- Compañía: Motivetime
- Año: 1994
- Género: Shooter 3D
- Plataformas: 3DO, PC
A principios de los 90 las compañías se dedicaban a explorar todas las bondades que nos ofrecía el CD-ROM. Muchos juegos eran simples experimentos que consistían en películas interactivas con poco que hacer o en juegos raros de narices. Virtuoso pertenece a este segundo tipo de juegos en CD, los juegos raros, y esto por desgracia es así, ya que lo mejor que podemos hacer con un juego como Virtuoso es alejarnos, porque tal despropósito no puede ser bueno para la salud.
Me dije a mi mismo: «un juego con un protagonista melenudo que dispara a ritmo de música rock, ¡esto no puede ser malo!» Qué equivocado estaba, madre mía, pero que muy equivocado. Lo mires por donde lo mires Virtuoso es un juego malo, muy malo, un juego que ya por el simple hecho de mirarlo puede provocar dolor de cabeza, y ya jugarlo… ¡ni te cuento!
En el año 2025 la Tierra está hecha un asco. Nosotros tomamos el rol de una estrella de rock peluda y chulesca y, básicamente, nos vienen a decir que el tío se aburre y que se encuentra agobiado por los fans y por las giras, así que por eso decide meterse en un mundo de realidad virtual plagado de trampas para evadirse de su «cruda» realidad. Con este argumento tan «épico» muy mal empezamos, ¿verdad?
Y muy mal seguimos. Virtuoso es un juego de disparos 3D en tercera persona que se desarrolla dentro de un mundo virtual compuesto por tres submundos diferentes, cada uno formado por 8 fases. Este mundo virtual es plano, feo, vacío y peligroso, y no por la dificultad del juego, sino por su horrendo sistema de control.
El objetivo es simple: disparar a todo lo que se mueva y encontrar una llave que nos dará acceso a otro nivel, así de fácil. Y digo disparar porque es lo único que vamos a hacer, disparar, encima con un único tipo de arma y alguna que otra granada mega destructora que vamos encontrando tirada por ahí. Y para colmo cuando nuestro peludo amigo dispara se agacha y da igual que los enemigos vengan volando que arrastrándose, la cosa es que puedes darles a todos, si encuentras el ángulo adecuado, claro. También podemos pegarnos a las pardes, pero eso casi sirve únicamente para que el personaje no nos tape lo que tenemos frente a nosotros.
El control se basa en el uso de un par de botones: uno para disparar y otro para girar la cámara 180º, aunque este segundo botón apenas sirve para algo. Por lo demás nos movemos con el mando en plan pseudo 3D, girando 360º, pero con una cámara lamentable.
Gráficamente el juego es malo y vacío. Los personajes son completamente planos y el protagonista es un actor digitalizado que parece una pegatina pegada a la pantalla, con movimientos raros, sin apenas fotogramas. Los escenarios son muy vacíos, con una distancia de dibujado muy pequeña, y están inspirados en entornos marcianos, algún que otro mundo psicodélico o incluso nieve. Los efectos sonoros cuentan con un puñado de explosiones poco creíbles y nada más, pero la banda sonora, interpretada por un grupo llamado Thai Dyed Suicide es lo único que se salva.
Virtuoso fue lanzado para PC (en CD-ROM y disquetes) y para la consola 3DO. Las dos versiones son muy parecidas, así que son igual de lamentables.
Pues bueno, Virtuoso nos engaña, nos hace creer que el juego puede molar, pero lo cierto es que es un despropósito técnico y jugable que más vale haber dejado en las estanterías de las tiendas en su momento. Un desastre.
