En los años 70 ya comenzaba la fiebre por los videojuegos. Empezaban a florecer máquinas recreativas de todo tipo y algunos sistemas domésticos se instalaban en nuestros hogares. Esos sistemas domésticos tenían una limitación importante: no se podía cambiar de juegos, así que nos teníamos que conformar con clones del Pong que contaban con diferentes variantes de juego.
La enorme Nintendo NES triunfaba en Japón y Sega también quería un trozo del pastel consolero. Lo intentó con la SG-1000, pero no podía hacerle frente a Nintendo, así que decidieron sacar otra...
Nintendo, «La Gran N», era una compañía que se dedicaba a fabricar barajas de cartas para juegos japoneses. Un buen día, a partir de 1975, viendo el éxito que iban teniendo los videojuegos, decidió...