En 1992 Sega y su estudio AM2 sorprendían con un arcade de conducción hecho completamente a base de polígonos. Su nombre era Virtua Racing y funcionaba sobre la placa de recreativas Sega Model 1. Su éxito se hizo patente enseguida y tiempo después salieron al mercado algunas conversiones domésticas. ¿La primera? La sorprendente versión para Mega Drive.