Seamos sinceros. Hay que reconocer que sentimos cierta debilidad por los shooters sobre raíles que estuvieron tan de moda en los 90. Títulos como Chaos Control, Cyberia o Creature Shock son ejemplos de lo que decimos, siendo juegos que poseen un encanto único que ya no se lleva. Y esto también es aplicable a Wetlands, un juego del que ya estábamos tardando en hablar.
Wetlands es un shooter sobre raíles creado por Hypnotix, lanzándose en 1995 por New World Computing exclusivamente para PC. En la actualidad, este título también está disponible en plataformas como GOG o Steam, por lo que la compatibilidad con sistemas modernos está garantizada.

En Wetlands, nos trasladamos al año 2495. Como en Waterworld, la Tierra está completamente cubierta de agua por culpa de un fallido experimento nuclear que tuvo lugar en 1995. El científico Phillip Nahj, cerebro de aquella catástrofe, fue acusado y encarcelado por ello. Hoy, Nahj se ha fugado con ayuda de un grupo terrorista y planea su venganza, por lo que la Federación, es decir, la organización que mantiene el orden y esas cosas, cuenta con el agente John Cole, que debe evitar una nueva catástrofe.
Nada más meternos en materia, Wetlands ya deslumbra desde el inicio. Sus introducción ya nos hace una idea de que estamos ante un producto único. Los personajes parecen sacados de una gran producción de dibujos animados. El estilo y la ambientación nos recuerda un poco a esa maravilla de la animación llamada Heavy Metal, salvando las distancias, claro. Y todo esto tiene lugar en fondos prerrenderizados que le dan un aspecto muy chulo al juego.

Como decimos, estamos ante un shooter sobre raíles, por lo que el desarrollo del juego, por lo general, consiste en disparar a todo lo que se mueva. Cumpliremos diferentes misiones cuyo desarrollo irá variando a medida que avanzamos. Partiremos de la típica misión de disparo espacial, pero pronto veremos que la jugabilidad de Wetlands es mucho más profunda de lo que parece a simple vista.
Sí, en esencia es disparar y disparar, pero también hay espacio para la toma de decisiones en algún que otro nivel en el que tenemos que escoger el camino adecuado. Otro punto a tener en cuenta es que en cada misión tenemos una serie de objetivos que, si no cumplimos, no tendremos éxito. Esto último tiene que ver con la destrucción de un número específico de naves, estructuras o cualquier otra amenaza.
En otros casos, especialmente cuando se trata de estructuras complejas, tenemos que tener en cuenta a qué puntos débiles hay que disparar para destruir al objetivo. Incluso, pequeños enemigos tienen su punto débil y hay que afinar muy bien nuestra puntería. Manejaremos una torreta, conduciremos una moto e, incluso, controlaremos un dron en un nivel con scroll mucho más cercano al shoot ‘em up que a otra cosa. Como veis, hay variedad para tratarse de un juego de este tipo.

Pero donde de verdad destaca Wetlands es en el apartado técnico. Como decimos, las introducciones son una verdadera maravilla de la animación, con una ambientación de mundo postapocalíptico genial. Lugares que nos recuerdan al cine de ciencia-ficción, como la película Desafío Total, entornos submarinos, etc. Y por supuesto, un elenco de personajes inolvidable, con una historia muy trabajada que cuenta con un guion digno de las mejores producciones de Hollywood.
Con el sonido también nos tenemos que quitar el sombrero. Melodías cañeras digitalizadas que acompañan perfectamente a la acción. Efectos de sonido muy contundentes, con disparos, explosiones y demás. Pero lo que de verdad destaca es el estupendo doblaje al castellano que incluye. A ver, no son actores de primer nivel, pero cumplen de sobra y se nota que hubo cariño en su realización.

Todo parece genial, ¿verdad? Pues no, no todo es tan bonito, si no el juego hubiese estado en la sección «la joya». Los problemas están en el control, que puede ser con ratón o con mando o joystick, que no es que sea malo, pero tiene ciertos problemillas.
Jugar con mando no es la mejor manera, y eso que hay fases que piden a gritos que utilices este dispositivo, pero el control no está muy bien implementado. Al menos nosotros, cuando lo hemos rejugado, hemos encontrado problemas en este aspecto porque el nivel de sensibilidad es altísimo.
Lo mejor es el ratón. Cuando movemos la mirilla y disparamos a diestro y siniestro no hay problema, y además poseemos dos tipos de disparos, siendo uno de ellos una ráfaga rápida de duración limitada. El problema es cuando tenemos que atinar en puntos concretos, y es que la precisión y la detección de colisiones no son de lo mejor.

Además, cuando movemos el ratón, vemos que el movimiento va un poco a trompicones, por tanto se aprecian algunas zonas muertas, por así decirlo. Con paciencia y a base de repetir misiones se puede pasar sin problemas. Por suerte, su argumento engancha y nos dará fuerzas para seguir adelante. Eso sí, no es un título muy rejugable.
A pesar de las pequeñas taras jugables, Wetlands es un título muy recomendable. Su atmósfera de ciencia-ficción, su cuidado estilo gráfico y su doblaje al castellano nos sumergen, literalmente, en una aventura épica.