- Compañía: Dinamic Software
- Año: 1989
- Género: Acción
- Plataformas: Amstrad CPC, MSX, PC, Spectrum
El otro día hablamos del Capitán América y de sus Vengadores, símbolos de los grandes héroes del cómic americano, pero hoy le toca el turno a su contrapartida ibérica: El Capitán Trueno, personaje creado Víctor Mora y Miguel Ambrosio en 1956 que, junto a sus compañeros Crispín y Goliath, protagonizó un montón de cómics ambientados en los tiempos de la Tercera Cruzada. Pues bien, hoy le toca el turno a su videojuego, un título, por supuesto español, de los memorables Dinamic Software que apareció para ordenadores a finales de los años 80.
El Capitán Trueno, así de simple, es el título de este juego de acción en el que se narra la aventura de Trueno y sus inseparables Crispín y Goliath, que parten en busca de la bella Sigrid, que ha desaparecido. Estanislao Castiglione, un viejo abad y amigo de Trueno, avisa a nuestros héroes acerca del paradero de Sigrid. Cuando el trió llega al monasterio dónde les había citado el abad, descubren que éste ha sido transformado en horrible y poderoso monstruo por alguna fuerza desconocida.
Y así es más o menos el argumento de esta aventura, una aventura que destaca porque podemos manejar a tres personajes distintos, cada uno con una habilidad especial. Capitán Trueno es fuerte y ágil y puede atizar con su espada, siendo el personaje más recurrente de todo el juego; Crispín es muy ágil, pero no ataca, de modo que lo utilizaremos para alcanzar zonas más elevadas y trepar por cuerdas; por último, el poderoso Goliath es pura fuerza, útil para dar caña, aunque prácticamente ni se mueva. Podremos alternar entre estos tres personajes cuando gustemos y cuando necesitemos de sus habilidades más destacadas.
Nuestro periplo se compone de dos partes diferenciadas (en todas las versiones del juego a excepción de la de PC, que es algo diferente). En la primera parte del juego iremos tras el abad, convertido en un monstruo del averno en plan cabra y eso, y para ello iremos recorriendo diferentes estancias del monasterio, sorteando peligrosos enemigos que nos dejarán monedas al destruirlos. Con estas monedas, que iremos acumulando, podremos adquirir jugosos bonus como vidas o energía que nos hará falta para superar con éxito nuestra misión. Esta parte recuerda mucho a esos viejos arcades de plataformas para consolas. Al final, nos esperá el monstruoso abad para darnos caña.
La segunda parte del juego es puramente arcade. En ella iremos tras la pista de Sigrid y tendremos que superar 4 niveles plagados de enemigos muy duros hasta llegar a Sigrid, que está secuestrada por un orangután gigante bastante duro de pelar. Una vez superada esta pantalla tendremos nuestro ansiado premio.
El Capitán Trueno cuenta con una factura técnica más que decente, que destaca especialmente en la versión para Amstrad CPC (a cuya versión pertenecen la mayor parte de pantallas de este artículo), realizada en «modo 0» con un colorido envidiable que no tienen las versiones para MSX o Spectrum, siendo estas dos últimas prácticamente un calco. Por lo demás, tanto en CPC, como en MSX y Spectrum, el desarrollo es idéntico, con sus dos fases, una jugabilidad similar y una dificultad bastante alta que se desata en algunos momentos. El sonido tampoco es para tirar cohetes, con unos cuantos pitidos por allí y otros por allá.
La versión de El Capitán Trueno para PC es distinta. Tan sólo cuenta con la primera pantalla y sus gráficos, en CGA, son diferentes, ya que el diseño de los personajes y enemigos es más realista. Recuerdo jugar a este juego en el viejo Tulip de mis primos y que, tras superar el juego, nos impactó el «curioso» mensaje final que decía «¡acabas de joder al cabrón!», refiriéndose al monstruoso abad al que hacímos frente. En fin, un mensaje poco apropiado para unos mocosos que nos quedamos de piedra al verlo. Por cierto, destacan los efectos de sonido de esta versión, que están digitalizados y en su momento molaban bastante.
Y esto es más o menos una de las incursiones de El Capitán Trueno en el mundo digital, un juego divertido, bastante arcade, con algunos aspectos interesantes como la posibilidad de cambiar al personaje cuando gustemos (o lo necesitemos) y un apartado técnico que brilla especialmente en la versión de Amstrad CPC. Sólo nos falta destacar el genial trabajo realizado en la carátula del juego y cantar aquella canción del grupo Asfalto en homenaje a uno de los iconos del cómic español más conocidos.
Lo de “acabas de joder al cabrón!” fue épico cuando lo vi en casa de un amigo en su primer PC 8086
Ya te digo. Casualmente yo también lo vi en el Tulip 8086 que tenían mis primos. Me quedé de piedra al verlo. ¡Gracias por tu comentario! Saludos.