amigo recordó su pasado como programador de BASIC en su ZX Spectrum, y volvió a sus orígenes programando juegos para móviles.
Fruto de esta afición surgió Arcade Button Championship para sistemas iOS. Se trata de un sencillo juego en el que hay que pulsar un botón el mayor número de veces posible dentro de un tiempo determinado. Vamos, de esas aplicaciones tan adictivas que ganan enteros con su opción para dos jugadores. Luego siguió otro título llamado Nowacha Magical Worlds, juego de plataformas para Android que está dedicado a su hijo.
El caso es que Raúl no puede estarse quieto. Buena prueba de esto es que no ha parado con sus proyectos e ilustraciones, y por eso estamos aquí, para hablar de Amiga 500: 50 increíbles juegos, un libro que viene a homenajear ese fabuloso ordenador Amiga 500 del que disfrutó en su infancia.
Amiga 500: 50 increíbles juegos es una recopilación de los 50 mejores juegos para este inolvidable ordenador. Sí, es una selección de 50 juegos, pero como su propio autor indica «ni son todos los que están, ni están todos los que son». Eso sí, uno de ellos, Shadow of the Beast, no podría faltar, ya que Raúl dice que es el juego al que más cariño le tiene.
¿Qué incluye este libro? Un fascinante recorrido por el catálogo de Amiga a través de 50 juegos. Se incluyen reseñas, puntuaciones, fichas técnicas y una buena selección de datos sobre algunos de los mejores videojuegos para el ordenador de Commodore. Eso sí, como buen diseñador, no podían faltar las capturas de pantalla del increíble pixel art del que hizo gala esta maravilla del hardware.
Raúl López se ha currado muchísimo las imágenes que acompañan al libro. Todo está realizado mediante fotografías sobre las pantallas de cada videojuego. Además de los requisitos y condiciones a nivel fotográfico, Raúl ha buscado ese momento del juego que le decía algo. Y esto, sin duda alguna, es todo un trabajo titánico del que se siente muy orgulloso. ¿Una buena muestra de este trabajo? La portada. No creemos que exista una fotografía que pueda decir tanto sobre Amiga.
Y nada más. Desde Pixelmaniacos solo queríamos echar una mano a este estupendo profesional y dedicarle un artículo a su trabajo. Mucha suerte con Amiga 500: 50 increíbles juegos.
Os dejamos por aquí el acceso a su web y a su enlace de compra por si os interesa:
¡Se ve estupendo este libro! Y eso a pesar de que, por estos lados, los ordenadores no tuvieron tanta repercusión como en Europa. Lastima que estas cosas no lleguen acá.
Ya sabes Volfir, Amiga fue un auténtico referente en toda Europa, y en España tuvo mucho éxito. La verdad es que no sabría decirte si hacen envíos al otro lado del charco, pero sí, el libro tiene muy buena pinta.