¿Un conserje convertido en un superhéroe? No, no es Hong Kong Phooey, este es humano, no es un perro, aunque algo de eso también hay. Esta locura solo podría ser obra de las brillantes mentes de la mítica Shiny Entertainment. Por supuesto, hablamos de MDK esa locura de shooter en tercera persona con el que nos obsequiaron estos valientes de los videojuegos.
Pues sí, MDK es cosa de los creadores del maravilloso Earthworm Jim, y se trata de su primer juego en 3D, que salió en 1997 para PC. Más tarde, ese mismo año, Neversoft hizo un port para PlayStation, mientras que ya en 1998 se lanzó en MAC por parte de Shokwave Software. Nosotros hemos estado dándole a la versión para PC, en concreto la de GOG, y es a esta versión a la que pertenecen el grueso de capturas de pantalla del artículo.

En MDK controlamos a Kurt Hecnic quién, como decimos, es el conserje del Doctor Fluke Hawkins. Resulta que unos alienígenas vienen a conquistar la Tierra para chupar todos los recursos. Estos bichos vienen en una especie de máquinas que parecen fortalezas y que se conocen con el nombre de Mindcrawlers.
El Doctor Hawkins, considerado un chiflado por la comunidad científica, vive en la órbita de la Tierra junto a un perro robot con cuatro brazos (sí, brazos) llamado Bones y el bueno de Kurt. Allí descubre este intento de invasión, de modo que decide crear un traje especial para pararle los pies al bicherío espacial de turno. Dicho traje, que funciona como si fuese una especie de armadura de cuero bien ceñida al cuerpo, repele las balas y proporciona una gran potencia de fuego entre otros trucos.
Como el pobre Hawkins está hecho un asco por culpa de su avanzada edad y el perrete no es un candidato válido, es el pobre Kurt quién tiene que enfundarse dicho traje. Así pues viajará a la Tierra para detener esta invasión alienígena que ya está causando estragos por todas las partes del planeta.

A partir de aquí arrancamos en MDK, descubriendo poco a poco cómo funcionan nuestras habilidades. Por lo pronto podemos disparar como cosacos, pero también saltar alto, muy alto, y planear gracias a un paracaídas que llevamos incorporado. Por otro lado, este traje nos permite entrar en un modo francotirador de lo más espectacular para alcanzar enemigos muy lejanos.
Lo primero que llama la atención en MDK es que nada más comenzar la partida nos han organizado un pequeño tutorial para aprender nuestras habilidades. Los enemigos, que son unos cachondos y se mean de la risa en nuestras narices, nos enseñarán dianas para provocar. Ahí es donde tenemos que ir probando nuestras capacidades de disparo. También nos enseñarán a saltar y a usar el modo francotirador. Vamos, todo un puntazo.
A medida que nos adentramos en el curioso mundo de MDK, vamos viendo que el cachondeo lo impregna todo. Cosas como un arma llamada «la explosión nuclear más pequeña del mundo» son solo la punta de la lanza de un juego que no se toma en serio ni por un momento. Vamos, como ya hicieron con Earthworm Jim.

Pero lo que sí nos pone en aprietos son los enemigos. Nos esperan robots grandecitos que nos dispararán sin piedad y grandes vehículos armados hasta los dientes, tanto por tierra como por aire. Contra ellos tenemos que usar todo nuestro arsenal, que consta inicialmente de una ametralladora con balas infinitas. Por el camino encontraremos nuevas armas como ametralladoras más potentes o bombas, como una llamada «la bomba más interesante del mundo» que hará que los alienígenas vayan como bobos a verla.
Viviremos situaciones bastante peliagudas en MDK, además de variadas. Hay fases de vuelo al comienzo de cada nivel, alguna que otra a bordo de una nave lanzando bombas u otras en las que nos deslizaremos por un tubo. Los momentos de plataformeo también están muy presentes, haciéndonos buscar cómo superar cada obstáculo mediante las herramientas de las que disponemos. Además, ciertos entornos cuentan con una extensión inmensa por la que movernos.
Shiny Entertainment hizo un grandísimo trabajo con el aspecto gráfico de MDK. Es admirable que en su momento pudiera moverlo cualquier ordenador Pentium de mala muerte con más o menos soltura. Más tarde, contó con soporte para tarjetas gráficas 3DFX, así que los afortunados poseedores de una de estas joyitas fliparían de lo lindo con lo que se mostraba en pantalla.

Uno de los aspectos gráficos que más debemos destacar es el tema del modo francotirador. Es impresionante la cantidad de zoom que podemos hacer sobre un enemigo. La distancia de dibujado en este modo está logradísima, siendo en 1997 toda una proeza a nivel técnico.
Los enemigos son muy clónicos, pero el diseño del personaje principal está genial, con ese original casco alargado que ya es marca de la casa. Por otra parte, los escenarios son, como decimos, muy grandes, pero están bastante vacíos. Esto no es malo porque se consigue que la acción sin tregua lo empape todo, sin caídas en ningún momento y explosiones por todas partes. Vamos, la repera.
En cuanto al apartado sonoro de MDK debemos destacar las melodías del famoso Tommy Tallarico, que son fabulosas y dan una atmósfera de película. A esto le sumamos contundentes efectos de sonido digitalizados que quedan francamente bien. Otro punto a destacar es que no hay diálogos, pero los textos están traducidos al castellano.

MDK no es un juego largo. Esto es porque sus seis fases pueden saber a poco, pero a cambio es muy disfrutón gracias a sus momentos de acción intensa que invitan a rejugarlo de vez en cuando. En cuanto al tema del control se echa de menos ciertos aspectos más modernos como una cámara de 360 grados controlada con el ratón, pero en 1997 es lo que había y los disparos solo se pueden dirigir en un eje circular y lineal por así decirlo. Al menos, el modo francotirador sí lo controlamos con el ratón, lo que nos da una gran precisión.
Pero lo que más nos gusta es ese sentido del humor que ya es marca de la casa. Hay momentos verdaderamente cachondos, como cuando nos enfundamos una especie de capa para que los enemigos no nos reconozcan. Tremendo.
Como decimos, hubo versiones para MAC y PlayStation. La consola de Sony recibió un port más que competente, con menos detalle gráfico que el original de PC, pero igual de jugable y divertido.

Ya en el año 2000, MDK recibió una estupenda secuela, sin embargo no fue obra de Shiny Entertainment. MDK 2 fue creado por BioWare, apareciendo de nuevo en PC, aparte de Dreamcast y PlayStation 2. Esta continuación también resulta ser un lanzamiento magnífico que, además, contó con una producción mayor y se nota. Pero bueno, este para otro día.
Hay que reconocer que nos encanta Shiny Entertainment, y en nuestra opinión MDK es una de sus mejores creaciones. Un juego imprescindible si te gusta la acción, la originalidad y el cachondeo. Y por cierto, siempre se ha pensado que MDK son las siglas de Murder Death Kill, pero sus creadores han jugado al despiste durante años, cambiando el significado de esas siglas con pistas falsas. Sin embargo, en 2011, Nick Bruty, uno de los creadores del juego, acabó confirmando que el significado sí era ese.