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Tres juegos de lucha exclusivos de ordenadores, volumen 4

Esta entrega de «los exclusivos», dedicada a los juegos de lucha que salieron únicamente en ordenadores, es un poco atípica. Esto es porque dos de ellos no son juegos completos como tal, funcionan un poco a modo de experimento, pero esto no quita para que hayan llamado nuestra atención. Por otra parte, todos son para ordenadores PC. ¡A luchar!

Bloodsport

Pues sí, lo habéis adivinado. Este Bloodsport se basa en la famosa película de artes marciales que aquí conocimos como Contacto Sangriento y que estuvo protagonizada por Jean Claude Van-Damme. Y como soy muy aficionado a esta cinta, tarde o temprano había que meter este juego en el blog de alguna forma.

Bloodsport es un juego de lucha creado por los alemanes Harald Krines y Thorsten Schmidt y se distribuyó en formato shareware en 1992. Sobre esto último cabe decir que no hemos encontrado una versión completa del mismo. Esto quizá se deba a que es posible que sus dos creadores fueran meros aficionados porque no hemos visto ninguna información sobre ellos buceando por Internet.

A pesar de ser distribuido en formato shareware, Bloodsport viene con opciones para todos los gustos. Para empezar tenemos tres modos de juego. El modo «Uchi-Komi» es el modo entrenamiento, y recomendamos empezar por aquí para familiarizarnos con los controles. Luego está el modo «Randori», en el que, con el monte Fuji de fondo, nos iremos enfrentando a diferentes oponentes. Si superamos el modo «Randori», nos clasificaremos para el modo «Kumite».

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Un poquito de entrenamiento con el bueno de Jackson nunca viene mal

Este último modo, el modo «Kumite», es el famoso torneo que sale en la película. Aquí nos enfrentaremos a los mejores luchadores de todos los tiempos, que básicamente son los cuatro luchadores que tendremos disponibles para escoger. Una vez superada esta dura prueba, seremos los campeones del torneo y recibiremos un pergamino con los principios de las artes marciales.

Como decimos en el párrafo anterior, los personajes disponibles son cuatro. Estos son Frank Dux, el personaje interpretado por Van-Damme; Chong Li, el malvado luchador caracterizado por Bolo Yeung; Jackson, el duro y temerario americano amigo de Frank; y un tal Black que no sabemos quién es. Cada uno de estos personajes se supone que tiene técnicas especiales únicas.

Y decimos «se supone» porque ahora que hemos hecho la presentación, es cuando vienen los problemas. El control de Bloodsport es bastante malo. Esto se agrava por culpa de las ortopédicas animaciones de los luchadores, además de las cajas de colisiones, que son una calamidad. A ver, seguro que los programadores contaron con un presupuesto ínfimo, pero pedimos un mínimo de calidad en este apartado.

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Podemos replicar el gran combate de la película Contacto Sangriento, o bueno, más o menos

No nos queremos cebar demasiado con un juego creado por aficionados, pero los gráficos son malos. Personajes y escenarios parecen sacados del dibujo de un niño de 4º de primaria. Sí, algunos son reconocibles respecto a sus contrapartidas del cine, pero hay que reconocer que se debería haber puesto un poco más de esfuerzo. Tampoco ayuda la tipografía, que es completamente ilegible. Y por cierto, los textos están el alemán.

Los sonidos de Bloodsport son curiosos. Partimos con el famoso poema cantado O Fortuna de la colección Carmina Burana, que ejerce como tonadilla de apertura. Luego ya no hay más música, solo hay una colección de voces digitalizadas, gruñidos varios y efectos de golpes que se apelotonan por doquier (y que también se repiten como el ajo).

En fin. Que como curiosidad, Bloodsport cumple, como juego no. A pesar de su feo aspecto, si hubiese tenido una jugabilidad más pulida, nos habría gustado, pero no. Se controla muy mal y, aunque intenta captar el espíritu de la película Contacto Sangriento, no lo consigue. Y es una pena, la verdad.

One Must Fall

Ojo, no lo confundamos con el genial One Must Fall 2097 que ya comentamos en esta web. Se trata de una versión freeware que funciona a modo de demo de lo que más adelante sería el juego completo. Este One Must Fall fue programado por Rob Elam y Ryan Elam y lanzado en 1993 para PC.

Como hemos dicho al principio del artículo, estamos ante una especie de experimento. No tenemos modos de juego ni nada por estilo, simplemente hay dos luchadores, uno con un kimono rojo y otro con un kimono azul, que se dan de tortas en un escenario genérico. Se acabó, no hay más.

