Imaginad que una inteligencia artificial acaba con toda la raza humana, pero se queda con cinco humanos para torturarlos hasta el extremo. Terrorífico, ¿verdad? Esto es I Have No Mouth, and I Must Scream, el videojuego al que hemos estado jugando durante este Halloween.
Basado en el relato del autor estadounidense Harlan Ellison, No Tengo Boca y Debo Gritar, nos encontramos ante una aventura gráfica de tipo «point and click» que apareció en 1995 para ordenadores PC y MAC, saliendo años después en otras plataformas como Linux, iOS y Android. Fue desarrollado por The Dreamers Guild y producido por Acclaim y Cyberdreams. Por cierto, se planeó también para la primera PlayStation, pero se terminó cancelando.
Como decimos, I Have No Mouth, and I Must Scream está basado en un relato, y de hecho el propio autor del mismo estuvo implicado en el desarrollo del videojuego. Esto es algo muy curioso teniendo en cuenta que el autor de la obra original odia los videojuegos. De hecho, prestó su voz en la versión original para dar vida a la malvada inteligencia artificial protagonista del título.
El argumento de esta aventura gira en torno a AM, siglas de «Allied Mastercomputer». AM es un ordenador creado durante la Guerra Fría para controlar los ejércitos de las naciones implicadas. Así, Estados Unidos, China y la extinta Unión Soviética crearon sus propios AM. El problema vino cuando uno de esos ordenadores tomó conciencia sobre sí mismo y se reveló contra sus creadores, provocando la extinción de la raza humana.
AM se vanagloria de odiar a los humanos, y como venganza dejó con vida a cinco personas a las que ha torturado y mantenido con vida durante más de 100 años. Ahora es cuando cada uno de los personajes tendrá que enfrentarse a sus miedos y a su pasado, y todo para derrotar a AM.
En I Have No Mouth, and I Must Scream controlamos a cinco personajes totalmente diferentes, siendo éstos cuatro hombres y una mujer. Vamos a hablar sobre cada uno de ellos, intentando enseñaros una descripción muy vaga para no entrar en muchos spoilers, ya que la historia de este juego es interesantísima.
Tenemos a Gorrister, un tipo que se suicidó debido a que cree que su mujer acabó en un psiquiátrico por su culpa. Ellen, la única mujer, es también la única que parece no haber hecho nada malo. Es una persona buena e inteligente que siente un profundo miedo hacia el color amarillo.
Benny es quizá el personaje más curioso. Fue un militar duro, atractivo y condecorado al que, como castigo, AM ha convertido en una especie de ser simiesco y bobalicón. Luego está Nimdok, un científico loco que colaboró con los nazis. Por último tenemos a Ted, un guapo timador al que AM no ha modificado ni un milímetro.
Pues bien, hechas las presentaciones, en I Have No Mouth, and I Must Scream tenemos que escoger a cada personaje y vivir su propio infierno. A medida que vamos avanzando, descubriremos cosas muy inquietantes sobre el personaje en cuestión, su pasado y su perfil psicológico. Todo esto con un trasfondo filosófico muy acentuado y situaciones verdaderamente demenciales e incómodas que debemos atajar dándole bien al coco.
El control es sencillo. Tenemos un sistema de acciones muy similar al sistema SCUMM que usaban ciertas aventuras gráficas de LucasArts. Podremos «ir a», mirar, coger, usar, hablar, comer, dar o empujar. Por lo demás es lo de siempre: hablar con otros personajes, recoger objetos y saber cómo usarlos para poder avanzar. Eso sí, debemos tener mucho cuidado, cualquier paso en falso nos hará volver a empezar desde cero.
Esto último hace que I Have No Mouth, and I Must Scream sea una aventura realmente difícil y compleja. Y más si tenemos en cuenta que dispone de varios finales distintos, y esto va en función del orden en que usemos a cada personaje, las acciones que realicemos y las decisiones que tomaremos, especialmente en el tramo final de la aventura. Poca broma.
Volviendo un poco al tema de los personajes, cada uno desarrolla su historia en un lugar diferente. Así, la aventura de Gorrister tendrá lugar en el interior de un zepelín, la de Ellen se desarrolla en el interior de una pirámide, Benny se moverá por una aldea tribal, Nimdok lo hará en un campo de concentración y, por último, la aventura de Ted es en un castillo. Pero hay más, más localizaciones variadas, con todo tipo de situaciones siniestras e incómodas que nos harán pensar de lo lindo.
Los personajes están realizados a base de sprites y se mueven en escenarios prerrenderizados bastante detallados. Hay que reconocer que en términos generales, el arte del juego está increíblemente bien realizado. Se nota que Cyberdreams estaba detrás del proyecto, porque hay lugares que nos recuerdan mucho al también perturbador DarkSeed. Vamos, que la atmósfera en general está perfectamente lograda.
Como puntos negativos debemos señalar que las animaciones son un poco toscas, pero eso tampoco es algo que influya en la jugabilidad. También hay que decir que, en alguna ocasión, hemos notado cierta falta de precisión a la hora de seleccionar las acciones, pero vamos, que ha sido algo muy puntual que no ha afectado sobre la experiencia ni lo más mínimo.
La banda sonora, en formato MIDI, ayuda a la atmósfera, pero hay veces en las que pasa bastante desapercibida. Esto se debe a que nos centramos más en el doblaje al castellano que, si bien la elección de algunas voces no ha sido la mejor, cumple sobradamente y se agradece. Sin embargo, debemos indicar que hemos tenido problemas en alguna ocasión.
No sabemos si es cosa de la versión de GOG para PC, que es a la que hemos jugado, y que funciona sobre el conocido emulador ScummVM, pero durante la aventura de Ellen han saltado diálogos de otro personaje. Esto solo ha sido en el doblaje y no en los subtítulos, que estaban correctos. Además, en algunas partes del juego no está bien equilibrado el volumen, pero son cosas menores que, repetimos, no empañan la experiencia final.
Lo que está claro es que en I Have No Mouth, and I Must Scream vamos a disfrutar de una historia increíble. Reiteramos que se nos plantean situaciones perturbadoras, momentos terroríficos y revelaciones que nos darán que pensar sobre la naturaleza humana. Un juego muy sesudo, adulto y no apto para impacientes, especialmente debido a su alta dificultad.
Solo nos queda quitarnos el sombrero ante esta joya de las aventuras gráficas que, los amantes del género disfrutarán como enanos. Además, es muy rejugable debido a los diferentes finales que posee. Imprescindible.
Recuerdo ver pantallazos de este y el Darkseed (creo que a ambos les dedicaron portada en Micromania) y darme mucho canguelo. Nunca los he jugado porque soy muy tonto y poco paciente para las aventuras gráficas, pero sin duda son impactantes.
Son impactantes, sin duda. Esta es de las que te dejan con el culo torcido XD
Eso sí, ya te aviso que esta sí que requiere mucha paciencia, pero mucha. Si no usas una guía te puedes frustrar rápidamente, pero merece muchísimo la pena.