El género de la acción plataformera está bien surtidito en Mega Drive, con juegos más que notables. Sin embargo, siempre hay alguno que pasa bajo el radar, bien por no tener mucha publicidad o porque no fue tratado muy bien por los medios. Este es el caso de Blades of Vengeance.
¿De dónde sale esto?
Del estudio australiano Beam Software, bien conocido en los 80 y los 90 por sus desarrollos para ordenadores y consolas, y lo que queda de ellos continúa en activo bajo el nombre de Krome Studios. Con Electronic Arts como publisher, Blades of Vengeance apareció en 1993 solo para la consola Mega Drive/Genesis de Sega.
Tuvo lanzamiento para dos de lo tres mercados principales, es decir, Estados Unidos y Europa, apareciendo también en nuestro país, pero dejando de lado al país nipón.
¿De qué va?
Mannax, conocida como la Dama Oscura, siembra el caos y la destrucción por todos los rincones del reino en el que tiene lugar el juego. Con ambientación de espada y brujería, muy en la línea de juegos como Golden Axe, Blades of Vengeance nos ofrece la posibilidad de escoger a tres personajes: una amazona, un bárbaro y un hechicero.
Con cualquiera de estos tres poderosos guerreros, nuestro objetivo será el de derrotar a las fuerzas del mal guiadas por la Dama Oscura y derrotar a Mannax, quién ha tomado la forma de un terrible dragón para enfrentarse a nosotros.
Y digo yo, ¿qué tiene?
Plataformeo y acción de la buena, con unas gotitas (pocas) de juego de rol a lo largo de ocho niveles bien chungos. Cada guerrero tiene sus habilidades, siendo el bárbaro el más fuerte, el hechicero el más débil, pero capaz de lanzar ataques a distancia, y la amazona la más equilibrada. En nuestra opinión personal, el hechicero puede ser una buena opción.
Con un desarrollo generalmente lineal, la propuesta de Blades of Vengeance es más o menos la de siempre: acción con scroll horizontal, muchos enemigos, obstáculos que esquivar y un terrible jefe de fin de fase. La gracia está en que podemos utilizar pociones para ser más poderosos o recuperar nuestra salud, pero también recogeremos dinero que nos permitirá comprar mejoras a final de cada nivel. También hay otros objetos mágicos con habilidades bastante interesantes.
Nuestro personaje puede modificar su aspecto y adoptar otras habilidades que le volverán más poderoso. Por ejemplo, con la amazona cambiaremos el espadón que portamos inicialmente por una ballesta. Además, cambiaremos nuestras pintas al llevar una armadura más poderosa que la inicial.
¿Es un placer para los sentidos?
Bueno, no es lo mejor del género pero en general no está nada mal. Los sprites de los personajes son bastante grandes y la variedad de enemigos es correcta. Los escenarios son un poco sosos, sin mucha variedad. En este último apartado, tenemos que decir que nos recuerda bastante al genial Gods, ya que las mazmorras son bastante habituales.
Antes de cada nivel, nos espera una introducción con el mago dándonos instrucciones. Estas introducciones están muy chulas, mostrándonos efectos especiales que deforman la silueta del mago, dando un aire muy sofisticado a este cartucho para Mega Drive. Por contra, debemos señalar que las animaciones de los personaje son un pelín toscas.
En cuanto el sonido, Blades of Vengeance simplemente cumple. Las melodías no son las mejores, pero tampoco desentonan, con esa batería sampleada que ya es marca de la casa. Nos parece que los efectos no son nada del otro mundo, incluso algunos se podría decir que son molestos, pues chirrían un poco.
¿Se juega bien?
A ver, como decimos las animaciones son algo toscas, pero en términos generales el control es bueno. Nos hubiese gustado un poquito más de agilidad para algunos movimientos, como los saltos, pero en general no tenemos muchas quejas.
La dificultad sí que nos ha parecido bastante alta, especialmente cuando comenzamos a jugar y nos vamos haciendo al control de los personajes. Este tema se reduce a medida que le vamos echando partidas y, cuando tengamos dominado el manejo de nuestro personaje favorito, no habrá ningún bicho viviente que sea capaz de detenernos.
Como opción adicional, Blades of Vengeance incluye un modo para dos jugadores simultáneos. No es el mejor modo para un juego de estas características porque la acción se desarrolla de una forma un tanto embarullada, pero está ahí y se agradece.
Entonces, ¿me va a molar?
Blades of Vengeance es un «desconocido» que sin duda mereció mejor suerte. No es el mejor en el género pero tiene un desarrollo y una ambientación de espada y brujería que nos gusta mucho. En su día, recibió algún que otro palo, pero hoy está muy bien considerado por la comunidad. Así que sí, la respuesta sobre si te va a molar o no es un rotundo sí.
¿Quieres probarlo? Puedes hacerlo desde este enlace.