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Más que un juego este One Must Fall es una curiosidad

One Must Fall funciona más a modo de curiosidad que como juego. Los dos luchadores, uno rubio y otro moreno, al más puro estilo Ken y Ryu de Street Fighter, nos enseñan sus técnicas. Puñetazos, patadas, e incluso técnicas especiales se dan cita en esta especie de demo técnica que nos ofrece una aproximación al juego completo que vendría después.

La demo incluye efectos de sonido digitalizados de golpes y gruñidos varios, tampoco hay música. Gráficos VGA bastante coloridos, pero con personajes sosos, un escenario simplón y ya. Y tampoco se necesita más ya que, como os decimos, el juego es una demo.

Pero, ¿se juega bien? Sí, es algo lentillo, pero en general no está mal. Este One Must Fall es más una curiosidad que un juego, pero sirvió para que la gente se hiciese una idea de lo que Rob y Ryan Elam tenían entre manos antes del desembarco del juego completo.

Xenophage: Alien Bloodsport

Tranquilos, el último juego que hoy os traemos ya es un juego completo en toda regla. Se trata de Xenophage: Alien Bloodsport, obra de Argo Games, que fue lanzado por Apogee en 1996 para PC. Así a simple vista y por el planteamiento, os podría recordar al Cosmic Carnage de Mega Drive 32X, pero en lo jugable ya es otra cosa.

En Xenophage: Alien Bloodsport nos esperan ocho luchadores para escoger. La mayoría son alienígenas de lo más variopinto, a excepción de un hombre y de una mujer. Todos estos se batirán en sangrientos combates por culpa de un ente que ha secuestrado a diferentes razas alienígenas para comprobar quién es más fuerte. Vamos, que es como el Secret Wars de Marvel pero con gente más rara todavía.

El control de los personajes tiene dos puñetazos y dos patadas, pudiendo ejecutar diferentes combinaciones para lograr realizar ataques especiales. Muy similar a lo visto en los juegos de lucha para Neo Geo, salvando las distancias, claro.

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Estos dos bicharracos son algunos de los ejemplos de lo que podemos ver en el juego

A simple vista vemos que Xenophage: Alien Bloodsport es también un juego feo. Los gráficos prerrenderizados ya no estaban tan de moda en 1996 para los juegos de lucha y, la verdad, algunos personajes parecen bastante ridículos. A ver, tampoco es terrible, tiene ciertos efectos de zoom y los luchadores son grandes, pero los movimientos tienen pocos cuadros de animación y todo resulta muy tosco. Eso sí, hay que agradecer el soporte para tarjetas gráficas SVGA, con una mayor resolución para la época.

Esto de que los personajes sean tan grandes también puede resultar un problema. Desgraciadamente, hay poco espacio para moverse si nos queremos alejar del rival, por lo que si no tenemos mucha práctica, será fácil morder el polvo por culpa de algún que otro extraterrestre bien horrible. Y esto también es achacable a la dificultad del juego, un pelín alta, con una IA injusta para nuestro gusto.

En cuanto a los modos de juego tenemos lo de siempre: un modo historia, un modo «free play» para luchar contra otro jugador principalmente, y un modo de entrenamiento. Además, hay bastantes opciones, dentro de lo que cabe, para personalizar los combates.

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La pobre Selena, la única mujer del juego, no va vestida muy acorde para la ocasión

Por otra parte, la música de Xenophage: Alien Bloodsport, es casi de lo mejor del juego. Está compuesta por nada más y nada menos que Bobby Prince, es decir, el creador de la música de Doom, y eso mola. Los efectos sonoros son estándar, ya sabéis, gruñidos y golpes digitalizados que tampoco son nada del otro mundo.

Como hemos señalado antes, la dificultad del juego es alta. Esto, sumado a un control poco pulido, hace que Xenophage: Alien Bloodsport no sea muy recomendable en términos generales. Sus pobres animaciones tampoco ayudan, convirtiendo los combates en una pesadilla si no tienes práctica. Pero bueno, después de unos cuantos combates perdidos y cogiéndole el tranquillo, el juego puede resultar hasta entretenido.

Seamos serios. Xenophage: Alien Bloodsport es muy regulero. No es como el infame Dangerous Streets, pero en 1996 ya había mejores opciones para PC que resultaban mucho más apetecibles, especialmente en lo jugable. Aún así, os recomendamos echarle un vistazo por lo curioso de su propuesta.

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