¡Los zombies andan sueltos por el vecindario! Y la cosa es que están provocando estragos junto a otros personajes sacados de cualquier cinta de terror de serie B. Menos mal que los hermanos Zeke y Julie están aquí para poner remedio. Esto es Zombies Ate My Neighbors.
Se trata de un locurón de arcade que apareció en 1993 para Super Nintendo y Mega Drive. La gente de LucasArts, que quería desmarcarse un poco de las aventuras gráficas para PC o los juegos de Star Wars, aprovechó la pasta que Konami le dio para ofrecernos un título de acción cargadito de zombies y otras horribles criaturas.
Como decimos, Zombies Ate My Neighbors, conocido como simplemente Zombies en territorio PAL por temas de estúpidas censuras y tal, apareció en las dos consolas de 16bit más famosas de los 90. En nuestro caso hemos jugado a la versión para Super Nintendo para realizar esta humilde reseña.
En este juego de acción, con vista aérea, debemos salvar a nuestro vecinos de cualquier ser horripilante a lo largo de 55 niveles. Esto lo haremos bien con Zeke, un chaval rubio con gafas 3D de cartón, muy a la moda en los años 90, o con su hermana Julie, típica adolescente cañón bastante estereotipo de las películas de terror de la época. Nos enfundaremos nuestras armas y saldremos ahí fuera a dar caña.
El objetivo de cada una de las fases de Zombies Ate My Neighbors es el de rescatar a los vecinos. Estos se encuentran desperdigados por los escenarios y solo debemos tocarlos para salvarlos. Así pues, una vez que hayamos salvado al número de vecinos adecuado, se abrirá una puerta mágica que nos conducirá al siguiente nivel. Y así sucesivamente.
Estos vecinos nuestros son de lo más variado. Tenemos a alegres animadoras, bebés torpes y despistados, tu profe de matemáticas con las notas en la mano o a los típicos vecinos aficionados a la barbacoa o a estar tirados sobre un flotador en medio de la piscina. Todo muy al estilo de Estados Unidos, ya sabéis.
Claro está, nuestro papel es el de evitar que ciertas criaturas malignas se los coman, y aquí sí que tenemos variedad. Todo el bicherío de Zombies Ate My Neighbors está sacado del cine de terror, encontrando zombies torpes, vampiros, muñecos diabólicos, plantas mutantes o, por ejemplo, cierto asesino en serie con motosierra y máscara de hockey. Hay para todos los gustos.
Para atacar contamos inicialmente con una pistola de agua con disparos finitos. Este arma es más que suficiente para dar cera a los monstruitos, pero a medida que avanzamos podremos obtener armas mucho más destructoras. También hay ciertos objetos como pócimas que nos transformarán en una feroz bestia entre otras cosillas. Eso sí, algunos objetos también jugarán en nuestra contra, así que debemos tener cuidado.
El control de nuestros personajes es sencillo. Nos movemos en todas las direcciones, usando un botón para disparar, otro para cambiar de arma y otro para cambiar de objeto. En el caso de Super Nintendo, pulsando L y R al mismo tiempo, tendremos acceso a un radar que nos indicará la posición de los vecinos que debemos rescatar. Esto último será útil en escenarios más complejos.
Y ya que hablamos de escenarios diremos que Zombies Ate My Neighbors presenta una buena variedad. Si bien muchas veces nos desplazaremos por el vecindario, con sus casas y jardines, en otras ocasiones tendremos que visitar sitios algo más exóticos. Un centro comercial, castillos cuevas o pantanos son algunos ejemplos. A veces se repiten, cosa normal viendo el elevado número de fases, pero la variedad es amplia.
Hay ocasiones en que estos escenarios son bastante laberínticos y nos proponen recoger llaves para acceder a otras zonas. También podemos usar camas elásticas, que nos permitirán saltar a zonas que, de otra manera, serían inaccesibles. Otras veces habrá que agudizar el ingenio para superar ciertos obstáculos. Por ejemplo, debemos «picar» a ciertos enemigos, como los que llevan motosierras, para que poden los setos del jardín y podamos pasar.
A nivel técnico está muy bien. Zombies Ate My Neighbors es todo un homenaje al cine de terror y cuenta con multitud de referencias, y eso se ve plasmado en cosas como la variedad de enemigos y ciertos detallitos que iremos viendo por ahí. También derrocha humor por los cuatro costados, consiguiendo sacarnos alguna que otra sonrisa de vez en cuando.
En cuanto al sonido tampoco podemos poner pegas, especialmente a su banda sonora. Esta se pega a nuestros oídos más que una lapa, resultando amena y terrorífica a partes iguales. Los efectos incluyen gruñidos, aullidos y demás digitalizaciones propias del cine de terror, además de una colección de efectos de sonido bastante simpáticos.
La guinda del pastel en este tipo de juegos es la jugabilidad. Zombies Ate My Neighbors se controla muy bien y nos propone acción directa, sin más, consiguiendo unas cotas de entretenimiento muy altas. Vamos, que es un gustazo salir a la caza de esta colección de monstruos, especialmente si lo compartimos con otra persona, ya que tiene opción para dos jugadores simultáneos.
Como decimos, este título salió inicialmente para Super Nintendo y Mega Drive. Ya hemos dicho que nosotros hemos jugado a la de Super Nintendo, pero la de Mega Drive también está a un nivel muy alto. Esta versión tiene un marcador grande a la derecha para aprovechar la mayor resolución lateral de la consola. En este caso nos hubiera gustado un área de juego más grande en lugar del marcador, pero bueno, tampoco le sienta mal.
Tiempo después salió Ghoul Patrol, secuela de este juego, en exclusiva para Super Nintendo, que tiene mecánicas similares con algunos añadidos extra. Pero la cosa no acaba ahí porque en 2021 se ha lanzado un recopilatorio con los dos juegos (Zombies Ate My Neighbors y su secuela, Ghoul Patrol) para sistemas actuales, con ediciones para coleccionista y esas cosas, además de reediciones del juego de Super Nintendo.
Pero la cosa no termina ahí. Próximamente saldrá una secuela espiritual llamada Demons Ate My Neighbors! para Nintendo Switch y PC, con un desarrollo muy retro y una pinta estupenda. Veremos qué tal pinta la cosa.
Zombies Ate My Neighbors es toda una joya para los amantes de la acción y el cine de terror de serie B. Un clásico imprescindible que todavía se juega estupendamente. Acción sin complicaciones, un aspecto muy simpático y mucha, mucha diversión. Recomendadísimo.
